Di Que Me Amas. (RoyEd)

capitulo 20.

Depresión

Narra Roy.

Ha pasado exactamente unos 9 años desde la ultima vez que pude estar con Edward, cada noche con insomnio por las lágrimas que el me hace derramar, lo extraño tanto.
Llevo varios meses en depresión a lo cual afecto mi trabajo, me dieron a penas unos días de descanso pero, si en esa semana no logro recuperarme perderé el puesto y el trabajo.
Me encontraba tirado, recordando sus ojos amarillos cristalizados, su cabello tan brillante y sedoso, su tercia piel.
Jaja y como no olvidar sus celos y sus berrinches tan lindos.

Golpeé con fuerza mi cama, arrepintiéndome cada día.
De echo...
Mañana es cumpleaños de Edward, intentare ir por él, no soporto esta mas sin verlo o abrazarlo.

Mañana iré por él.

...

..

.

Ha pasado 1 dia, hoy iré por Edward.

Tome una ducha, me arregle y lleve un repuesto de guantes,salí de mi habitación y me fui directamente a la puerta. Algo me hacia no salir, era un presentimiento malo.
¿Que pasa?

- ¡Coronel Mustang!

La teniente Riza llego preocupada conmigo, sujeto mis prendas y las jalo un poco. Su expresión me dio algo de miedo y preocupación.

- Mustang...es Mayang, el escapo

¿¡De verdad!?, que mala seguridad tenemos, tengo que renovarla.

- ¿saben a donde fue?

- si. El esta aqui pero...nos esta declarando la guerra, venga.

La teniente me jalo, corriendo llegamos, estaba él con unos más alquimistas que yo realmente no conocía y parecían malos, había alguien mas, una mujer de vestido escotado y negro, pareciera tener garras largas y el cabello negro obscuro. ¿Quien era?

Algo no estaba bien.

-¡¿Quien es Mustang?!, diganlo ahora. -grito Mayang.-

Enojado camine colocándome frente a ellos.

- Yo. Soy Roy Mustang.

Comente firmé y enojado.

- mh...-la chica de negro se acerco.- tu eres el que estaba junto a Edward Elrik cierto.

¿Como sabe de él?

-¿¡Tu quien eres y como conocieron Edward!?

La risa de la chica no se hizo esperar, inclino el rostro y de tras de ella...
Camino Edward...

-¿E-Ed...ward?

- Si, Soy yo Edward Erik.

Mi Edward... Que hace aqui...

El se acerco lo suficiente a mi con una sonrisa malisiosa, se acerco lo suficiente y me beso.

No tarde nada en deducir, chasquee mis dedos formando la chispa que de esta salio el fuego que logro incinerar parte de su ropa, esta completamente se volvió en una persona que no era mi Edward. Cabellos largos negros, sin sexo definido y con top, shorts. Daba asco.

-¿¡cómo...!? -comento enojada.-

- Mi Edward jamás se me acercaría de ese modo, mucho menos se apeida "Erik"

- ¡Mierda!

Enfadado me acerque para pelear, La teniente Riza jalo mi cuello de la camisa y me tiro asi tomando impulso para patear a la cosa grande y ancha que venia a mi desviándolo por completó.

- Gula, espera.

-esta cosa asintió sin dejar de expulsar saliva de su boca.- si si si.

- sabemos que tienen la piedra. Es mejor que no la den. Claro si esto no se realiza tenemos que llegar a la fuerza...y ...si quieren guerra con mucho gusto.

-tsk. Nose de que estan hablando, pero es mejor que se largen de aquí.

- bien, agotaste mi paciencia. Tendremos que pelear por la piedra. Que lastima. Habrán muchos muertos.

- claro, a ustedes verdad. -comente en risas mientras chasqueaba los dedos de nuevo para crear la llama y ayuentarlos, algo que no me funciono de mucho pues estos solo lo esquivaron.- Teniente Riza vaya por refuerzos.

La tormenta eléctrica comenzó a tronar, sabia que tenia más problemas si llovería.
¡Joder!

Remange las mangas de mi abrigó y Sonreí pues estaba dispuesto a esta pelea.

- yo pelearé con la chica de en medio, ustedes encargense de los otros 4. El afeminado, la bola, el pelos de alga y el relleno. -comente en forma de burla.-

-estos me escucharon, se enojaron y el afeminado de lanzo contra mi, alcancé a esquivarlo y en este movimiento lo pateé.- Aahhh!!! ¡idiota de mierda!

Empezamos esta guerra, en donde tuve que pelear con el afeminado, que escuche algo de que su nombre era...¿Envy?, ¿envidia? O algo asi.
Tuve que pelear con él o ella, no fue fácil pues era demasiado elástica, (me referiré a "ella") lograba esquivar mis golpes, no quería usar la alquimia hasta que sea necesario esta vez solo eran golpes. La teniente Riza y los demás soldados se encargaban bien de los otros mientras que conmigo no fue sencillo.
Hubo un punto donde sentía el liquido espeso y caliente salir de mi interior, la sangre comenzó a brotar, deduje rápido que estos eran homúnculos pues su carne se regeneraba pero al quemarse no.
Tenia que matarlos a base de alquimia de fuego.
Comencé a esquivar sus golpes, sin darme cuenta la espesa sangre comenzó a mezclarse con el agua del cielo. Comenzó a llover ¡Genial!. Era mas probable que el me matara ahora, en fin, seguí esquivando sus golpes e incluso logre golpearlo varias veces.

- ¡Rindete alquimista!

Yo no me rendiré hasta poder ver denuevo a Edward.

Un pensamiento llegó a mi mente al pensar en él, me distraje por unos minutos y ella aprovecho para golpearme en la barbilla con su pie, sofocarme con un golpe en el diafragma y finalmente patearme en el estomago para que saliera disparado a una pared. Al estar ahí tirado, escupiendo sangré y sin fuerzas trate de levantarme pero ella me pateo aun más y me pegó a la pared, la mire y de nuevo estaba con el patético disfraz de Edward.

- Antes de que mueras quiero que sea la ultima vez que recuerdes a tu Erik.

Estaba listo para morir...

Perdoname por no ser fuerte Ed...

Perdoname por si no llege a amarte lo suficiente.

Abrí el ojo derecho, y visualize el golpe con el que me mataría pero antes de que intentara este acto una arma de cuchilla le atravezo el pecho, su sangre me salpico.

-a...ahm...¿q...que?..

Es... De verdad...

¿Él?