Sin tí, JAMÁS! [Drarry] Primera Parte.

Capítulo 13: No hay pastel.

Harry abrió los ojos y Teddy ya estaba despierto se llevaba un pie a la boca y se lo mordía con las encías. Tenía un pequeño diente a medio salir en la parte de abajo. Pero no parecía molestarle. Del otro lado, dándoles la espalda, estaba Draco durmiendo envuelto en una sábana. Durante la madrugada luego que el bebé comió y se volvió a dormir con la pancita llena, se recostaron uno de cada lado y se quedaron unos minutos charlando de cosas del pasado, como por ejemplo, Draco le preguntó sobre su vida con los Dursley, y como se había enterado lo de sus padres. En cambio Harry le pregunto cosas más triviales como que le gustaba comer o que era lo que le gustaba hacer en sus ratos libres. Draco creyó que Harry tuvo una vida muy dura. Y que no había tenido idea por todo lo que había pasado. Además de cariño comenzaba a sentir mucho respeto por él. Y Harry pensaba que darse cuenta de los errores y cambiar, era un signo de mucha valentía que no muchos podían hacer tal cosa. Ambos daban gracias de haber llegado hasta ese punto de sus vidas, y ahora poder transitarla juntos. En un momento se tomaron de la mano y entrelazaron sus dedos y se quedaron observando la paz que transmitía el niño. Hasta que el sueño los venció también.

Harry se colocó los anteojos que estaban sobre la mesita de luz, y apoyo su cabeza en una mano. Con una sonrisa en sus labios, pensó en algo completamente inimaginable pero que le llego al corazón. Jamás en su vida habría imaginado convivir con Draco. Hacer todo lo que estaba haciendo por él. Incluso sentir que se estaba enamorando. De eso no había dudas.

- Hola amiguito. – le susurró. Teddy le sonrió y estiro su manito hasta la cara de Harry. Éste le dio un beso en la palma. Y el niño volvió a reír. – ¿Tienes hambre? – volvió a susurrar. Teddy volvió su cabello blanco inmediatamente. – Ahí esta Draco. Aún duerme. – le dijo y lo giró para que pudiera ver la espala de su tío.

- Ba baba ba BAAAAAA. – dijo Teddy estirando sus bracitos hacia Draco como queriendo tocarlo, y haciendo que la última silaba sea un gritito agudo. –

- No. No lo despiertes. – dijo sonriendo y dándole un beso en la nuca.

- Ya estoy despierto. – Dijo Draco girando. - ¿Se puede saber quién está gritando tan temprano? –

- Teddy dile... Tío no es tan temprano. Ya son las diez de la mañana. –

- ¿Ya? – Harry asintió. – Buenos días. - Lo saludó Draco.

- Buenos días. – respondió Harry. - Voy a aparecerme en mi habitación y salir de allí ¿Si? ¿Llevaras tú a Ted? –

- Claro lo llevo. – Draco se quedó en silencio acariciando la manito del bebé.

- ¿Qué pasa? –

- Nada. -

- ¿Seguro? -

- Si. – Entonces Harry se levantó bordeó la cama, le dio un fugaz beso en la mejilla y desapareció. Eso hizo que Teddy volviera a gritar de felicidad ante el truco de magia que había hecho su padrino. Pero Draco no podía evitar sentirse algo desilusionado. Si fuese una chica quizás Harry estaría orgulloso de mostrarla y pavonearse frente a sus amigos. "Miren mi hermosa novia". Mientras también se levantaba para colocar a Ted en la silla e ir a la cocina, se preguntó. "¿Esta era una relación? ¿O algo pasajero?" pero trató de sacar esos pensamientos de su mente para no terminar obsesionándose.

Unos minutos después entró a la cocina, y estaban Hermione y Ron desayunando también tardíamente. – ¡Buen día!

- Hola Draco. Hola Teddy cariño. – dijo Hermione y se puso de pie para cargar al bebé. – ¡Vaya! sí que le has tomado cariño al tío Draco. – dijo ya que Ted no había cambiado su color de cabello en ningún momento. Draco se sirvió café, leche y se sentó a la mesa.