Mi pelinegra

Capítulo 3

-Buenas noches a todos, espero que la velada sea de su agrado- Sango trato de mover a su novio de modo que la azabache se pudiera sentar, pero este al no reaccionar me moví yo temiendo que por eso ella se fuera, pero solo me sonrió amablemente y se sentó a mi lado.

Un aroma a jazmín llego hasta mí, era increíble que hasta su aroma me atrajera, definitivamente esta chica desprende feromonas.

-Sango, llego Hoyo- su voz era baja pero el tono preocupado no me gustó nada, ¿Quién era ese tipo? –Y vino con Inuyasha- A ese idiota si lo conocía, pero la pregunta aquí era ¿Por qué ella lo conocía? Y ¿Por qué se veía preocupada?

Su amiga tomo una tonalidad pálida para después ponerse roja, asumo que de la ira.

-Ya verán ese par de desgraciados... tu quédate aquí, no quiero que te vean- la castaña se puso de pie, mire a mi primo y lucia serio, algo raro... extraño... no más bien imposible en él.

-Sango, no me voy a esconder, los atenderé personalmente y si no se comportan los echaré- su voz y expresión era decidida, su amiga la miro con preocupación y asintió resignada mientras se volvía a sentar. –Solo te venía a avisar... con permiso caballeros, disculpen el inconveniente, acepten mis más sentidas disculpas y como compensación la casa invita- luego de decir eso se fue, su forma de andar me tenía embobado, por el lugar que pasaba todos se apartaban de ella y la reverenciaban, no puedo creer el poder que tiene esa chiquilla.

-Sanguito no crees que deberías ir con ella-

-No Miroku, mientras este en el bar nada le pasara, solo espero que esta vez esos dos imbéciles se sepan comportar-

-¿De dónde conocen a mi medio hermano?- al decir eso ella me miro enojada.

-Medio hermano de inubaka asumo- su forma de referirse a él me daba gracia, pero solo me permití asentir con la cabeza. –Fue pareja de mi pequeña, pero la engaño con Kikyo- ¿Cambio a esa chiquilla mortal por esa muerta andante? Confirmado, ese idiota no tiene cerebro –Pero desde que ella se volvió tan popular la vive acosando junto con el imbécil de Hoyo, otro de sus ex novios....- eso último lo dijo en un susurro... Así que la chiquilla tiene problemas con sus amoríos, sentía mi sangre hervir al saber que sus ex novios estaban aquí y ella los fue a atender personalmente.

-¿Por qué su novio actual no la apoya?- Miroku me miro con una ceja alzada, lo sé, no suelo ser tan hablador y mucho menos suelo mostrar interés por alguien que no sea yo, ahora su ceja alzada había desaparecido y en su lugar estaba una expresión de burla, maldito, ya adivino lo que pretendo.

-Kagome no tiene pareja actualmente, Sango y todos los demás que la conocen y trabajan para ella se han encargado de aislarla-

¿Qué demonios?, es decir que la chiquilla cuenta con una barrera anti hombres...

-¿Te gusta mi pequeña?- ¡QUE PREGUNTA MAS DIRECTA! Antes de que pudiera pensar siquiera en la respuesta, un grupo de matones se dirigían a la barra, la gente se empezó a juntar en ese lugar y escuche a la castaña maldecir antes de salir disparada al sitio.

-Parece que los idiotas han vuelto a molestar a Kag- dijo Miroku con expresión molesta mientras seguía a Sango, me levante de prisa y los seguí.

Pude observar como la hermosa pelinegra observaba impasible a mi hermano y a un muchacho de cabellos castaños, ambos estaban siendo sujetados por un par de matones, toda la gente del bar, tanto hombres como mujeres lucían molestos por la presencia de ambos chicos.

-Caballeros, debo comunicarles que los inconvenientes causados a mi muy preciada clientela, negocio y mi propia persona han sido demasiados- su tono de voz era firme y lo suficientemente alto como para que todos escucharan, la música la habían bajado de volumen, su porte infundía respeto y podría jurar que estaba envuelta en un aura amenazante – he implementado una medida correctiva en la que mi despacho de abogados procederá inmediatamente –Un par de hombres vestidos de traje se acercaron a ella, uno le susurro algo al oído y ella sonrió complacida –Mañana a primera hora les llegara un citatorio, los he demandado y exigido una compensación además de una orden de restricción-