Todo sucedió muy rápido. Draco abrió los ojos apenas sintió el piso abajo sus pies. Se sentía como si todo su cuerpo fuese de corriente eléctrica. Solo logró ver la imagen de Harry que giró inmediatamente apenas apareció en la cocina de la casa Black, cuando se desplomó en el piso.
El jefe Robards le había dado a Harry aquel día libre para esperar el regreso de Draco. Pero la tardanza de éste lo estaba preocupando demasiado. "¿Acaso no iban a simular la salida de Azkaban para la prensa?" se preguntaba una y otra vez. Eso tendría que ser algo rápido y ya eran las diez de la noche y Draco no regresaba. "¿Y si su intento de apoderarse del giratiempos había fracasado? ¿Y si su padre lo mantiene contra su voluntad en la mansión?"
Harry escuchó la puerta de entrada y corrió hasta el rellano de la cocina. Pero era Ron que volvía de la tienda de bromas.
- ¿Qué sucede? –
- Draco aún no ha regresado. - Harry giró y volvió al interior de la cocina, mientras de Ron se quedó apoyado contra el marco de la puerta a lo alto de las escaleras.
- ¿Le has enviado algún mensaje a Robards? –
- No. No quiero poner a Draco en peligro si su padre lo está reteniendo. – Ron se quedó pensativo mientras Harry se paseaba de un lado al otro. Hasta que en un momento, en el medio de ambos la imagen de una persona comenzó a parpadear. Harry giró de repente al escuchar esa especie de estática, mientras que Ron sacó su varita y se puso alerta. Cuando la figura se asentó, Harry corrió hacia Draco que abrió los ojos, le sonrió, pero al instante se desmoronó inconsciente. Por suerte había llegado a su lado para que no se diera de cabeza contra el piso. – Draco. – le dijo agitándolo de un hombro y luego del mentón. – Draco despierta. Ron voy a levitarlo hasta el sillón. –
- Claro... ¿Qué es eso que tiene en la mano? – pero Harry no le contestó ni tampoco se fijó, por el momento. Solo realizó el hechizo de levitación y con cuidado llevó a Draco al sillón de la sala comedor. Le tocó la frente y estaba afiebrado.
- Accio manta. – Unos segundos después una manta apareció volando. Y lo tapó. Draco estaba sujetando fuertemente algo que colgaba de una cadena aun alrededor de su cuello. Harry le abrió suavemente la mano y miró el objeto. – Ron... es el giratiempos. –
- ¡Mierda! – Ron estaba mirando por sobre el hombro de Harry. - Jamás vi uno así. – Harry arqueo las cejas y giró la cabeza para mirarlo.
- ¿Alguna vez has visto alguno? –
- Claro... el de Hermione... de lejos. Cuando me recuperaba de la mordida de Sirius. –
- Seguro... Pero tienes razón. Es muy raro. – dijo mirando nuevamente el objeto desde todos los ángulos.
- Harry. – Draco había despertado.
- Iré por agua. – dijo Ron para darles un poco de espacio. Harry se acercó al joven tocando su frente con la suya. Y luego le dio un suave beso en los labios.
- Te extrañe. –
- Y yo. – Harry se enderezó. Y en ese momento Ron entró y le tendió a Draco el vaso de agua. Y éste comenzó a beber con ansias. – Luego que termines subirás a descansar. -
- No. Debo ir a la mansión para decirle a mi madre que estoy bien. Además... ¿no quieres saber que paso? –
- Iré yo a decirle a tu madre que estas bien. Y si... quiero saber que paso. Pero también me preocupa tu salud. Hiciste una aparición muy extraña y tienes que descansar. ¿Estás herido? ¿Te duele algo? –
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Sin tí, JAMÁS! [Drarry] Primera Parte.
FanfictionLuego del final de la segunda guerra de Hogwarts, todo cambió. Y ya no hay marcha atrás. Con un simple arrepentimiento, el epilogo que todos conocemos, nunca sucederá. ¿Pero por qué? Simplemente porque cuando llega el verdadero amor todo cambia. L...