Dieciocho

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Narra Alexis

Me desperté con dolor de cabeza y en todo el cuerpo, me pesaban los parpados y me dolía la garganta un huevo. Moví mi cuello lentamente para quitar la sensación de vegetal que me recorría, cuando por fín abrí los ojos y miré hacia mi derecha, una sonrisa débil apareció en mi rostro, pero verle sentado frente a mí me dio un poco de energía.

-Ya era hora de despertar princesa. -me acarició la mejilla y cerré los ojos con su tacto.

-¿Qué hora es? -dije con la voz ronca.

-Son las tres de la tarde, pero tú tranquila, aún necesitas descansar. -cogió mi mano y se llevó a la boca para besarla.

-¿Y Lucas? -dije.

-Está... Está con Cris. Pero no se ha separado de ti hasta que llegué, pasó aquí parte de la noche. Pero se fue cuando me vine...

-¿Qué? ¿Por qué? -dije intentando incorporarme.

-Él... Bueno, me dijo que... Que habías dicho mi nombre mientras dormías, que había sido lo primero que habías dicho... -empecé a ponerme roja y no pude decir nada, me había pillado -No pasa nada princesa, eso quiere decir que me quieres.

-Yo... Eh... -soltó una risa y pasó su mano por mi mejilla.

-Te quiero.

Se acercó y juntó su boca con la mía. Sinceramente, me encantaba que me besara, le quería y... Me dolía no haberlo descubierto antes, él siempre había estado para mí, aunque estuviese a kilómetros de distancia. Siempre había estado ahí cuando le he necesitado.

***

Entré en casa y lo primero que vi fue a Káiser lanzarse a mi cuerpo, lo cogí en cuello y le abracé mucho, quería mucho a ese perro. Lo dejé en el suelo y empezó a jugar con los pies de Noa, que era quien me había traído hasta aquí, cerró la puerta y nos adentramos en el interior en busca de mi familia. Ellos no sabían que hoy me daban en alta, llegué hasta la terraza y vi que estaban todos allí, pero lo que no me gustó nada ver fue a Lucas, dentro de la piscina en un hinchable con Cris. Me quedé parada en la entrada a la terraza mirándoles.

-¡Alexis! -Violette me sacó de mi estado y la abracé en cuanto llegó a mi lado.

Ella fue la primera pero poco a poco fueron todos acercándose a mí para abrazarme, Theo fue el último en hacerlo y cuando lo hizo, me besó cariñosamente. Pasé mis manos por su cintura y le abracé a mi cuerpo, luego dejó un beso en mi mejilla y se separó. Me quedé mirando a Lucas pero él, por su parte, no me miraba, se mantenía en el hinchable y con la chica encima. Creo que estaba todo claro... Sonreí vagamente y con la cabeza gacha subí a mi habitación, me senté en la cama y al momento escuché gritos en la terraza.

-¡Acaba de salir del hospital y la tratas con desprecio! ¡Lucas es Alexis por Dios! ¡Seré un gilipollas por irme a otro equipo, pero tú, eres un gilipollas por tratarla como a Amelia! -le gritó Theo.

Apoyé mi cabeza en las manos y poco después sentí la puerta de mi habitación abrirse. Theo entró tranquilamente, cerrando la puerta por completo, se arrodilló frente a mí, incluso estando así era tan alto como yo, sus manos fueron en busca de las mías y me mostró una sonrisa tranquilizadora. 

-Es un imbécil, un imbécil que esta perdiendo la mejor chica que podría encontrar, un imbécil por hacerte daño, un imbéc... -llevé mi boca a la suya y le besé con seguridad. Algo que me faltaba desde hacía tiempo.

-Pues creo que va siendo hora de pasar página y olvidar a ese imbécil. -dije cuando me separé.

-¿Estás segura? -preguntó con miedo -No quiero que estés conmigo por pena.

-No lo haría. Si estoy contigo es, como tú muy bien dijiste, porque te quiero. Y no como a un hermano.

Él me besó de nuevo, sujetando mis mejilla con ambas manos, se levantó y estando encorvado, me siguió besando mientras se quitaba la camiseta que llevaba puesta, se separó un momento de mí y me reparé en algo que nunca antes había visto. Un tatuaje. Pasé mis manos por su clavícula, justo por encima del tatuaje con mi nombre. Nunca antes me había fijado en que lo tenía.

-¿Es la primera vez que lo ves? -asiento y ríe un poco -Pues lleva ahí siempre.

Me besa de nuevo, pero esta vez soy yo la que para el beso, me giro dándole la espalda y comienza a besar mi cuello mientras sus manos se cuelan por debajo de mi camiseta. Sus besos llegan hasta la parte de detrás de mi cuello y mi cuerpo se estremece. Me quita la camiseta y cuando lo hace, sujeto sus manos, y las llevo a mis costados, mientras él me ataca el cuello.

-Quiero que vengas conmigo a un sitio. -digo en un susurro.

-A donde tú quieras princesa -se separó y me giró -. ¿Qué es lo que quieres hacer?

-Un tatuaje. -dije convencida.

-¿Te quieres tatuar mi nombre por algún casual? -sonrió y entonces yo reí -¿Qué pasa?

-Tu nombre ya lleva demasiado tiempo en mi piel, solo que nunca lo has encontrado. -él me miró confuso y yo sonreí.

Pasé mis brazos por su cuello y entonces me elevó haciendo que rodeara su cintura con sus piernas. No tardamos mucho más en acabar entre las sábanas nuevamente.

***

Estábamos en el estudio de tatuajes del amigo de Theo y Lucas. Estaba mirando los diferentes diseños de lo que tenía en mente mientras Theo hablaba con Alex. Ayer había conseguido encontrar mi tatuaje, bueno, no es que estuviera muy escondido, pero si lo suficiente para que no lo encontrara. Su nombre estaba junto al de su hermano en mi bíceps derecho, era como el que tenía Lucas, pero menos grandes y menos vistoso.

Sentí las manos de Theo por mi cintura y casi colándose por la cinturilla de mis pantalones. Besó mi hombro descubierto y me giré.

-¿Ya sabes que quieres? -asentí -Sorpréndeme.

-Quiero un león y que por entre medio de la melena y sin ser muy grande haya un 15. -el me miró confuso.

-¿Por qué el león con mi dorsal?

-Porque tú eres mi león. Siempre lo has sido.

Somos Hermanos |Lucas & Theo Hernández|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora