Capitulo # 24

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Gustav: Porque eres joven, relájate un poco más. Te preocupas demasiado y no quiero que… -Hizo una pausa unos segundos y retomó el hilo- te desveles por mi llamada.

Tu: ¿Qué?

Gustav: Ya vamos tu tía y yo. ¿Okey?

Tu: ¿Qué pasa?

Gustav: Si, no quise despertarte. Duérmete, trataremos de no hacer ruido al llegar. Buenas noches… -Dijo al colgar.

Saliste del baño preocupada por tener tantas preguntas y pocas respuestas. Cuando saliste viste a Harold jugando con su celular.

Tu: Listo.

Harry: -Te miró- Ah, ya saliste. –Apagó el celular- 

Tu: ¿Ah dónde me llevarás a estas horas?

Harry: En realidad no sé si deba a llevarte. 

Tu: ¿Cómo? 

Harry: No sé, quería llevarte a “Hyde park” pero es de noche, y no se admirará igual. 

Tu: Bueno, entonces… ¿Nos vamos? Digo, me llevas…

Harry: Claro. –Se levantó- Espera. –Dijo antes de que caminaras a la puerta-

Tu: ¿Qué sucede?

Harry: Me acompañas ah… ¿Tatuarme?

Tu: ¿Qué? ¿Tatuarte a estas horas?

Harry: El lugar está abierto hasta las cuatro. 

Tu: Son las… -miraste el reloj- Tres en punto. ¿Crees alcanzar?

Harry: Si, igual me gusta que esté solo, la última vez no pude salir por el conjunto de fans.

Tu: Bien, vamos. –Sonreíste, dándole así ánimos- 

Harry se levantó y ambos se dirigieron al auto, te abrió la puerta y entraste y después él entró. Al hacer algunos minutos de camino, al parecer sí, sí estaba abierta la tienda aquella. Miraste tan decidido a Harry que preferiste no presionarle con que te lleve a casa. 

Harry saludó a uno de los chicos lleno de tatuajes, alto y sin cabello, y a otro robustito y con una gorra de tapa plana cubriéndole la cabeza rapada. Al verte, ambos se mostraron caballerosamente y te recibieron como si fueses alguien importante para ellos. Harry te presentó como una “Amiga” pero ellos no parecieron estar convencidos de que tú y él fuesen sólo eso. Uno de ellos te dejó su silla, la más acolchonada. Agradeciste y te sentaste mientras Harry hablaba con ellos de su próximo tatuaje. Comenzaste a ignorarle a él y ellos, y comenzaste por revisar las paredes, tan extrañamente llamativas. De pronto, sin saber cuándo quedaste dormida en la silla. 

Cuando Harry había terminado de tatuarse, despertaste al sentir en tu rodilla la mano de alguien. Asustada, y con los ojos casi cerrados miraste que era Harry quien te había despertado de una forma en que no pudieras asustarte. Pero lo hizo aun así. 

Harry: Ya, ya nos vamos… 

Tu: ¿Ya?

Harry: Si. –Sonrió 

Tu: -Sonreíste levemente- Bien… -Te estiraste- ¿Cuánto dormí?

Harry: Aproximadamente como media hora.

Tu: Oh, sentí eterno el sueño.

Harry: Ya te llevaré a casa de Gustav, lo prometo. 

Aquellos chicos se despidieron de ti, y Harry de ellos. Igual agradeciste porque te hubiesen prestado la silla más cómoda que había hecho que quedaras dormida. 

Harry volvió a ayudarte a subir al coche y tomaron camino a casa de Gustav.

Tu: ¿Y?

Harry: ¿Qué pasa?

Tu: ¿Qué te tatuaste al final de cuentas?

Harry: Tus iniciales.

Tu: Sí, claro.

Harry: Si, enserio.

Tu: ¡Ay ajá! ¿Enserio?

Harry: -Se encogió en hombros- ¿Tú qué crees?

Tu: ¿Lo hiciste? –Dijiste sorprendida. 

Harry: ¡No! –Rio- me he tatuado algunas cosas en la muñeca. 

Tu: ¿Enserio?

Harry: Si, enserio. 

Tu: Menos mal… cosillas así que se te vienen a la mente, ¿No?

Harry: Pues en sí, no. 

Tu: ¿Entonces?

Harry: Me gusta plasmar cosas de mi vida en mi cuerpo, es ridículo, pensarás tú. Pero no quiero escribirlo en una hoja de papel y que se pierda, se despinte o se rompa con el tiempo. En mi cuerpo la veré y recordaré y en mí siempre estará. 

Tu: ¡Interesante! Eres valiente de tener tantas cosas… -Miraste a través de un plástico blanco que tapaba su muñeca- ¡Tan valiente que has tatuado tu signo del zodiaco! No puedes mentirme, ese es tu signo, ¿Cierto? A menos de que sean unas olas de mar puntiagudas nomas por qué si.

Harry: -Rio- Si, es mi signo.

Tu: ¡Te admiro! Yo creo que jamás me tatuaría, a menos de que valga la pena colocar un recuerdo. 

Harry: Coloca la fecha en el que nos conocimos.

Tu: ¡No tienes tanta suerte!

Harry: -Te miró- yo la pondría…

Tu: ¿Por qué? Solo fue un día normal, un momento normal, y una cosa normal. Algo que no es para recordar, ¿Oh sí?

Harry: -Ladeó la cabeza y luego la volvió hacia a ti- Será difícil de creer, pero a mí seas o no seas normal, como tus días normales, claro, yo si siento que nos conocimos por algo y aun seguimos juntos por algo. 

Tu: Entonces tatúate mi nombre. –Sonreíste- es broma, no me gustaría que llevaras en tu cuerpo algo que no creo que merezca. 

Harry: Para mí, lo mereces. 

Tu: No, no lo merezco. Ni merezco todas las atenciones que me das, y menos porque no soy alguien que lo esté aprovechando de verdad.

Harry: Pues… si no lo estas aprovechando eres buena actriz, disimulas bien el que yo te caiga bien.

Tu: Me caes bien, solo no lo aprovecho como debería.

Harry: Solo soy así con quien lo merece, y si lo mereces es porque sé que lo aprovecharás tarde o temprano. Me gusta pasar tiempo con personas que no acostumbro, y no sé, tú eres buena persona, muy atenta y si es que no lo aprovechas finges como que pareciera que sí. 

Tu: ¡Oh vamos! ¿Por qué tanto elogio? 

Harry:…

Let's pretend it's loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora