YAKUZA (Levi Ackerman Y Tu) EN EDICION

Capítulo Cuarenta Y Cinco

Capítulo cuarenta y cinco: "De vuelta en casa"

Quise seguir viviendo para poder verlos casarse, pero tu confianza en mi me fue más fuerte, querido amigo.

Hanji Zoe.

***

“Siento que me quedé en el amor que sentí por ti a los 15 años”

Levi la miro de reojo mientras ella lloraba. Una chica hermosa nunca debía llorar, era lo que él siempre pensaba cuando Petra le mostraba sus debilidades. Siempre la consolaba haciéndola reír de alguna forma, sin embargo en esa ocasión no pudo hallar palabras de consuelo porque la razón de su dolor ahora era él y no podía evitarlo.

Se habían conocido en la preparatoria y desde allí ellos se acercaron, tuvieron una relación que rayaba lo soñado para muchos, él chico malo y popular con la dulce y hermosa chica que todos querian de novia.

Levi sabía que la lastimaria al final.

No pudo evitarlo, no estaban destinados a estar juntos por más tiempo.

Él la estaba esperando a ella.

***

El auto frenó de golpe en el lugar, que hasta parecía normal, en un vecindario común y tranquilo. Al bajar, Levi inmediatamente se dio cuenta que algo andaba mal. Dos autos más frenaron cerca.

— ¡Jefe! –exclamó Jean pero fue callado por Levi.

Janes se acercó por detrás de Jean y miro la casa totalmente tranquila, algunas ventanas tenían iluminación y se podía ver a alguien dentro.

Sacaron sus armas y lentamente se acercaron a la puerta del lugar.

Jean se acercó al timbre y miro a Levi, al recibir la aprobación de este, tocó. Cuando escucharon que alguien se acercaba a la puerta, rápidamente Janes le dio un empujón que la abrió abruptamente. Una persona calló al suelo del recibidor y fue apuntado por Jean. Era un hombre de edad avanzada que al instante levantó las manos.

— ¿DONDE ESTÁ LA SEÑORITA? –grito Jean pero el hombre tartamudeo confundido.

Levi corrió hacia adentro y vio que una mujer y una adolescente estaban en la Sala, al apuntarlas ellas gritaron levantando las manos. Las dejó allí con Janes y subió por las escaleras corriendo.

Algo anda mal. Se repetía mentalmente mientras revisaba cada habitación sin encontrar a ______ por ningún lado. Su respiración se aceleró aún más.

— ¿Donde estás? ¡¿DONDE DEMONIOS ESTÁ!? – grito bajando las escaleras adonde ya los otros dos habían reunido a las personas desconocidas que estaban en la casa. — Donde está ______, si no hablan ahora mismo les volare la cabeza a los tres.

Las mujeres lloraban y el hombre se puso delante de ellas.

— No sabemos de que hablan. Déjenos en paz, por favor.

Levi le apuntó la frente.

— Rod Reiss. –nombró Levi. — Rod Reiss vivió en esta casa antes que ustedes.

El hombre lo miro confundido.

— Esta casa es nuestra ahora, no se quien vivió antes, hace ya seis años vivimos aquí. Sea a quien busca, no está aquí.

Esas palabras le caían como agua fría. Si no estaba aquí, donde más. ¡DONDE MÁS DEBÍA BUSCAR, YA NO HABÍA TIEMPO!

Le quitó el seguro y el hombre trago fuerte.