ENTRE LOS WINCHESTER (SUPERNATURAL) #3

CAPÍTULO 11. MISTERY SPOT

Capítulo 11. Mistery Spot

_____ (Tn)

Seguía sin gustarme dormir en habitaciones separadas, no solo porque debía de dormir lejos de Dean sino por lo complicado que volvía todo, pero era lo mejor por el momento después Dean y yo comenzaríamos a dormir en la misma cama de nuevo.

Otro caso, juro que cuando fuimos al lugar nunca pensé que iba a ser tan difícil ni que iba a sufrir tanto.

Todo comenzó con "Heat of the moment" de Asia y una dura caída de la cama, prefería mil veces no dormir si eso evitaba mis caídas ya que los hematomas en mis brazos y piernas eran realmente molestos.

Me di una ducha rápida, no tardé en elegir mi ropa ya que era lo de siempre: camisa de franela, jeans, chaqueta de cuero y mis botas. Volví a meter mi cuchillo en uno de estas y comencé a trenzar mi cabello, salí de la habitación y recuerdo haberme encontrado con Sam, era hora de desayunar y Dean no se apresuraba.

-Cuando tú quieras, Dean-dijo Sam impaciente apoyado en el marco de la puerta.

Lo observé con curiosidad y caminé hacia él.

- ¿Qué ocurre? -pregunté con curiosidad.

Mi mirada se dirigió hacia Dean, quien sacaba un brassier de encaje negro y morado de su maleta y bajé la cabeza. Mierda.

- ¿Es tuyo? -le preguntó a Sam, a sabiendas de que era mío.

Sam lo miró molesto y Dean soltó una carcajada, entonces siguió buscando.

-Bingo-murmuró al encontrar su pistola, caminó hacia nosotros-Estoy listo para desayunar.

Cuando nos dirigimos hacia el restaurante, ralenticé mi paso por un leve mareo y Dean se detuvo observándome preocupado, Sam siguió su camino.

- ¿Qué ocurre? -preguntó tomando mi mano, su ceño se frunció.

Sentí un sabor metálico en mi boca, como si fuera sangre. Tenía un mal presentimiento.

-Algo malo va a pasar-susurré mirándolo a los ojos preocupada.

Él se quedó en silencio por un par de segundos antes de asentir, me dio un beso en la frente, cerré los ojos sintiéndome protegida y sentí su mano libre alzar mi rostro y pronto sus labios se juntaron con los míos, realmente me gustaba aquella sensación.

-No dejaré que nada te pase-me aseguró juntando nuestras frentes.

Asentí un tanto insegura, no tenía miedo por mi sino por él y Sam. Aquel sentimiento de extrañeza, algo estaba fuera de lugar y necesitaba averiguar que era.

Le di un beso corto en los labios y seguimos nuestro camino hacia el restaurante.

Entramos, no había mucha gente, pero tenía un ambiente agradable. Nos sentamos, Sam frente a Dean y a mí. Nuestras manos se volvieron a entrelazar debajo de la mesa y una pequeña sonrisa cruzó mis labios, me sentía tan completa.

-Oigan, martes-señaló el menú-Puerco en parrilla-sonrió entusiasmado.

Sam lo miró con ambas cejas alzadas.

- ¿Sabes qué es eso? -preguntó.

La sonrisa de Dean comenzó a desaparecer, fue cuando la camarera llegó para tomar nuestras órdenes.

- ¿Les tomo su orden? -preguntó con una sonrisa amable.

-Sí-dijo Dean-Quiero el especial, tocino doble y café.

La camarera miró a Sam.

-Que sean dos cafés y un cereal-dijo el más alto con tono sereno.

- ¿Y tú, querida? -preguntó la mujer mirándome.