Capitulo 15

1.7K 164 21
                                    

Pocos días.

Narra Roy.

La fuerte y molesta luz de la ventana provocó que me despertara, sin ganas solo gruñi.

-Roy, ¿no piensas levantarte?

-mh...-nege.-

La suave voz de Ed cerca mio hizo que sonriera, aunque amaneciera con un humor malo, él lograba alegrarme con solo escuchar su linda voz.

- la teniente Riza llegara pronto, levantate -comenzo a moverme.-

- Chibi...mhh -seguí quejandome.-

Después de casi una pelea me levante, me estire y el pequeño había preparado un café para mi.

- ten. -lo dejo en el buró.-

- gracias. Te amo. -Sonreí y tome el café, el solo se sonrojo y cruzado de brazos miro abajo.-

-tomare una ducha. -camino al baño.-

Acabe la mitad del café, me cambié y recogí el cuarto. Una vez todo listo estaba dispuesto a irme, no sin antes dejarle una nota a Ed.
Salí de la habitación topandome repentinamente con Hughles.

-¡Coronel Mustang!

-¡Hughles!

-¿que haces aqui? -preguntó sorprendido.-

-...yo...vine a darle un pedido a Edward. -dije firme.-

- ya veo. Bueno, ¿a donde se dirije?

- a mi oficina. -estaba tan incómodo que no hice ningún movimiento.- ¿usted viene por Chibi?

- asintió.- le dare un aviso a él. Ya se lo di a Alphonse.

- perfecto, ¿sobre que es el asunto?

-bueno, es el día exacto y la hora de su partida.

¡olvide que el chibi se va en unos dias!

-bueno, iré a mi oficina. Compermiso. Dentro de mi había un inmenso sentimiento de llorar, el nudo en la garganta no dejaba que saludara a los demás.

Después de un recorrido largo llegue, ordene las cosas y comencé a hacer el papeleo. La idea de que ya no veré mas a Edward me mata, quiero abrazarlo y jamas soltarlo.
Lo amo demasiado, seria incapaz de dejarlo ir.

En todas las horas no dejaba de pensar en él, me sentía mal.
No escuche los toques de la puerta hasta que la abrieron.

- ¿coronel Mustang?

-mh... -me acomode en la silla.- Teniente Riza, adelante.

- Roy, tengo algunos papeles por darte. -dijo entrando y ordenando el papeleo.-

- Teniente no me siento muy bien. -se levanto.- debo tomarme un respiro.

- Coronel, lo siento. Pero últimamente esta dejando los trabajos. Le pido con todo respeto que trabaje. -dijo seria.-

- mh, Riza...-suspire y asentí.-

- mire, si es algo personal, no me meteré pero, si realmente quiere que alguien lo escuche aqui estare. -dijo sonriente.-

- esta bien, no te preocupes, es algo repentino, se me pasara. -comenze a mirar las hojas.-

- por cierto coronel, aquel tipo de la otra vez...¿Mayang?, aun no quiere revelarnos nada, ¿quiere tomar medidas altas?

- no, yo hablare con él.

- esta bien. Iré a revisar los demás pendientes. -se despidió formal y se fue.-

Realmente no me sentía bien, quería ir a buscar al chibi pero el papeleo no me deja.
La tarde fue muy rápida, sin darme cuenta ya tenia que salir, salí de mi fría oficina mirando los pasillos, parecían normales las luces encendidas, camine un poco pues iría por un café, llege rápido a la cafetera, no me di cuenta de la precensia que estaba ahí.

- Mustang.

-¿ah? -mire atrás encontrándome con la teniente.- me asustaste.

- Roy, tengo algo que confesarte. -se levanto y camino hasta llegar a mi espalda.- yo...no quiero retener esto más.

- teniente Riza, como usted me dijo, el papeleo no se hará solo tengo que apresurarme. Te escucho hasta que mi café este listo -prepare todo y la mire.-

- usted...es alguien especial para mi, siempre nos cuidamos y protegimos, nos preocupamos el uno del otro.

Ese segundo mi corazón se inmovilizó, sabía que la teniente me declararía su amor, estaba preparado para negarle, mi mirada se concentro en la persona que entraba, estaba nervioso. Tendría que negarle la declaración pero él... Escucharía todo.

- Buenas noches, Teniente, Riza. -dijo el ojidorado entrando a la cocina y preparándose un té y un emparedado.-

-Edward -susurré.-

- Buenas Ed. -dijo Riza mirándolo rápidamente me miro.-

Escuche el sonido de la cafetera anunciando que mi café estaba listo, tome la taza dispuesto a irme pero ella no me lo permitía

- Roy Mustang, me gusta. Y quiero que mis sentimientos sean correspondidos por favor.

Escuche una taza de platico caer, ambos miramos de donde provenía el sonido, y como lo pensé fue de Edward.

Se puso celoso...

Joder.

Di Que Me Amas. (RoyEd)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora