4

96 10 9
                                    


LA NUEZ 

Elliot

Entro en el establecimiento corriendo. Estoy seguro de que voy a llegar tarde. Tristan corre a mi lado tratando de seguirme el ritmo como puede. Lo mando a su salón y yo corro en dirección a donde creo que es el mío.

̶ ¡Elliot! ¡Hey! ¡Espérame!

Esa voz no puede ser de nadie más que de Alejandro. Después de encontrarnos con Noah, Tristan y yo fuimos a su casa a pasar el rato. Le conté todo lo que había pasado mientras jugábamos una partida de FIFA y luego de que su madre, la señora Anastasia Russell, nos invitara a cenar, cosa que hicimos ya que en casa no había más que pechuga de pollo insípida para recalentar, nos marchamos a casa.

Lega hasta mi lado, corriendo con esas largas piernas que el Señor le dio. Me da una colleja que respondo con un codazo así dejándolo sin aire y continuamos nuestra carrera hacia los salones de último año.

̶ Te dije que me esperaras, zanahoria.

̶ Y yo te ignoré.

̶ De manera cruel y desalmada cabe decir –ruedo los ojos, dramático.

̶ Eso significa "No me interesa" –continúo.

̶ Vuelvo a decir, cruel y desalmado.

̶ Dramático –se encoge de hombros.

̶ Así me dicen.

Me limito a rodar los ojos. Corremos hasta llegar a los que suponemos que son nuestros salones (o por lo menos las placa que están al lado de las puertas indican "último año") y entramos en uno, donde aún un profesor está pasando la lista.

Entramos procurando no hacer ruido y nos sentamos en unas de las carpetas continuas del fondo de la clase. Es historia con Laurens, y Alejandro tiene esto en su horario, y como yo llegue tarde y no tengo el mio, lo sigo adentro y rezo por que esta sea mi clase. Espero a que lleguen a nuestros nombres cuando me percato de que mi amigo está mirando a todos lados como la niña del exorcista, probablemente, buscando a Mía; persona que aparte de haberlo friendzoneado durante todos estos años inconsciente mente o no, es mejor amiga de Noah.

̶ Donde está...

̶ No lo sé, Ale –respondo aun cuando sé que estaba hablando para sí mismo –. Seguro está en su casa, enferma o algo así, y pensando en cualquier cosa menos en ti.

̶ Te odio.

̶ Yo también.

¿Esperaban un "te quiero" al final de la oración? Pues no, gente. Esto no es una novela rosa y de mal gusto donde las pinkys Friends siempre responden sus frases ofensivas con un sarcástico "te quiero".

La aburrida y malhumorada voz del profesor se apaga aún más cuando llega al apellido de Alejandro, quien reacciona sonriendo y acomodándose en la carpeta.

Eso es, gallito. Saca pecho, saca pecho.

̶ Un año más que estamos juntos, Jhon –parece que al profesor le han quitado cualquier esperanza de vida.

̶ Me alegra de que este sea su último año, Russell.

̶ Puedo repetir de año siempre que quiera, Jhonny –Ale dice esto último con una voz notablemente fingida y chillona.

̶ Deje de llamarme así –espeta el profesor, empezando a ponerse rojo de rabia.

̶ ¡NO NIEGUES NUESTRO AMOR! –grita Alejandro tirándose hacia atrás con una mano sobre la parte derecha del pecho y la otra en su frente – ¡JHON, DULCE JHON!

Un Recuerdo Para Noah |EDITANDO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora