Mi pelinegra

Capítulo 7

Capítulo 7

¿Qué dijo? No, que ni lo piense.

-No Kagome, lo que necesito es relajarme y tú eres la persona indicada para tranquilizarme- diablos eso sonó muy cursi, pero por ver ese lindo sonrojo valió la pena.

-En ese caso Sesshomaru, estoy lista- la vi sonreír y mi corazón latió más rápido, lo repito, esta mujer me encanta.

-Muy bien, hice una reservación en el restaurante Tsuki Tama-

-Ese restaurante es precioso, muchas gracias- cuando estábamos saliendo note como la recepcionista que anteriormente me coqueteaba me miraba mal... Esto es interesante, por lo general a quien verían mal seria a Kagome, pero tal parece que con ella las cosas son muy diferentes.

El valet parking que debe tener como 20 años me entrego las llaves de mi auto, un Lamborgini Centenario del año.

-Señor Taisho, su auto- su voz era dura... ¿También este chiquillo?- Pequeña, cuídate- su voz se tornó dulce, diablos hasta este tipo la adora, parece que tendré que acostumbrarme.

-Gracias Jinenji, que tengas muy buen día- mi pelinegra es demasiado amable.

Le abrí la puerta del copiloto y la ayude a entrar, ella agradeció con una sonrisa. Me apresure a mi puerta y entre, arranque el auto y nos puse en marcha.

-¿Fue de tu agrado el abogado que te recomendé? ¿Estas satisfecho?-

-Tu recomendación fue sumamente acertada Kagome, gracias, la verdad me estas salvando la vida- mi vista no abandonaba la carretera.

-Me alegra serte de ayuda- la mire de reojo y ella miraba hacia el frente, estaba tranquila y relajada, sonreí, era una vista agradable.

-¿Quieres saber sobre mi caso?- la verdad estaba sorprendido de que no haya insistido en detalles.

-Oh no te sientas en la obligación de comentarlo conmigo, esto es algo personal y no creo que sea correcto- me voltio a ver aterrada, me causo gracia su comentario.

-Kagome, no es una obligación- después de eso le conté todo sobre Kagura, incluso le dije que después de eso tomaba a cuanta mujer se me ponía en frente y luego las desechaba, la verdad no sé porque se lo conté, pero contrario a lo que creí, ella no me reprocho mi actitud y su expresión se mantuvo neutra.

Termine mi relato una vez llegamos al restaurante.

Entregué mis llaves al Valet Parking y entramos, pedí mi reservación y nos guiaron a una mesa, el encargado de llevarnos tenía una cara muy seria.

-Su mesa señor Taisho, en seguida vienen a tomar sus órdenes- su voz era profesional, luego vio a Kagome y le sonrió... ¿Sera que el...? –Pequeña cualquier cosa que necesites avísame- Si, también el, genial, esta mujer no puede estar en ninguna parte...

Pero pensándolo bien eso me conviene... significa que debo encerrarla para mí.

Sí, eso no suena nada mal, tal vez lo haga.

Sonreí con mi pensamiento

-Gracias por todo Erick- el joven asintió y se retiró.

-Parece que eres conocida por todos- mi voz salió con un claro tono de reproche, ella se rio bajito y me miro con sus hermosos ojos brillando.

-Sí bueno, resulta que este es mi restaurante favorito-

El bar, el bufete de abogados, los valet parking, el restaurante... ¿Algo más "pequeña"?

-Entonces hice una buena elección-

-Definitivamente, ¿Ya sabes que ordenaras?-

-¿Te gustaría recomendarme algo?- ¿Acabo de decir eso? Jamás he dejado a nadie ordenar por mí, cielos ¡Ni siquiera a mi madre! Debo haber enloquecido.

-Aquí sirven un mixto de carnes finas que estoy segura que te encantaran, las guarniciones también son deliciosas, pero es un platillo algo grande ¿Te gustaría que lo compartiéramos?-

La mire sin comprender, y parece que ella lo entendió.

-Soy mujer, sí, pero disfruto de una buena comida, no me gusta privarme de un placer gastronómico- su tono era divertido, no pude evitar sonreír, no es una mujer que se mata de hambre.

-Entonces ese platillo será-

Sé cuál es el platillo que me dijo, pero pocas veces lo pido ya que como ella dijo es un platillo grande para dos o tres y no me gusta compartir con amigos (Miroku) y mis "compañeras" solo piden ensaladas.

Una linda peli roja se acercó con una sonrisa.

-Hola Ayame ¿Cómo va todo? ¿Esta Koga de Chef?-

-Kagome, que gusto verte, si, él está de turno-

-Entonces pídele mi platillo especial, hoy lo compartiré con mi acompañante, Sesshomaru, ella es Ayame una gran amiga mía, Ayame, él es Sesshomaru un compañero de la universidad-

-Mucho gusto Sesshomaru- ¡Al fin! Alguien que no me ve o habla mal por estar con ella.

-El gusto es mío Ayame- soné más amigable de lo normal, pero nadie puede criticarme, no después de tantos desplantes por culpa de mi pelinegra.

-Te encantara el platillo especial ¿Kagome quieres el vino acorde?-

-Te lo agradeceré eternamente Ayame, muchas gracias-

La pelirroja nos sonrió y se retiró.

Nos quedamos en un silencio un tanto incómodo.

-Kagome, ¿No me dirás nada sobre lo que te conté en el auto?-

Estaba nervioso, pero necesitaba saber su opinión.

-Sesshomaru no soy nadie para juzgar tu estilo de vida, como mujer repruebo completamente tu comportamiento, pero como ser humano entiendo tu situación, estabas dolido por la traición de esa mujer, ella te vio como un cajero del cual se podía aprovechar, y es en cierta forma razonable que desde entonces desconfiaras -

Ella me entiende, la mire sin poder articular palabra

-Pero sabes, un día habrá una mujer que atraerá tus ojos, y tendrás que cuidar lo que dices... debes tener cuidado en que tu estilo de vida no llegue a un punto en que te perjudique a tal grado de que te quedes solo y amargado, no deberías darle ese gusto a esa Kagura-

Tiene razón, desde que la vi a ella temí que se alejara de mi por ese estilo de vida, diablos hablo como si la conociera de hace años y apenas si la conozco desde hace 1 día.

-Tienes razón, deseo cambiar- debo probarle que puedo ser diferente, ese será mi primer paso.

Ella me miro tratando de analizarme y luego la vi sonreír alegremente, tal parece que decidió creerme

-Me alegra escucharlo, te mereces ser feliz con la persona indicada-

Creo que la encontré, pensé para mí, temiendo que al decirlo en alto eso arruinara la situación.