8. Fuego

44 10 7
                                    

8. Fuego

̶ ¡Calabacita! -dejé mi pan a medio morder, guardé mis audífonos y me levanté de donde estaba sentado.

Salí de mi escondite para encontrarme con Noah esperándome. La última semana que había pasado nos habíamos vuelto más cercanos luego de impedir que muriera aplastada debajo de un carro.

Así se forman lazos de amistad gente.

También habían aumentado los momentos incómodos en los que Alejandro y Mía nos encontraban. La vez pasada nos encontraron debajo de una mesa en el comedor cuando solo habíamos ido a la vez a buscar una manzana que se me cayó, quedamos uno muy cerca del otro y el resto se lo pueden imaginar. Semanas de bullying para la nueva parejita Nelliot.

No voy a negar que Mía tiene una gran imaginación y que logró que los nombres combinaran. Ella lo llamó shippear.

̶ ¿Qué pasó, pequeña Noah? -pregunté caminando hacia ella.

̶ Primero, no me llames así -se abrazó a mi brazo como ya era de costumbre y me obligó a caminar por el patio - ; segundo, ¿ya pensaste en cómo vamos a ayudar a Alejandro? No tengo ninguna idea de cómo nosotros podríamos conseguirle una cita con Mía.

̶ Créeme que yo tampoco -le digo, después procedo a contarle mi plan.

̶ O sea... ¿dejarás que el piense que estamos ideando un plan maestro que puede darle una oportunidad con Mía y luego fregarlo todo para que empiece a pensar en formas de conquistarla por su propia cuenta? -dice todo esto muy rápido - Eres macabro.

̶ Soy un genio.

̶ Dicen que todos los locos lo son -me da un golpecito en el hombro -. No te sientas especial -Luego corre tranquilamente hacia donde está Theodosia mirándome fijamente.

Esa chica me da escalofríos.

(...)

Literatura. Nunca se me dio bien esta cosa. Detesto a la profesora como todos los otros alumnos y ella nos detesta a todos nosotros sin excepción. Creo que se le amargó la vida cuando descubrió que su narración no era tan buena como esperaba y cuando J.K Rowling triunfó con Harry Potter cuando ella tenía las mismas posibilidades de ser millonaria. Tal vez es por eso que nos saluda con un "engendros del demonio" todas las clases y se pasa jugando Candy Crush saga luego de que copia el texto en la pizarra.

Le he contado a Noah sobre mi trabajo hace unos minutos, no reaccionó muy bien. Dijo que tenía que dormir más y preocuparme menos por el dinero, que la salud está primero que todo, que mi hermano me necesita y blah, blah, blah. Lo mismo que me dice mi abuelo siempre que intenta convencerme de que me deje mantener por él.

Todo por ahora va bien, exceptuando lo de Noah. Todo iba condenadamente bien. Mía y Noah estaban haciendo algo con el celular de la primera, estaba hablando con Michael sobre fútbol, Theodosia había faltado ese día y no la tenía detrás de mí preguntándome cada cambio de hora que clase tocaba en un intento inútil de hablar conmigo y la profesora Adamms estaba fingiendo que nos cuidaba cuando estaba jugando Candy Crush en su celular. El ambiente era tan maravillosamente perfecto que era obvio que algo malo iba a pasar.

La puerta se abre estrepitosamente chocando contra la pared y entra en el salón de clases Alejandro todo agitado.

̶ ¡Fuego! ¡Incendio! ¡Se quema el colegio!

Todos nos quedamos en silencio. La profesora levanta la mirada de su celular, no sabría decir si estaba molesta o conmocionada.

Y la alarma contra incendios comienza a sonar.

Un Recuerdo Para Noah |EDITANDO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora