Capitulo # 30

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Capitulo #30

Harry: -Tomó tu otra muñeca, y te acercó un poco más a él- yo… -Se quedó mirando tus ojos- yo… -Dijo de nuevo al no despegar sus ojos verdes de los tuyos… 

Tu: ¿Tú? –Dijiste algo nerviosa por tenerle tan cerca. 

Harry: -Soltó una risa entre dientes- ¿Sabes? Será mejor que me vaya. –Dijo al quitarse de frente a ti. 

Tu: Yo… -Interrumpió

Harry: Si, sé que debes entrar ya… -Decía como evadiendo el tema. 

Tu: Harry… -Dijiste al cruzar los brazos-

Harry: -Rio tiernamente- Te ves tierna cuando haces eso. Es como que quieres imponer algo… no sé. –Levantó los hombros- Quiero verte entrar a tu casa. 

Tu: No entraré, quiero sabe…-interrumpió 

Harry: ¿Te acompaño a la puerta?

Tu: ¡Deja de interrumpirme! –Dijiste exasperada.

Harry: -Sonrió, al parecer le divertía verte molesta- Bien. Tengo que irme, necesito ver que estés a salvo.

Tu: Como si a las personas les interesara secuestrarme. 

Harry: Tal vez, puede ser, o eso crees tú.

Tu: Bien, Mañana tendrás un día muy aburrido y enfermo. Porque no estaré contigo. –Decías con modestia- te dejaré ir…

Harry: ¿Nos vemos después de la pasarela?

Tu: ¿Te puedo preguntar algo?

Harry: Si, dime. –Decía al sacar las llaves del auto de su chamarra.

Tu: ¿No te cansas de verme tan seguido?

Harry, te miró a los ojos pensativo. Agachó la mirada, como si evitara ruborizarse por un recuerdo o pensamiento. Luego alzó la mirada y tenía una sonrisa nerviosa. Sus ojos se mostraban juguetones a la luz. Escuchaste que se abrió la puerta de la casa de Gustav y era tu tía con una bolsa de basura. Los vio, y saludó a Harry con una sonrisa. Le dijiste que ahorita entrarías, ella aceptó. Algo raro, pero aceptó. Luego Harry después de su encuentro con diferentes emociones, acarició tu mejilla y dejó un beso plasmado. Luego de confundirte de lo que había pasado, te retiraste y sonreíste como seña de despedida. Él esperó a que entraras a casa para tomar camino a casa. 

Cuando viste a Gustav sentado viendo la televisión, observaste a tu tía en la cocina haciendo no sé qué tanto. Gustav te hizo un hueco en el sofá, como un papá esperando que su hija le contase como le fue en la escuela. 

Gustav: ¿Qué tal? ¿Cómo van las cosas?

Tu: ¿cómo van de qué? –Dijiste al sentarte.

Gustav: -Miró a tu tía, y se aseguró de que no escuchara- Yo no quería presentarte a ese chico, pero tu tía insistió en que tuvieras diferentes emociones y amigos... 

Tu: pues… es guapo. 

Gustav: Sé que no te gusta… -Decía seguro.

Tu: ¿Cómo sabes tanto? –Dijiste admirada- a veces siento que eres psíquico o algo así.

Gustav: -Rio- sé lo que es la adolescencia. Y me doy cuenta en la táctica que usa tu amigo…

Tu: ¿Cuál táctica?

Gustav: Esa de verse diario… él está consciente de que te vas en poco tiempo, ¿No?

Tu: -Asentiste con la cabeza- él lo debe de saber.

Gustav: Típico, no es de tu país, y aprovechas cada segundo para conocerla. 

Tu: Cuando esté en gira, se olvidará de mí.

Gustav: Ya se hubiera olvidado de ti después del V Festival. –Dijo al guiñarte el ojo.

Tu: Yo… -Titubeaste- no, es que… -Los nervios te ganaban- Claro que no. –Sabías que tenía razón. 

Gustav: me gustaría un día confiaras más en el “tío” Gustav, y le contaras sobre tú y Harry. Sería divertido escuchar y te podría dar consejos… 

Tu: -Sonreíste- gracias, pero… solo somos amigos. 

Gustav: Eso son, lo sé. Pero sé que uno de los dos no siente eso.

Tu: ¿De qué me sirve sentir yo eso? Él está lejos, yo no tengo dinero para venir a verle. No soy modelo, no tengo un cuerpo espectacular y mi actitud no es la mejor. Soy de humor diferente, y a veces suelo ser muy pesada y grosera. Suelo a veces ser tan… poco femenina que creo que jamás le gustaré. Igual, no me interesa que me guste. –Decías al finalizar el comentario, sin que sonara tan devastador. 

Gustav: Hablamos en unos días, ¿Sí? Necesito saber que piensas en… dos o tres días más. 

Tu: Si, perfecto. Tengo que ir a dormir… -Dijiste sonriéndole- gracias por todo. 

Él te sonrió de regreso, caminaste a la habitación y nomas te acostaste, caíste rendida. 

Al día siguiente, al despertar, te quedaste mirando a la nada, pensando en que Harry pudo estar celoso de alguna manera. Tanta insistencia, tanto misterio. Tanta irritabilidad, tanta inseguridad… tanto todo. Aquel encuentro de sus ojos, cuando lo tenías tan cerca de ti, había abierto en ti una gran incertidumbre por saber lo que pensaba él en ese momento. Sabías que las palabras de Gustav eran ciertas, pero por otra parte aquellas cosas que él decía, solo eran predicciones que posiblemente él veía y tus ojos no te dejaban ver. Temías saber que estabas enamorada de Harry, te gustaba más la idea de que él estuviera enamorado de ti, y tú de él no. Era ilógico que en tan poco tiempo crearas en él cosas inexplicables, en cambio, sabías que él lo había provocado el día anterior. Después de la reflexión y miedo de enamorarte de él, te levantaste y tomaste una ducha. En la noche sería la pasarela de Jamie, algo que la verdad comenzaba a llamarte la atención. Después de aquel evento, revisaste si había mensajes de Harry en tu celular. Y así era, ¡NADA! Ni una carita feliz, ni una llamada perdida. Nada. Por alguna razón, temiste que aquella señal de ver si llamaba… era la primera en saber si estabas enamorada de él. Te negaste a que volviera a pasar, pero inconscientemente revisaste más de dos veces. Pasaron varios días, y Harry no volvió a llamar. En cambio, Jamie llamó todos esos días buscando plática nocturna. A solo diez días de regresar a tu país, una mañana después de una larga noche, miraste tu celular por milésima vez, y no viste nada.

Pensabas: ¿Le llamo? No, de seguro ya encontró a su mujer en otro lado. De seguro se ha olvidado de mí.

Cuando saliste de la habitación huyendo de tu teléfono celular y tus deseos de hablarle, caminaste por un pasillo que jamás habías visto. Que te llevaba al jardín trasero, que jamás habías visto igual. Ahí estaban tu tía y Gustav. Te alejaste antes de que te vieran, y volviste a caminar por aquel pasillo. Donde se encontraban muchos cuadros con certificados y diplomas… ”Especializado en idiomas” “Certificado en comunicación y comercios internacionales” “psicólogo diplomático especializado en lenguaje corporal y adolescentes” 

Ahí estaba la explicación de tanta plática, tantos consejos, tantas ganas de verte feliz. Era psicólogo aparte de todo lo que actualmente era. Mientras tú veías esas maravillosas sorpresas, Harry estaba….

Let's pretend it's loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora