Somos Hermanos |Lucas & Theo Hernández|

Uno

Estaba esperando en el aeropuerto de Barajas a que mi hermano llegara. Luego tendría que volver s por Theo, pero él vendría unos días después, por el momento solo tenía ganas de abrazar y no soltar a Lucas. Cuando llegaron los jugadores del Atlético me salí fuera y los esperé allí, cuando me vieron me fueron saludando con la mano y cada uno se fue hacía los respectivos coches. Cuando Lucas me vio, se acercó rápidamente y dejó la maleta para abrazarme fuertemente. Pasé mis brazos por su cuello y me subió como koala, rodeando su cintura con mis piernas. Me bajé y me dio varios besos en la mejilla, mientras me abrazaba.

-Dios, que cariñoso eres hijo. -reí, cuando paró de darme besos.

-Llevo casi un mes sin ver a mi hermanita.

Sonreí y cogió su maleta, pasó su brazo por mis hombros y nos dirigimos a mi coche para poner rumbo a nuestra casa. Mamá, Didier y Violette nos esperaban allí, bueno y Adriana, la novia de Theo, no me caía para nada bien.

-¿Mamá está en casa? -me preguntó mientras guardaba la maleta.

-Sí, están el tío y Violette. Y la pesada de Adriana. -entré en el coche y lo puse en marcha.

-Pobrecita, si es maja. -le miré con cara de asco.

-Porque no has tenido que convivir con ella todo este tiempo.

Reímos y poco después llegamos a nuestra casa, bajó la maleta y yo le esperé mientras habría la puerta, al momento oímos a Violette venir corriendo y se lanzó a los brazos de Lucas, reí viendo la imagen y luego cerré la puerta detrás de mí. Decidí llevar la maleta a la habitación de Lucas, y ya de paso iría a la mía para dejar mis cosas, pero me encontré con Adriana, con una camiseta mía puesta. Otra vez.

-Espero que no te importara, las mías están para lavar. -le sonreí falsamente, pero en verdad quería lanzarle piedras.

-Sin ningún problema.

-Estupendo, voy a ver a tu hermano -se acercó a la puerta -. Por cierto, ¿cuando vayas a por Theo, te importa si voy?

-En absoluto.

Ella me sonrió y yo le devolví el gesto, pero cuando salió por la puerta empecé a pensar en cómo quemar esa camiseta que me había cogido. Me quité las deportivas y dejé las llaves del coche, las gafas y la cartera encima de mi escritorio. De nuevo bajé y me fui con los demás. Estaban todos en la terraza hablando, Violette estaba en el regazo de mi hermano, y cuando yo llegué, la levanté y me senté yo encima de él. Empezó a discutir conmigo y al final llegamos a la conclusión de que nos turnaríamos.

-¿Que soy un asiento ahora? -me preguntó.

-Obviamente. -Violette y yo reímos ante la mueca de Lucas.

Estuvimos hablando y riendo todo el tiempo, al menos mamá, nuestro tío y nosotros dos. Violette jugaba en la piscina con Enzo y Roma y Adriana estaba con su teléfono. Lucas y yo acabamos discutiendo de tonterías y gracias a eso yo acabé dentro del agua.

-¡Lucas! Yo te mato. -dije saliendo.

-Ya echaba de menos estos momentos de hermanos. -dijo mi madre

-Yo no, porque siempre soy la que acaba en la piscina.

Entré en la casa para irme a la habitación a cambiarme, pero cuando menos me lo esperaba, me cogieron de la cintura y me acorralaron contra la pared, y a continuación me besó. No pude evitar sonreír y pasar mis brazos por sus hombros desnudos, ya que se había quitado la camiseta debido al calor. Lucas colocó una de sus manos en mi cadera, por debajo de la camiseta y la otra en mi mejilla.

-También eché esto de menos. -dijo separándose unos segundos para luego volver a besarme.

Sonreí cuando me cogió en cuello y se dirigió a mi habitación, me dejó encima de la cama y me quitó la camiseta con ansiedad. Se colocó encima de mi cuerpo apoyándose en sus brazos y en sus rodillas y me seguía besando como si no hubiera mañana.

***

Juntó nuestras frentes cuando ambos llegamos al clímax y luego dejó varios besos en mi mejilla, se tumbó a mi lado y me acarició la cara con delicadeza, provocando que me riera debido a que me hacía cosquillas. Poco a poco se fue quedando dormido, seguro que estaba agotado por el viaje. Pasé mi mano por sus mejillas y luego por su pelo, seguí por sus hombros y finalmente por sus brazos hasta llegar a su mano. La cogí y la llevé a mi boca para dejar un beso en ella.

Me levanté con cuidado y cogí un bañador del armario y una camiseta grande, que no sabía si era de Lucas o de Theo y me fui al baño de mi habitación.

Me miré en el espejo, tenía las mejillas rojas y mi pelo desordenado, a Lucas le encantaba enredar sus menos en él. Me refresqué la cara y me puse el bikini y la camiseta. Antes de salir, me aseguré de que todo estuviera en orden y me aseguré de que Lucas quedara tapado con la sábana por si a alguien le daba por entrar.

Le miré una última vez y sonreí antes de salir por la puerta. Llevábamos con esto desde hacía casi un año, a veces pensaba en las consecuencias, pero luego recordaba lo cariñoso que era Lucas conmigo y se me olvidaba todo. No sé cómo habíamos llegado a esto, creo que había sido una noche en la que ambos estábamos solos en casa y Lucas había bebido, acabó soltando un montón de cosas que me dejaron estupefacta y al final de la noche ambos habíamos acabado en la cama. A la mañana siguiente pensaba que me soltaría el discurso pero fue todo lo contrario, volvimos a acostarnos y así hasta ahora. Nadie sabía de esto, y nadie sospechaba porque mi relación con mis hermanos siempre fue muy cercana, por tanto siempre estaba cariñosa con ellos. Pero puede que un poco más con Lucas que con Theo.

Llegué a la piscina y me tumbé en una de las tumbonas y Violette vino para que le hiciera una trenza en el pelo. Mi madre apareció y se sentó en una silla a la sombra.

-¿Tu hermano? -me preguntó.

-Estuvimos hablando, pero se quedó dormido al momento. -cuando terminé de hacerle la trenza ella se volvió al agua.

-¿Vas a buscar a Theo cuando vuelva?

-Sí, pero me tiene que llamar para decirme la fecha fija.

-Estupendo.

Volví a ponerme las gafas de sol y decidí dormir un poco antes de meterme en la piscina. Estaba segura de que Lucas no dormiría mucho y bajaría, así que no tendría que aguantar sola a la pesada de Adriana. Porque de verdad, me ponía de mal humor.