EPÍLOGO

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La suave brisa me toma por sorpresa una vez bajo del auto. Es uno de los que estaban en el garaje de la cabaña y al no ser usado, el abuelo no tuvo inconveniente en dármelo.

No es que no haya estado nunca en St.Andrews, pero tardé mi tiempo en encontrar la dirección que mi primo me dio.

Ingreso en el edificio bloqueando el auto y cargando mis maletas a cuestas. Son solo dos, ya que es tarde y mañana terminaré de desempacar cuando haya recibido mis merecidas horas de sueño. Una vez frente al departamento 403, toco el timbre, arrglandomelas para que no se me caiga nada en el proceso.

La puerta es abierta por un desmadre en calzoncillos llamado William Harford. Luce la sonrisa coqueta característica de él, para nada incomodo en recibirme prácticamente desnudo.

- Has interrumpido un momento importante.

- ¿Ah sí? –inquiero haciendo a un lado –. Una pena. Te dije que llegaba hoy, y espero que mi habitación esté limpia y desocupada porque conducir por cuatro horas está pasando factura.

- Como diga la princesa –rueda los ojos y ayudándome a cargar con mis bolsas, cierra la puerta – ¿estaba a punto de hacer algo interesante sabes?

- ¿Una llamada caliente?

- No, pero casi –abre la puerta de una habitación –. Esta es tu habitación. Yo no entraré en esta a menos que sea estrictamente necesario y va lo mismo para ti. Ensucias algo y lo limpias, la lavadora de usa los miércoles y viernes y está prohibido traer señoritas a casa a menos que sea con mi consentimiento.

- ¿Y tú? –pregunto aventándome a la cama.

- ¿Yo qué?

- ¿Tú si puedes traer a quien quieras o también tiene que ser bajo mi consentimiento? –aclaro. Me saco el zapato y se lo lanzo.

Lo esquiva.

- Claro que puedo traer a quien quiere –resopla –. Vivo aquí, tarado.

- Yo también.

- Sí, pero tú no eres como yo –él rueda los ojos. Gesto que me hace acordar de Noah -. Como sea, te dejo para que te instales. Y no entres al baño –advierte –. Almorcé frijoles con chile.

Y sale del cuarto.

<<Bueno, Elliot>> me digo <<Este es un nuevo comienzo>>.

Sé que lo conseguiré. Terminaré mi carrera y podré hacerme cargo de Tristan completamente. Haré lo que me gusta y disfrutaré de esta nueva etapa de mi vida recordando lo que he aprendido, recordando a las personas que quiero y, sobre todo, recordando y creando nuevos recuerdos de los que esté orgulloso.

Después de todo ¿Qué sería la vida sin nuestros recuerdos?

FIN.

¡YA!  Ahora si que no se que hacer con mi vida. he escrito a Elliot por mucho tiempo y estoy terriblemente orgullosa con lo que conseguí, para ser mi primer libro, no testá tan del asco, ¿Eh?

En fin... escribir esto ha sido genial y espero poder seguir escribiendo antes de que los deberes y demás me coman viva, muera atropellada o me acose una zarigÜella. 

Prefiero los hurones, gente. Ya saben que regalarme por mi cumpleaños. 

Volviendo al tema, como soy rollera y sentimental haré mis agradecimientos como si de verdad fuera famosa y tendencia en Wattpad (Algún día... ¡Algún día!) y porque en seri tengoo que ordenar el caos que es mi cabeza ahora mismo para decirles todo lo que significa para mi que hayan leido esta historia. 

Les recuerdo que pueden contactarme para unirse a mi secta cuando quieran, ofrezco puestos tales como guia espiritual, sumo sacerdote y... aun no se como se llaman esos tipos que hacen los sacrificios humanos; pero pronto lo averiguaré y espero que alguien cubra el puesto. Despues de todo, no debe ser tan desagradable destripar a alguien, ¿No?

DREA  

Un Recuerdo Para Noah |EDITANDO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora