Somos Hermanos |Lucas & Theo Hernández|

Siete

Andaba por casa cual espíritu, nadie hablaba, nadie me decía nada, estaba presente pero parecía que nadie me notaba. Llegué a la cocina para hacerme la comida, principalmente porque mamá no estaba y mis hermanos estaban cada uno a su bola. Ya que ninguno me iba a hacer caso, decidí llamar a mi mejor amiga Noa, ella sabía, más o menos, lo que pasaba con mis hermanos. Puede que no con detalle, pero si sabía de algún que otro roce.

No tardó mucho en aparecer por mi casa y cuando tocó al timbre, oí que tanto, Lucas como Theo, salían de sus habitaciones, fui hasta la puerta para abrirle y literalmente se lanzó a mis brazos. No pude evitar no corresponderle el abrazo y acabamos entrando, fuimos hasta el salón y allí estaban los dos futbolistas, Lucas mirando la tele y Theo con el móvil y sin camiseta...

-Chicos, Noa está aquí.

Intenté llamar su atención para que al menos la saludaran, cuando miré a mi amiga no pude evitar abrir los ojos al descubrir que se comía con la mirada a Theo, que seguía sin camiseta...

-¡Bueno! -conseguí sacarla de su trance -¿Os hace un FIFA? -dije tirando de su mano para ir hasta el sofá.

-Claro... -dijo ella yendo a sentarse al lado de Lucas.

Me acerqué a Theo y tiré de su mano al momento, él me miró con una ceja levantada y le llevé a la cocina.

-¿Quieres ponerte una dichosa camiseta? -le golpeé con el rodillo en los brazos.

-Para, no seas loca -me quitó el rodillo y lo dejó en la mesa -¿Por qué me tengo que poner una camiseta?

-¿Por qué? ¡Porque Noa te estaba comiendo con la mirada imbécil! -le pegué con la mano en el brazo, él me cogió ambas manos y me dejó contra la encimera.

-¿Y qué? Que yo recuerde estas con Lucas. -lo último lo dijo con malicia.

-Me da igual, eres mi hermano, no quiero que salgas con ella, le gusta Antoine. -el rió irónico y se acercó a mi cara.

-Puedo hacer lo que quiera. Tú estás con Lucas, yo no tengo que hacerte caso.

Dicho eso, me soltó y se fue directo hacia el salón de nuevo, pero sin hacerme caso y sin ponerse una camiseta, me acordé de la familia de mucha gente en ese momento y apretando los puños me fui de nuevo al salón. Noa estaba sentada junto a Theo y ambos preparaban su equipo y Lucas por su partes, estaba esperándome.

-¿Juegas conmigo, no? -me sonrió Lucas.

Asentí y me senté a su lado en el sofá y asegurándome de que los otros dos estuvieran a sus cosas, junté mi boca con la suya. Lucas sonrió y me besó de nuevo soltando el mando de la consola para juntar su boca con la mía. Al momento sentí que me lanzaban un cojín que me golpeaba en toda la cabeza, lo que hizo que dejara de besarle.

-Theo... -le dijo Lucas a regañadientes.

-¿No íbamos a jugar?

-Sí, pero ¿qué es que no puedo besar a mi novio tranquilamente? -recalqué la palabra "novio", cosa que hizo que Theo gruñera por lo bajo.

***

No sé ni cómo cojones habíamos llegado a esta escena, Lucas y yo en un sofá jugando al FIFA mientras que Theo y Noa se comían a besos... Sí, lo único que quería que no pasara, pasó y no me estaba gustando nada. Pero lo mejor es, que si él quería jugar, yo sabía cómo jugar de verdad.

-¿Me das un segundo? Tengo que ir al baño. -le dije a Lucas parando el juego.

-Vale, pero date prisa, que no me quiero quedar sola con estos dos... -me dijo Lucas mientras me mordía el labio.

-Vale.

Le di un beso corto y fui directamente al baño, allí saqué mi móvil y me lo pensé muy bien antes de hacer lo que estaba pensando.

-Lo siento, pero me has obligado a ello... -dije para mí misma.

Marqué el número y esperé dos tonos para que me respondiera, cuando lo hizo sonreí.

-Adriana, oye te pasarías por casa, Theo está un poco aburrido, así que quiero darle una sorpresa.

-Claro, te mando un mensaje cuando llegue y me abres la puerta. -dijo ella.

Sonreí malvadamente y salí del baño para dirigirme de nuevo al salón. Allí me senté con Lucas y pude observar que los otros seguían metiéndose la lengua hasta la garganta. Puse los ojos en blanco, pero no tuve que esperar mucho ya que el mensaje de Adriana llegó. Me levanté corriendo y fui a abrir la puerta, íbamos hablando hasta que ella entró por el salón y vio la escena de su novio con mi amiga.

-¡Theo Hernández! -gritó Adriana y él nombrado se separó de mi amiga.

Yo sonreí disimuladamente y saqué a Lucas de la sala en cuanto pude, Noa nos siguió hasta la cocina, estaba muy nerviosa y andaba de un lado a otro mientras escuchábamos a la pareja discutir, esto estaba saliendo tal y como yo esperaba. Nunca te la juegues conmigo.

-Dios, me va a matar si me pilla... -dijo Noa.

-Que no mujer, la peor parte se la va a llevar Theo, eso seguro. -la tranquilizó Lucas.

-Eso le pasa por casanova. -dije disimulando mis ganas de reír a carcajadas.

Ella se despidió de nosotros y se fue. Lucas y yo nos quedamos en la cocina, él me sonrió y se me acercó de nuevo, me cogió de los muslos y me subió a la encimera para poder besarme tranquilamente. Pasé mis manos por su cuello, pero poco después sentí a alguien acercarse y le separé de mí. Adriana entró con la cara roja y con alguna lágrima en las mejillas, no voy a mentir, me daba pena verla así, pero era lo que Theo se merecía por gilipollas.

-Lo siento, no sabía que estaban así... -le dije y ella me abrazó.

-No te preocupes, él es un gilipollas, pero gracias. Gracias por ser buena conmigo aunque sabía que no te caía muy bien...

-No hay de qué. Sabes que estoy para lo que quieras. -quizá no fuera tan mala chica. Quiero decir, acabo de hacer que rompa con Theo por celos, es lo que toca.

Ella se fue de la casa y Lucas desapareció un momento para irse al baño, yo estaba bebiendo agua cuando al girarme vi a un Theo muy enfadado y con ganas de matarme. Intenté no hacerle caso, pero cuando quise pasar por su lado, me cogió y me estampó de golpe contra la pared.

-¿¡Estás loca!? ¿No te bastaba el restregarme en la cara que quieres a Lucas? ¿Tenías que hacer esto?

-No vas a ser el único que juegue.

-Te la has buscado. Solo espera a que decida contarle lo que pasó a tu querido Lucas, te vas a arrepentir de todo. -me amenazó y se fue a su habitación dando un portazo.

Y por primera vez, tuve miedo de Theo. ¿En qué lío me he metido?