Capítulo 18

80 5 3
                                    


El día había transcurrido de lo más normal en la oficina, todo tranquilo, todo a su ritmo, todo como debía ser... O tal vez era mi perspectiva de las cosas últimamente, estaba viviendo una etapa completamente nueva en mi vida, estupenda, siéndoles honesta nunca me habría imaginado como esposa, vamos pues, ni siquiera enamorada a este nivel...

La hora de comer había llegado, estaba lista para salir de la oficina y comer en algún lugar con Erica, necesitábamos empezar a organizarnos para mi boda; santo cielo... mi boda. Aunque ya era mi marido ante la ley, imaginarme caminando hacia el altar era una idea que me erizaba la piel solo de pensarlo. Me sentía completamente fuera de la realidad, como si estuviera viviendo en algún mundo alterno en donde todo, absolutamente todo era perfección

Nos topamos en el elevador y decidimos ir a un restaurante muy pequeño que estaba a escasos metros del edificio, así que iríamos a pie, estábamos a punto de salir del edificio cuando mi teléfono sonó, era él, mi rostro se ilumino en un instante...

— Buenas tardes Señora Ferrera, ¿está lista para salir a comer?— tan solo su voz me acelera el pulso.

— Sí, estoy saliendo justo ahora...—

— Perfecto, te veo en el estacionamiento, estoy por llegar...— fruncí el entrecejo, llamando la atención de mi amiga

— ¿Cómo? — pregunté bastante confundida, no habíamos quedado para comer ¿o sí?

— Mi reunión de la tarde se pospuso, así que aproveche el momento para venir por ti e ir a comer...— respondió igual de contrariado

— Ah, bueno... Es que, salía a comer con Erica...— dije apenada

— Oh, vaya... no creí que ya tuvieras planes, pensé que sería buena idea sorprenderte pero creo que me equivoque...— mi corazón se achico al oír su voz

— Supongo que tendré que comprar algo en el camino para comer en la oficina...— salimos por la entrada principal y pude ver a la distancia el auto de Alex ya estacionado frente al edificio

— ¿Cuánto tiempo llevas ahí?— le pregunte, apresurando el paso para entrar en su campo de visión, viro para mirar hacia el edificio y me vio...

— Ah, me atrapaste... — sonrió y corto la llamada, me volví a mirar a Erica que me miraba desde la distancia con los brazos cruzados y una sonrisa burlona...

Alejandro bajo del auto y cruzo de prisa la carretera, cuando estuvo más cerca sonrió y se alzó de hombros

— Me atrapaste preciosa...— sonreí

— ¿Hace cuánto llegaste? Dime la verdad...— tomó mis manos en cuanto me tuvo frente a él

— Tengo ya un buen rato, suplí a tu amiga un tiempo con esta tarea ¿lo olvidas? — reí, tenia razón...

— Ve con él Sam, yo estaré bien. Buscaré buenas ideas de las revistas que traje y te las mostrare más tarde...— me volví a mirarla, no me percaté de que se había acercado...

— Gracias...— le sonreí apenada, ella sonrió

— Gracias Erica...— añadió Alejandro, mi amiga se despido de ambos con un gesto de la mano, se dio media vuelta y camino al edificio de nuevo...

— ¿Qué harían? — preguntó curioso mientras nos dirigíamos al auto

— Ideas para la boda...— respondí, él asintió sonriente y abrió la puerta para mí

Estábamos tratando de terminar con nuestra comida pero su teléfono no dejaba de sonar, lo había ignorado las primeras tres veces pero estaba claro que no cesaría hasta que respondiera...

Tal vez, seamos para siempre...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora