Once

957 62 40
                                    

Me había quedado de piedra tras lo que Lucas me había dicho hacía unas horas. Estaba tumbada en la cama de mi habitación, con el perro que Theo me había regalado en brazos, habíamos decidido llamarle Káiser, no había podido pegar ojo desde que habíamos llegado. Es más, Lucas y yo no nos dirigimos la palabra desde que salimos del estadio y todo fue culpa de la discusión que tuvimos allí, en la que ambos acabamos llamándonos de todo y yo acabé pegándole un tortazo. Empecé a dar vueltas por la cama, sin saber como conciliar el sueño.

Me levanté y me senté en la cama y cogí mi móvil y busqué el contacto de mi hermano. Le mandé un mensaje por WhatsApp para que viniera a mi habitación, no tardé en oír como picaban suavemente en la puerta y Theo se asomó para luego entrar cuando se lo pedí. Se tumbó a mi lado y abrazándome, tenía mi cabeza en el hueco de su cuello y él acariciaba mi pelo. Sin esperarlo, mis lágrimas comenzaron a salir sin poder evitarlo.

-Hey, preciosa... -dijo Theo sentándose y sentándome en sus piernas -¿Qué pasa? -yo escondí mi cara en su cuello y le abracé -Alexis, ¿qué ocurre?

-Lo sabé -dije como pude y le miré -. Lucas, lo sabe todo.

Theo se quedó con los ojos abiertos y con suavidad me dejó en la cama, me dio un beso en la mejilla y se levantó con cuidado. Cogí su mano, no quería que me dejara sola, no después de esto que le acababa de decir.

-¿A dónde vas? -dije quitando lágrimas de mis ojos.

-Vuelvo ahora, no te preocupes. -me dio otro beso y se separó.

-Theo...

Salió por la puerta y me dejó nerviosa, igual que como estaba cuando había venido. Me tumbé de nuevo y me metí en la cama, me tapé de nuevo con el edredón y abracé al perro.

***

A la mañana siguiente me desperté y me quedé quieta, Theo no había vuelto anoche y me había decepcionado bastante porque me había dicho que volvería, pero no lo hizo. Me levanté con ganas de no querer hacer nada, pero cuando iba por el pasillo me choqué con un cuerpo, con el de Lucas.

-Perdona... -dije vagamente.

Él me miró y bufó para luego pasar por mi lado sin decirme una sola palabra, cerré los ojos y luego seguí bajando las escaleras para irme a la cocina, cuando entré lo primero que vi fue a mi madre curando a Theo. Abrí los ojos y me acerqué a él rápidamente, tenía sangre seca en la ceja y un poco morado debajo del ojo.

-¿Qué te ha pasado? -dije preocupada.

-No ha sido nada, de verdad...

-Theo, no digas que no... -comenzó nuestra madre.

-De verdad que no, mamá. Déjalo.

Ella asintió no muy convencida y se levantó, luego le dio un beso a mi hermano en la frente y salió por la puerta de la cocina. Me senté en donde estaba mi madre anteriormente y comencé a curarle lo máximo que pude esa herida en la ceja, le miraba triste y cuando terminé, le abracé. Estaba claro qué era lo que había pasado, pero me extraña que Lucas no tenga marcas en la cara. Le cogí de las mejillas y busqué más heridas.

-¿Por qué?

-Le pregunté qué había pasado y me dijo que sabía que nos habíamos acostado y una cosa llevó a la otra y acabó dándome golpes porque, según él, le había jodido la vida. -apoyé mi frente en su hombro.

-Esto no va a ninguna parte... -dije cansada.

-Alexis... No digas eso, es todo culpa mía -le miré confusa -. Nunca debí meterme por en medio, no... No debí.

Se levantó y volvió a dejarme sola en la cocina de nuevo, apoyé mi codo en la mesa y luego mi cabeza en la mano, ¿qué demonios estoy haciendo con mi vida? Mi madre entró en la cocina y se sentó a mi lado. No estaba segura de lo que iba a hacer, pero ahora, no había marcha atrás.

-Mamá, tengo algo que decirte...

-¿Qué ocurre cariño? ¿Es sobre lo que ocurrió con Theo y Lucas?

-Tiene que ver con Theo y Lucas, pero no es sobre lo que tú crees... -ella me miró algo confusa -Cariño, ¿qué pasa?

-Mamá, me he acostado con Lucas y Theo. -dije de golpe.

-Ay, cariño... Ya lo sé, mi amor -me quedé con los ojos abiertos cuando ella dijo eso, no se inmutó

-Pero... ¿Cómo es posible que... ¿Cómo? -ella se sentó a mi lado y me acarició el pelo.

-Os oí alguna vez y... Os vi besaros. No tienes que sentirte mal, hay algo que... Nunca os dije... A ninguno. Y siento mucho no haberlo hecho antes -me dijo con cara de arrepentimiento -. No sé por qué no lo hice antes...

-Mamá, ¿qué es?

-No eres... No eres mi hija -me quedé boquiabierta -Déjame explicarme, no eres mi hija, pero eres mi sobrina. Tu padre es Didier.

-¿Cómo?

-Cuando eras pequeña, estabas demasiado unida a Lucas y luego cuando llegó Theo, os unisteis todos demasiado. Un día... -ella paró y suspiró -Eras pequeña, erais muy pequeños todos, ninguno se acuerda de eso ya porque ocurrió cuando teníais entre uno y dos años, estábais jugando y te caíste del columpio, te golpeaste la cabeza y... Bueno, cuando despertaste en el hospital, pensabas que Lucas y Theo eran tus hermanos. Tenías amnesia... Decidimos dejarlo así.

Me quedé como estaba, es cierto, recuerdo caerme del columpio y el despertarme en el hospital, no odiaba a mi madre. Lo hicieron porque no querían hacerme daño de pequeña. Ella me abrazó, para mí sería mi madre aunque en realidad mi verdadero padre fuera mi tío...

-Entonces... -dije cuando me separé -Soy prima de Lucas y de Theo...

-Sí, por eso no me enfado tanto porque te hayas acostado con ellos, pero aún así... ¿En qué pensabas? -sonreí y levanté los brazos de manera inocente.

-A ver, los hombres están potentes...

-¿Es mi jodida prima? -me giré y Lucas estaba en la entrada mirándonos enfadado.

-Lucas...

-¡Tú, te callas! -me dijo al momento -¿Por qué no me lo dijiste? -se dirigió a su madre furioso -Te conté todo lo que siento por ella y no me dijiste nada, la culpa me carcomía y no dijiste nada. ¿Qué clase de madre eres?

-¡Eh! ¿Qué te pasa ahora? -Theo entró por otra puerta y enfrentó a su hermano.

-Estupendo el que faltaba... -dijo su hermano.

-Theo... -empezó Laurence.

-Díselo mamá, venga -ella no dijo nada y yo la abracé, Lucas estaba loco. Ahora miró a su hermano -Adivina. Nos hemos estado acostando con nuestra prima. No con nuestra hermana. -djio para luego irse de casa dando un portazo.

Theo se quedó boquiabierto. Ahora sí que se había jodido todo.

Somos Hermanos |Lucas & Theo Hernández|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora