Capítulo 24: No es adiós.

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El día anterior al viaje, invitaron a Neville y Hanna a la cena de despedida. Mientras Harry le pidió a Felix que llevara su primera carta al caldero chorreante, Draco se preparaba para ir a la mansión a despedirse de sus padres.

- Iré contigo. – dijo Harry dejando lo que estaba haciendo. Pero Draco lo retuvo.

- No. Escucha. Lo que sucedió el otro día con mi padre estuvo mal. -

- Draco... que olvides un calcetín rojo con ropa blanca en la lavadora está mal. Lo que hizo tu padre, haberte levantado la mano, fue terrible. Y no dejaré que lo vuelva a hacer. – Draco sonrió con cariño.

- Ese es mi valiente Harry. Prometo que no me hará nada. – Harry se acercó y acaricio la mejilla que había recibido el golpe.

- Ten cuidado ¿sí? -

- Lo tendré. -

Los chicos se despidieron y Draco salió. Cuando llegó a la reja que flanqueaba el terreno de su casa, pensó si alguna vez volvería a vivir allí. Su intención era quedarse con Harry. Pero si éste alguna vez lo echaba de una patada, no creía que regresase de nuevo a la mansión. El largo camino desde la reja a la puerta principal, lo realizó con tranquilidad. Caminó observando los altos setos que se estaban secando por el otoño y dejaban ver los jardines en igual estado. Los animales que deambulaban durante los días cálidos, de seguro se habían escondido para resguardarse del viento que hacia levantar las hojas en aquel momento.

Al entrar a la casa, solicitó la presencia de algún elfo. Se presentó ante él uno de los más antiguos sirvientes de la familia y lo reverencio. "Bueno... por lo menos mi padre no hizo que me traten como un paria" pensó con sarcasmo.

- Busca a mi madre por favor. Dile que la espero en su sala de lectura. – el elfo hizo una reverencia y desapareció. Draco ingresó a dicha habitación y se sentó a esperar a Narcissa. Dos minutos después se escucharon pasos acelerados por la escalera, y la bruja entro en dicha sala. Pero no sola. Lucius la seguía a corta distancia.

- Hola cariño. – dijo su madre y lo abrazó.

- Hola mamá. – luego de separase de ella. Miró a su padre. – Hola papá. -

- Hola Draco. ¿O debería llamarte traidor? –

- Por Dios Lucius ¿de qué hablamos? –

- Déjalo mamá. Realmente no me interesa lo que diga. –

- ¿QUE NO TE INTERESA? ¿QUE NO TE INTERESA? – Lucius gritó cada palabra con la cara completamente roja. Y camino hacia Draco en forma amedrentadora. Pero el joven no se movió ni un milímetro. Miró a su padre a los ojos hasta que éste último no soportó aquella confrontación. – Estas deshonrando el apellido de la familia. Me he esforzado cada segundo para que tener un estatus digno. Y tú lo estas pisoteando con este jueguito ridículo. Es una vergüenza. ¿Acaso salen con Potter a la calle de la manito? – dijo en un tono más calmado pero no menos enojado.

- Que a ti mi vida te parezca ridícula no es mi problema. Pero te aviso que yo no estoy jugando. Tampoco te incumbe que hago con Harry. – Las aletas de la nariz de su padre se extendían cada vez que respiraba en forma fuerte. – Me pregunto porque no puedes vivir una vida normal. Lleva a mamá de viaje. Regálale joyas. Cómprate una Ferrari. Un barco. Pero ya deja de entrometerte en mis cosas. Yo no deshonro el apellido de la familia. Quizás tú los has hecho. Piénsalo. – Draco amagó para ir hacia a su madre y saludarla. Y poder regresar a la casa Black. Pero Lucius lo tomo del brazo.

Sin tí, JAMÁS! [Drarry] Primera Parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora