Transcurrió una semana más. Y a media mañana Ron y Hermione regresaron Grimmauld Place. Caminaron lentamente y en silencio por el estrecho pasillo de la entrada para no despertar a la señora Black. Pero a Hermione le pareció muy extraño que ella no haya emitido sonido desde que estuvieran allí. Pero lo dejo pasar por el momento. Cuando llegaron a la entrada del comedor vieron el cambio que habían hecho los chicos, y admiraron lo bien que había quedado aquel espacio. Pero al acercarse a la puerta de la cocina se detuvieron en forma abrupta cuando escucharon a sus amigos.
- Mmmm Harry. No tan fuerte. Lo haces muy fuerte. No seas bruto. –
- Quédate quieto. Si te mueves tanto, no puedo localizar el centro. –
- Ron no debemos estar escuchando. Vámonos y regresamos en un rato. – le dijo Hermione al oído completamente colorada. Ronald se llevó un dedo a los labios y le pidió que hiciera silencio.
- Ayyy pero duele ¿Me tienes que clavar tanto? –
- ¿Te das cuenta que si no lo hago así, te dolerá más? Solo relájate y te sentirás mejor. –
- Me vas a dejar todo colorado. Ya sabes que tengo la piel muy sensible. –
- Deja de comportarte como niño. Y sé hombre. – Harry rió mientras Draco seguía gimiendo. La pareja recién llegada no podía creer que sus amigos lo estaban haciendo en la cocina. Aquella casa era de libre ingreso para las personas que podían entrar. "Por lo menos hubieran tenido la decencia de tener relaciones en su habitación con la puerta cerrada y los hechizos pertinentes como cualquier persona" pensó Ron exageradamente como siempre. Entonces para ellos se llevaran un buen susto, les abrió la puerta de golpe. Hermione se tapó los ojos inmediatamente, y Harry los miró con sorpresa.
- Hola ¿Cómo están? ¡Qué bueno que regresaron! – dijo alegremente mientras masajeaba uno de los músculos del cuello de Draco y éste se quejó contra el almohadón.
- Tranquila cariño. Ambos están vestidos. – ella espió por entre sus dedos y bajo la mano, una vez verificado que efectivamente habían malinterpretado los ruidos. Draco estaba sentado en una silla con su cabeza sobre un almohadón sobre la mesa.
- Claro que estamos vestidos. ¿Qué creían que estábamos haciendo? – dijo Harry con el ceño fruncido. Justo en ese momento apretó de más el musculo y Draco lanzó un alarido.
- No lo creerías. – respondió Ron con sarcasmo.
- ¿Qué sucedió? – pregunto Hermione.
- Mal movimiento. – contestó Draco con voz temblorosa. Mientras Hermione fue a buscar un poco de hielo, Ron enarcó las cejas pero divertido.
- ¿Y ese mal movimiento fue debido aaaa...? ¿alguna posiciónnn...? -
- ¿Qué te sucede hoy? ¿No pudiste tener relaciones con Hermione y estamos pagando nosotros? – se quejó Harry.
- ¡Noooo... nada que ver! – dijo Ron poniéndose colorado y mirando para otro lado. Para luego volver al tema principal. - Pero no me van a negar que esos ruidos que hacían no eran raros. –
- Tienes una mente muy activa Weasley. – dijo Draco con voz amortiguada por la postura. Hermione regresó con el hielo y lo envolvió con un paño. Luego lo trituró, y lo coloco en el cuello de Draco. – Aaaaah esta frio. – Hermione tomó la mano de Harry y se la colocó arriba del paño para que sostenga.
- Claro... es hielo tonto. ¿Acaso pretendías que fuese caliente? – se burló Ron. Draco se sentía demasiado dolorido como para pelear con él así que lo dejó pasar.
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Sin tí, JAMÁS! [Drarry] Primera Parte.
FanficLuego del final de la segunda guerra de Hogwarts, todo cambió. Y ya no hay marcha atrás. Con un simple arrepentimiento, el epilogo que todos conocemos, nunca sucederá. ¿Pero por qué? Simplemente porque cuando llega el verdadero amor todo cambia. L...