Draco Malfoy
Ya sabía dónde diablos estaba. De repente, todo se iluminó en su mente. Él se hallaba dentro de un conjuro. ¿Ese era realmente el futuro? Era realmente aterrador pensar en ello. Aquella planta adormecedora había hecho que no recordara nada por un momento.
- Por supuesto... por eso no tengo mi varita. Mi cuerpo aún está en Grimmauld Place. – Esto lo tranquilizó por el momento. Pero también lo llenó de dudas. ¿Cómo funcionaba esa magia? Quizás eso no importaba ahora. Solo debía encontrar la forma de despertar. Draco se enderezó ya que aún estaba apoyado contra la pared. – Debes ayudarme a despertar Hermione. -
- Despertarás. – Ella recordaba perfectamente ese estúpido libro. – Cuando llegue su momento lo harás. Mientras tanto ven. Te mostraré que va a suceder si no haces lo que te digo. –
Caminaron durante varios minutos. Si Draco quería salir de allí por su propio pie, iba a ser imposible. Estaba completamente perdido bajo tierra. Supuso que se habían internado incluso más abajo. Hasta que llegaron a un recinto inmenso abovedado. Allí había muchas personas conviviendo. Sus lugares estaban divididos por paredes de cartón o telas colgadas con una cuerda que hacían las veces de pared. Algunas estaban cerradas, otras descorridas. A medida que recorría el lugar observó a las personas y ninguno lo miró con antipatía como diciendo "eres nuevo y no te aceptamos". Todo lo contrario cada uno seguía haciendo sus cosas. Cenaban, tomaban una taza de té caliente en recipientes metálicos, otros jugaban con dados y cartas, o simplemente dormían en catres o colchones en el piso. Era todo muy precario. Muy muggle. Pero en seguida se le vino a la mente aquellas personas que estaban en el callejón ¿Sabrían de este lugar? ¿Y Harry? ¿Estaría viejo y desamparado muriendo de frio en alguna esquina en la basura? ¿O a esas alturas ya no se encontraba con vida?
Hermione lo guio por los pasillos improvisados de ese sitio hasta una puerta. Ella la abrió y le indicó que ingresara. Cuando él lo hizo ella entro y antes de cerrar la puerta, le indicó algo a la niña y se fue. El espacio reducido parecía un armario donde se guardan los artículos de limpieza. En una pared había una estantería hasta el techo, que contenía utensilios. Vasos, tazas y platos de metal y cubiertos. Había cajas con la palabra "archivos" tachadas y abajo reescrito ropa y medicinas.
- ¿Dónde estamos? –
- Ese es uno de los antiguos patios centrales del subterráneo. Allí afuera pudiste ver los últimos magos de Reino Unido. –
- ¿Son magos? – preguntó Draco completamente incrédulo.
- Si. Y sus descendientes. Hay muggles y squibs también. – respondió la anciana.
- ¿Qué sucedió Hermione? – Ella le señalo una de las dos sillas que cabían en ese espacio. Y Draco tomó asiento. - Dime ¿yo provoqué esto? ¿fue mi culpa porque hice el conjuro...? -
- Nononono. - lo interrumpió. – El conjuro no tuvo nada que ver. Estaba en tu destino hacerlo. Pero algo salió mal. –
- ¿Salió mal? ¿Desde cuándo los magos tienen que vivir así? No he visto una sola varita. –
- Es porque fueron destruidas. Solo una persona tiene. –
- El señor oscuro. –
- Si. –
- ¿Y se puede saber quién es? – Ella se lo quiero viendo con pena. - ¿Mi... mi padre? – dijo en un susurro. Ella sonrió tristemente.
- No. Es Harry. - Draco no daba crédito a lo que decía aquella mujer.
- No es posible. Él jamás... Harry no es capaz de hacer esto. –
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Sin tí, JAMÁS! [Drarry] Primera Parte.
FanficLuego del final de la segunda guerra de Hogwarts, todo cambió. Y ya no hay marcha atrás. Con un simple arrepentimiento, el epilogo que todos conocemos, nunca sucederá. ¿Pero por qué? Simplemente porque cuando llega el verdadero amor todo cambia. L...