Esta es una historia narrada desde la perspectiva de Sesshomaru.
Todo inicia con las consecuencias de una vida llena de libertinaje y excesos, esto conlleva a que nuestro peli plata favorito tenga uno de los peores días de su vida, para finalmente...
-¿Cómo fuiste capaz de traicionarme?- dijo una voz masculina cargada de indignación, rencor y resentimiento en su estado más puro –Jamás debí confiar en ti-
–Jamás debí confiar en ti-
–Jamás debí confiar en ti-
–Jamás debí confiar en ti-
–Jamás debí confiar en ti-
Esa letanía se repetía una y otra vez, cada vez más alto.
...
Me levante sobresaltado, no recuerdo con exactitud lo que soñé, solo recuerdo una sensación de vértigo y temor, como alguien que es absorbido por un tornado, hace mucho que no tenía pesadillas y menos una tan vívida, coloco una mano sobre mi frente y esta está empapada de sudor, suspiro con fuerza y miro a mi alrededor.
¿Dónde estoy?
Oh si, la habitación de Kagome, miro a mi lado y con pesar me encuentro con que estoy solo, frustrado me levanto y procedo a colocarme los pantalones que andaba ayer y bajo de mal humor.
Yo quería despertarla a besos.
¡Genial!
Empiezo el día enfurruñado.
Espero que mi mal sentir se acabe cuando vea a mi chica, aun me siento algo agitado por ese sueño que ya no recuerdo, en fin, tratare de analizarlo luego.
Al terminar de bajar las escaleras me detengo debido a las risas que provienen de la cocina y ahí es donde recuerdo que Rin vino conmigo.
¡Kami! jamás he estado tan despistado como ahora, esto no es normal, no entiendo por qué ando así y no sé si debería de preocuparme.
Supongo que sí ¿Verdad?.
Me apoyo en el marco de la puerta y veo que Rin ya está lista para ir a la secundaria, luce su uniforme verde con blanco y se ve realmente feliz, me alegra saber que se siente bien en compañía de mi pelinegra.
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Imaginen que a Rin le queda el uniforme, obviamente Kagome no anda eso puesto xD
Mi chica mantiene una sonrisa divertida en su rostro mientras revuelve algo en la hoya que tiene en la cocina, Rin está sirviendo unos vasos con jugo de Naranja mientras no deja de hablarle a Kag sobre todo lo que pasa por su mente, la mayor se limita a hacer algún corto comentario cuando la menor le da la oportunidad, no puedo evitar sonreír con indulgencia y compasión, ya que no es fácil seguirle el ritmo a mi hermanita, debo admitir que personalmente ella consigue con demasiada facilidad sacarme de mis casillas... Pero así mismo es difícil molestarse o no amar a mi hermana.
