Sin tí, JAMÁS! [Drarry] Primera Parte.

Capítulo 19: Luces activas.

Ron les conto todo acerca de la visita a lo de Ginny y a lo de sus padres. Por supuesto que a Harry no le agradó lo que les estaba escuchando. Se sentía culpable porque ella haya tenido que irse de su casa para poder despejar su mente. Él sabía lo que se sentía tener esa necesidad de salir corriendo. No porque haya tenido que olvidar a una pareja, pero si muchas veces se había alejado de Little Whinging para poder pensar mejor las cosas que le estaban pasando en ese momento de su vida.

Pero aun así no le parecía bien que Ginny tenga que estar sola arriesgándose a peligros innecesarios. "Por suerte Dean la pudo ayudar. De lo contrario hoy estaría, o amargada en la madriguera, o dando vueltas por toda la ciudad exponiendo su condición de bruja ante los muggles." Pensó mientras se refregaba la frente con la palma de la mano en forma nerviosa.

- ¿Qué pasa? – pregunto Draco. Harry bajo la mano y respondió.

- Nada. -

- ¿Nada? ¿Acaso te está doliendo de nuevo la cicatriz? –

- ¿En serio me haces es pregunta Ron? No... no me duele la cicatriz. –

- ¿Entonces? – pregunto Hermione.

- Entonces me siento culpable. -

- No eres culpable. – Todos se quedaron en silencio porque el que hablo fue Ron. – Ella se dio cuenta que tú y Draco se querían, y por eso terminó la relación. Pero las cosas nunca son tan fáciles ¿no? Hoy me di cuenta cuánta razón tenías. – dijo mirando a Draco. – No puedo hacer un hechizo para que mis hermanos no sufran. Pero si puedo hacer que ellos transiten ese momento con menos presión. Todos mis hermanos, en este caso Ginny, saben que si me necesitan estaré junto a ellos en un segundo. -

- Y ellos para ti. También nosotros estaremos. – dijo Hermione mientras rodeo el cuello de Ron con una mano y lo atrajo hacia ella para depositar un beso en su mejilla.

- Bueno ¿me van a contar que pasó con la vieja? – pregunto Ron. Draco comenzó contando sobre la súplica de él hacia la señora Black, y la negativa de ella. Hasta que se dio cuenta que Hermione le había estado por contar algo antes de salir corriendo hacia el pasillo.

- ¿Qué me ibas a decir antes que te interrumpiera? –

- Oh... Lo bueno es que ya estamos todos. Como el próximo mes será mi cumpleaños pero ya habrán comenzado las clases, la directora me dejará salir de Hogwarts la noche anterior. Me dará permisos de esa índole porque llevo varias clases adelantadas. Así que por la mañana celebraré con ustedes. Y luego por la tarde me iré a la casa de mis padres. Quería avisarles con tiempo para que sepan que voy a venir. -

- Ambos saben que no deben avisar. - respondió Harry mirando a sus dos amigos. - Pueden venir cuando quieran. Esta es su casa. -

El mes de agosto iba transcurriendo con tranquilidad. Cada uno hacia sus quehaceres dentro y fuera de la casa. Con respecto la limpieza, donde había estado la sala del tapiz del árbol genealógico, se transformó en una especie de oficina. Allí Draco se instaló, pasando todo lo que estaba colgado en la cocina. Era un lugar más luminoso, además los libros no corrían peligro de que se ensuciaran con la comida. Utilizaron un viejo mueble con estantes que se encontraba en el ático. Lo pintaron de blanco y le sacaron las puertas que estaban en mal estado. Allí comenzaron a formar su pequeña biblioteca. Y todos podían quedarse trabajando hasta la hora que quisieran, sin tener que sacar todo de la mesa para comer.

Otro espacio que se transformó fue la habitación que compartían Harry y Draco. Más bien hicieron un cambio. Limpiaron el cuarto que había pertenecido a Sirius, porque justo estaba al lado del baño. Haciendo que se transformara en una habitación en suite. "Tener magia es simplemente alucínate" había dicho Harry y Draco se mostró completamente de acuerdo. Una vez que ambos llevaron sus cosas, Harry le pregunto.