Di Que Me Amas. (RoyEd)

capitulo 12.

Noticias. Pt.2

Narra Roy.

- Bueno, Edward Elrik y Alphonse Elrik serán transferidos temporalmente.

Esa noticia me dejo atónito, mi Edward se iría... ¿Porque?,¿por cuanto tiempo?

- ¿cuando volverán?

- depende.

-¿A que te refieres?

-suspiro.- Edward Elrik es el alquimista de acero mientras que su hermano Alphonse Elrik es un "ayudante" o mas bien su colega de esta manera seran entrenados: Edward Elrik sera entrenado física y psicológica mente, pues es muy impulsivo. Alphonse Elrik sera entrenado para mejorar su alquimia. Ambos entrenaran por separado pero en el mismo lugar. No podemos separarlos.

-¿Porque se los llevan?

- bueno, es parte del trabajo como alquimista nacional, aparte hicimos unas encuestas donde Edward puede estar por su parte pero Alphonse es el que esta un poco mas atorado, pues todo prefiere hacerlo con su hermano. Tambien por eso los entrenaremos por separado.

-no...yo...

Antes de acabar mi frase la puerta se abrió. Ambos miramos al doctor que salía.

- Edward Elrik es muy fuerte, solo tiene una pequeña torcedura en su brazo izquierdo, algunas heridas de menores y debe estar en una calefacción fría, Prendí el aire acondicionado. No lo apagen. ¿Quien sera el que se hará responsable del joven? -pregunto mirándonos a ambos, rápidamente conteste "yo" a lo cual el solo asintió.- estara bien, supongo que ya debió de haber despertado. Dele de comer esto -me entrego una hoja con un tipo de dieta especial.- nos vemos.

Sin pensarlo entre casi corriendo y lo mire, estaba mirando a la ventana, como decía el doctor ya despertó, al escucharme volteo a verme, su rostro se iluminó y sonrió, sus hermosos cabellos dorados se levantaban por el aire.

- Chibi. -dijo con un nudo en la garganta, pues el se veía tan bien que las ganas de llorar me invadieron .- estas bien.

-sonrió .- por supuesto que si. Jaja. -me miro.-

Edward...porque tu...eres tan lindo.

Sin más, camine a él y me senté a su lado, nuestras miradas volvieron a unirse y el calor se hizo presente, sujete su mano y este por instinto se sonrojo, se veía tan lindo que casi me desangro.
Quería besarlo, no desaprovecharía esta oportunidad otra vez.
Lentamente sujete su barbilla y nuestros rostros se acercaron a tal punto de que nuestras respiraciones estaban entrelazadas, nuestros dedos yacían igual. Sus ojos se cerraron, los mios por otra parte estaban entrecerrados. Quería verlo. Sin mas nuestros labios se sellaron con un beso apasionado y cálido. Sentía como él dejaba que mi lengua entrara, no desaprovecharía eso,obviamente lo hice invadiendo su zona bucal. La puerta cerrada y la ventana abierta era lo único que nos mantenía en secreto, aunque no seria del todo sencillo pues nuestras bocas soltaban uno que otro sonido y en especial la boca de Ed la cual salían uno que otro jadeo.

- Roy...-separó nuestro beso, no a mucha distancia, nuestras narices topaban y nuestras miradas seguían enganchadas.- Winry llegara pronto para arreglar mi brazo.

- ¿eso te molesta?

- no...

-¿entonces, no quieres?

- Roy...-acaricio mi mejilla.- yo...te quiero...pero Huhgles tuvo que decirte. Yo no podre estar aqui.

- si, lose.

- me iré en una semana por favor. Prometeme algo.

- lo que desees. -sujete su mano y la bese.-

- no me olvides.

-chibi...¿porque debería olvidarte?, jamás me olvidare de ti. Eres lo único por lo que vivo.

- Gracias Roy. La teniente Riza te ama, y tengo miedo.

-¿de que?

- río.- de que me dejes.

- jamás. Deja de pensar en ello, yo te amo.

-sonrió.- esta bien.

-tu sonrisa me enamora. -lo bese de nuevo.-

Él respondió mi beso y al escuchar los tenues golpes provenientes de la puerta nos separamos dejando un pequeño lazo de saliva colgando entre ambos labios, Ed se relamio estos para cortar este lazo. Reí y deje que entraran, me acomode para que no sospecharan de lo ocurrido. Era la amiga de Ed con otro implante.

- ¡Edward como es posible que descuides tus aparatos! -dijo en forma de regañó.-

- lo siento Winry, ¿podrias hacerlo denuevo, por favor? -dijo inocentemente.-

- idiota. -se acerco y miro lo que quedaba del implante.-

Mientras la joven rubia lo arreglaba, Ed sujetaba mi mano de dolor. Llegaron algunos pensamientos de como seria si el pariera a un hijo nuestro, pues estaba en una similar pocision pero esta vez era su brazo.

Es tan lindo.