Capítulo 16 1/2: Especial Kagome

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Capítulo 16 1/2

POV KAGOME

-¿Estas segura de esto Kagome?- la voz de duda era clara en mi querida amiga, pero ya lo había pensado y estaba decidida.

-Si Sango, estoy segura de ello, además así matare tres pájaros de un tiro- le respondí sonriente y tranquila mientras fingía que mi mano era una pistola y le disparaba en la cabeza, aunque la verdad me moría de nervios, lo malo de jugar con fuego... es que tarde o temprano te terminas quemando, solo espero no acabar incinerada y si es así, espero que sea más tarde que temprano.

-Pero es peligroso, dicen que si se juega con él, las consecuencias son muy grandes- hablo la pelirroja mientras comía piquitos tostados con queso de manera compulsiva, sonreí enternecida, esa manía solo la toma cuando está MUY nerviosa.

-Ayame, Sango, sé que les preocupa y se los agradezco, saben que son como mis hermanas- y era cierto, ese par de locas desquiciadas con retraso mental, es decir el mismo diagnostico que el mío, son mi más grande tesoro, las amo y por ellas soy capaz de lo que sea, así como sé que ellas harían lo que sea por mí- Pero ya había decidido que volvería a la Universidad y aprovechando que conozco al director, pues me integro el viernes- Es decir pasado mañana, estamos a Miércoles por la noche.

Un almohadazo me interrumpió, no alcance a esquivarlo por estar haciendo "malabares" en un pequeño banquito, además de que mantenía un precario equilibrio sobre este, así que no me sorprendí cuando acabe tumbada en el piso, lo que hizo reír a mis dos queridísimas amigas.

Ambas estaban sentadas sobre la alfombra con las piernas cruzadas.

-¡¡SANGO!!- gruñí adolorida mientras me incorporaba un poco y le devolvía la almohada dándole en la cara, lo que hizo que parara sus risas y me sacara la lengua, fue mi turno de reír.

-¡Eso lo entendemos BAKA! Lo que no entendemos es lo otro- dijo acostándose en la alfombra.

Las tres estábamos reunidas en casa de Sango, teniendo nuestra versión de una pijamada, la verdad es que desde pequeñas éramos las mejores amigas, el tiempo paso y se encargó de separarnos y posteriormente volver a unirnos, ciertamente nunca perdimos contacto y la confianza quedo intacta... por lo que ahora somos confidentes leales, si en alguien puedo contar es con ellas dos y estoy muy feliz por eso.

Cada decisión realmente importante acostumbramos comentarla entre nosotras, y aunque a veces no estemos de acuerdo con las decisiones que alguna toma, nos aconsejamos y luego resignadas preparamos el botiquín de primeros auxilios para ayudar a nuestra hermana herida, claro, antes que eso, preparamos las armas con que aniquilaremos al pobre diablo que se atreva a lastimar a alguna de nosotras.

Desgraciadamente nuestros trabajos y responsabilidades nos dificultan reuniros las tres al mismo tiempo, por lo que solemos recurrir a estas "pijamadas", que según Ayame, son muy al estilo Pinky y Cerebro... Ya saben eso de: "¿Qué haremos esta noche Cerebro? Lo que hacemos todas las noches Pinky, tratar de conquistar el mundo".

Rodé los ojos con gracia mientras me arrastraba de forma "felina borracha" a donde estaban ellas, ambas rieron por las poses ridículas que hacia mientras esperaban lo que iba a decir.

-Menuda confianza chiquillas- ambas rieron de mi muy mal imitado acento español y yo las acompañe– Ustedes no son las únicas mujeres en mi vida –ambas me abuchearon y yo reí, Ayame me tiro uno de sus piquitos de queso y se perdió en el escote de mi blusa, me hice la ofendida y nos volvimos a reír, luego, recuperando la seriedad perdida después del segundo mortal que sirvió Ayame procedí a responder –Ella también es mi amiga y nadie mejor que yo entiende eso de que te obliguen a hacer algo que no quieres- las risas menguaron hasta extinguirse y nuestras expresiones serias tomaron su lugar –Hare lo que me pidió... ¿Cuento con ustedes?-

Mi pelinegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora