Capítulo 14

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Capítulo 14

-MUERO DE HAMBRE- la voz de rin nos hace separarnos completamente y justo a tiempo cando ella se aparece saltando a los brazos de MI Kagome, la cual le corresponde como si nada hubiera pasado.

-Entonces vayamos a solucionar eso- les digo a ambas que me miran sorprendidas para luego sonreír emocionadas y luego arrastrarme a la cocina.

¿Yo cocinando?

Las miro como una me muestra un delantal de corazones y arco iris mientras la otra un sombrero de chef ridículamente grande de color rosa, ambas dispuestas a hacer que me los ponga, yo niego con la cabeza vehementemente mientras me cruzo de brazos. No daré mi brazo a torcer.

Jamás

Bueno...

... Solo con ellas y para ellas.

Ambas se abalanzan a mí y antes de que pueda reaccionar ellas ya me tienen como quieren.

Que bajo he caído... ¿Y saben qué? Jamás me he sentido mejor.

Entre risas y charlas amenas cocinamos los tres, la verdad es que quedó delicioso, fue algo sencillo, una pasta a la boloñesa con algunas guarniciones y un poco de fresco de Jamaica, la cena paso igual de tranquila.

Me sentía en paz, sentía como si siempre hubiera pertenecido a este lugar, mire como ambas compartían una entretenida charla de mujeres, se veían como si realmente fueran hermanas, se notaba a leguas el cariño que se tenían, me sentía satisfecho con la situación, no pude evitar una sonrisa bobalicona, ambas me miraron sorprendidas y empezaron a reír, yo no entendía.

-Onii-chan tu sonrisa- grito Rin señalándome, juro que sentí que me ruborizaba levemente.

-Tu sonrisa es hermosa Sessho, deberías hacerlo más seguido, me tendrías aún más locamente enamorada- puso los codos sobre la mesa mientras entrelazaba sus manos y sobre estas ponía su barbilla mientras sus ojos no abandonaban los míos, me sonroje más y trate de desviar la mirada.

-Bueno hermanita, muero de sueño- fingió un bostezo mientras se levantaba de la mesa –La pase muy bien, nos vemos mañana- Antes de que pudiéramos responder ella huyo, sonreí dentro de mí, adoro a mi hermanita, es muy oportuna.

-Bueno Sessho, también estoy cansada... pero te debo una charla así que te tengo una propuesta- se levantó y empezó a rodear la mesa hasta quedar frente a mí, la veía para arriba y la vista era... woow.

-Te escucho- mierda mi voz sonó muy ronca, con nada ella me pone caliente.

-Estoy cansada- me repite como si a un retrasado le hablase, la mire mal, ella rio –Hablaremos el tiempo hasta que quede dormida- sus ojos brillan divertidos y noto como espera algo.

Pero... ¿Qué?

-¿Para eso tendríamos- y justamente algo hace clic dentro de mí y mis ojos se abren sorprendidos.

-Exacto... ¿Duermes conmigo en mi habitación?- No veo en sus ojos o en su tono de voz maldad o segundas intenciones, me siento ligeramente decepcionado por ello, pero... deseo hacerle muchas preguntas, así que no pienso más y me levanto.

-Andando-

Ella sonríe satisfecha y toma mi mano mientras subimos las escaleras despacio.

-Por mi casa han pasado un sin número de chicos, algunos solo por cuestiones de trabajos y otros por algo más personal, entre esos últimos tenemos a Bankotsu y a Inuyasha- ella empieza a contarme en voz baja para mí, en ningún momento me mira o suelta mi mano, siento mi sangre hervir, empiezo a creer que esto no es buena idea.

Mi pelinegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora