Paperplane (Narry Storan fanfiction)

Capítulo 18: Los pantalones de Cher

Niall's POV:

Despertar entre los brazos de Harry era la cosa más dulce del mundo. ¿Era muy cliché decir que daba diabetes?

Rodeaba mi cintura con suavidad y descansaba su cabeza en mi pecho. Me aplastaba un poco, pero me gustaba la sensación de sentirle sobre mi.

Y ya me he malpensado al imaginármelo. Sería la gloria...

Y, con ese pensamiento, me acordé de los últimos hechos de la noche.

Harry no solo me quería, cuidaba y consolaba. También me deseaba. Y yo a él.

Era extrañamente placentero pensar en eso cuando su cuerpo rozaba tan deliciosamente el mío y sus rizos cosquilleaban mi pecho desnudo. Acaricié su cabello que, por falta de la gomina habitual, se dejaba caer sobre su frente, y parecía mucho más joven. Como un adolescente de dieciseis o diecisiete años, y no el joven modelo que tanto amaba.

Porque, así era, más claro agua, estaba perdidamente enamorado de mi terapia experimental. Y era raro pensar en él como tal, pero así era como nos habíamos acercado el uno al otro. Y si me paraba a analizar la situación... lo había conseguido.

La verdad me golpeó como un mazo en la cabeza. Harry sabía todos mis secretos. Y seguía ahí. Ambos seguíamos ahí. Pensar en ello era tan extraño...

Hice resbalar mis dedos por su columna vertebral con infinita suavidad y noté si estremecimiento.

-¿Ni...?- masculló con un agradable susurro de voz mañanera.

Sonreí.

-Buenos días, Hazz.

Él levantó la cabeza y cruzó sus manos bajo su barbilla, mirándome con una sonrisa.

-Buenos días, bebé.

Acaricié sus cabello, y sus hoyuelos aparecieron, aumentando la apariencia aniñada de su rostro.

-¿Cómo te sientes?

Me encogí de hombros.

-Pues... bien, supongo. Extraño, pero feliz.

-Ídem. ¿Te saco de aquí, bebé?

-¿No quieres desayunar antes?

-Cher te está preparando un delicioso desayuno de cumpleaños en casa. ¿No prefieres ir ahí?

Jadeé.

-¿Enserio?

Harry me guiñó un ojo y se incorporó.

-Apuesto a que no tienes ropa de calle.

-Em... no.

-Genial.

Gateó hasta su mochila y sacó unos vaqueros, para luego tendérmelos.

-¿Qué...?-empecé, pero él me interrumpió.

-Me los prestó Cher.

Levanté una ceja.

-Harry... no puedes pretender que me meta en un pantalón de tía, y mas si tiene las piernas de Cher.

Harry frunció el ceño.

-Y tu por qué le miras las piernas a Cher? ¿No eras gay?

Me sonrojé.

-¡Nonle miro las piernas a Cher, pero evidentemente lleva una 36... o quizás una 34! Esta muy delgada, y yo...

-Y ti estas gordo, ¿no?- se cruzó de brazos.