Sin tí, JAMÁS! [Drarry] Primera Parte.

Capítulo 20: ¿De vuelta en casa?

Narcissa Malfoy acababa de retirarse de Grimmauld Place luego de la última visita programada por el ministerio. Esta vez Draco la había llevado a conocer la casa. Por supuesto lo había charlado previamente la noche anterior con Harry. Y este le dijo que no había problema. Lo único que le advirtió era toda la pared llena de información sobre el "conjuro" y que su madre no tenía idea de todo aquello. Así que justo antes de que ella llegara, colocaron un hechizo de invisibilidad a la pared.

Él le contó a medida que iban subiendo, las remodelaciones que habían estado haciendo. Y ella se mostró impresionada, porque lo que habían hecho lucía hermoso. Sabían que solo eran tres habitaciones hasta el momento. Pero en ellas se podía ver la calidez y la luz que emanaban de esos espacios. Una vez que esté toda cambiada, iba a ser una casa increíble. Antes que se terminara su estancia allí tenia intensión de cambiar la cocina. Es ahí donde estaban ingresando cuando Narcissa vio a Holly.

- ¿Qué haces aquí? – le dijo a la criatura.

- Mamá. Holly me pertenece y me ha estado sirviendo. –

- Pero la he llamado varias veces y no apareció. Eso es una falta de respeto hacia sus amos a quien sirve. –

- Es porque ya no pertenece a los Malfoy. –

- ¿Cómo dices? –

- Yo hice que cambiara de amo. No podía permitir que papá le pegara ni una sola vez más. – Narcissa se quedó estupefacta. Sabía que su marido no era un hombre amable con la servidumbre. Pero jamás se enteró que Holly había sido castigada por algo. – Un día la llamé y casi no se pudo contenerse en pie. Doy gracias a que fue a tiempo. Porque si le llegaba a pasar algo, no iba a perdonárselo jamás. -

- Está bien querido. – la bruja se volvió hacia la elfina y le dijo. - ¿Te encuentras bien? –

- Si señora Malfoy. – la pobrecita estaba temblando de miedo. Pero aun así se inclinó como reverencia hacia su antigua ama. – Gracias por su preocupación. –

La elfina les sirvió té y los magos continuaron con otra conversación. Narcissa le dijo a Draco que pudo "hablar" con su padre. La verdad había sido que volvieron a discutir. Esta vez por el tema del arreglo matrimonial. Ella se mostró indignada por aquel trato del cual no había sido informada. Le dijo a Lucius que jamás iba a permitir que a su hijo le impusieran tales condiciones. Y que si él iba a estar dispuesto a seguir adelante con aquella estupidez, pues iba a tener que pasar por sobre su cadáver. Claramente su marido no quería eso, y dispuso que iba a reunirse con Greengrass para dar marcha atrás con el acuerdo hasta nuevo aviso. Era obvio que para Lucius nada estaba finalizado hasta que lo decidiera al cien por cien. Y Ella no sabía si había sido la última palabra de su marido. Pero por el momento Draco estaba libre de aquel error.

Momentos antes de retirarse, Narcissa y su hijo fueron hacia el cuadro de la señora Black, para que por fin pueda descolgarse. Era evidente que la vieja pudo meditarlo durante los días que habían pasado entre que Draco le propuso irse a la mansión Malfoy, y el presente. Por lo que al principio se negaba a partir de aquella casa. Pero la madre de Draco volvió a contarle sobre el maravilloso lugar donde iba a estar colgado su prestigioso retrato.

Con ruidos a engranajes, clics por aquí, y clacs por allá, se formó un halo de luz amarilla alrededor del marco. Hasta que por fin con un puf como una pequeña explosión liberadora de toda la tierra que llevaba años acumulando, Walburga Black dijo... "listo pueden retirarme". Draco cerró nuevamente la cortina alegando que era para que no sufriera daños la pintura. Pero la verdad era para que Harry se acercara en completo silencio, y lo ayudara a descolgarlos desde del otro extremo. Una vez que lo bajaron, ambos concordaron que era más grande de lo que parecía allí colgado. Con la habilidad de una bruja experimentada como Narcissa, redujo el cuadro al tamaño de una libreta de viaje, y así lo pudo colocar en su cartera.