YAKUZA (Levi Ackerman Y Tu) EN EDICION

Capítulo Veinte

Capítulo veinte: “Desconocido”

—Hubo un tiempo... en el que odiaba a morir a aquellas bestias tanto como tú. Pero, de a poco, me fui dando cuenta que quería saber incluso más de ellos.

H.Z

***

El auto frenó en la entrada de la casa Ackerman mientras Janes abría la puerta para _________, este la recibe con una sonrisa amable.

—Bienvenida, señorita. –dijo él y enseguida los demás subordinados le siguieron el saludo en unísono dando una reverencia. —El jefe ahora está en  el trabajo y me dejo encargado decirle que no lo espere despierta, ya que llegará tarde.

—Oh... Ya veo. –dijo ______ sintiendo un poco decepcionada. —Gracias por avisarme.

¡Pero ¿que diablos...?! Pensó sacudiendo la cabeza, se preguntaba porqué estaría decepcionada si antes ni siquiera le interesaba cuando él jamás estaba en casa. Aclaró su mente y entró a la casa.

—Ah, y una cosa más. –la interrumpió a medio caminar y lo miró. —Hanji Zoe vino a verla.

¿Hanji? ¿A venido a verme? Pensó ella frunciendo el ceño curiosa.

En efecto, Hanji venía a petición de su prometido para ser la psicóloga personal de ________.

Levi, al recordar el nuevo lugar favorito de su prometida era el Jardín de Kuchel, tuvo una idea y ella consistía que iniciaran las terapias allí. Donde _______ se podría sentir cómoda y tranquila.

—¿Hanji? –Preguntó _____ al asomarse al Jardín. Petra le indicó que la de anteojos estaría esperándola allí, así que, después de quitarse el uniforme y vestirse de forma casual, salió en busca de la castaña. —¡Han...!

—Aquí, _____-chan. –extendió las manos para que ________ pudiera verla ya que estaba prácticamente de rodillas sobre el césped del patio. —¡Hola!

Sonrió. — ¿Qué es lo que hace allí?

La de anteojos se encogió de hombros.

—Abusando de tu jardín, lo siento. –rió. Al ponerse de rodillas, se sacudió la ropa y se acercó al pórtico. —La verdad es que... Desde ahora soy tu psicóloga Personal, ________.

_______ fruncio el ceño. —¿Psicóloga personal dice? ¿Por qué?

La castaña rió por lo bajo mientras comenzaba a rascarse la cabeza de manera nerviosa.

—Creeme que es más incómodo para mi, que para ti. Pero es a petición del jefe Ackerman, señorita. No le puedo negar nada a ese enano o me molería a golpes hasta morir.

Suspirando, ________ aceptó y luego de que los sirvientes trajeran dos sofas para poder ponerse cómodas las dos, comenzaron la sesión de terapia que Hanji preparo especialmente para ella. Lo cierto es que, desde que pudo conocerla, la de anteojos había querido tener charla amistosa con la chica. Pero, obviamente, por “temas de seguridad” no había podido hacerlo. Ahora aprovecharía para que las dos se conocieran mejor y, quien sabe, forjar una amistad más allá de las obstrucciones del azabache.
Porque lo cierto es que... había una razón por la que Levi no quería que las dos tuvieran mucha relación.