''OH, AMADA MIA''.
POR. CHESTER.
Llegue a casa encontrándome con mi mama y a mi pequeña hermana en la sala viendo a Bob esponja en la televisión.
- Ya llegue familia.- dije con una sonrisa boba.
- a Hola hijo, ¿como te fue con Mía?- pregunto.
Yo solo me dediqué a darle una sonrisa que al parecer con eso le dije todo, sonrió de lado y me dio su típica mirada de ''hablaremos''.
Subí a mi habitación lo más rápido posible y el olor del perfume de Mía se hizo presente, respire hondo tratando de recordar los momentos que acababan de pasar.
Me tire en mi cama como si no hubiese un mañana y me dediqué a ver mi serie favorita en mi televisor: Bob esponja, me fui quedando dormido mientras sonaba la canción del programa.
Vive en una piña debajo del mar.
- Bob esponja.
Su cuerpo absorbe y sin estallar.
- Bob esponja.
Y como a un pez le es fácil flotar.
- Bob esponja, Bob esponja, Bob esponja...***********.
En la mañana el ensordecedor sonido que emitía el despertador me interrumpió mis sueños, estire mi mano para poder encontrado y apagarlo, pero las sábanas se me enrrollaron entre las piernas y eso iso que mi hermoso rostro se encontrará con el suelo.
Me quedé acostado en el piso mientras el dolor disminuía, me levanté lentamente sintiendo unas punzadas en mi cabeza.
Me dirigí al baño y me di una ducha, luego me se pille los dientes y me vestí.
Baje las escaleras, encontré a mama preparando el desayuno y a Emily sentada en el comedor ya lista para ir a clases, lo cual me alivio ya que aveces llegaba tarde al colegio por esperarla a que se arregle.
- Buenos días familia.- dije con una sonrisa.
- Hola hijo.
- Hola cheste.- me causaba ternura y diversión el hecho que mi hermanita no pueda pronunciar mi nombre muy bien.
Le di un beso en la mejilla a mama y luego a Emily y agarre de un plato una tostada.
- ya vamos Emily- dije, ella asintió y mama le dio una loncha con su merienda para que comiésemos en los descanso, yo en cambio me caché otra tostada y me dirigí al auto con Emily.
Le abroche el cinturón y rodee el auto. Encendí el auto y me dirigí a la escuela de Emily, me baje nuevamente para llevar a Emily a la puerta de su escuela, me despedí con un beso y la vi correr hacia un pequeño grupo de niñas que jugaban con sus muñecas.
Arranque el auto y ahora si me dirigí al instituto, entre y el humilde olor de estudiantes y profesores estrados me in nudo por completo.
Camine hacia lo que sería mi primer clase y era física, entre al salón y note que todos me miraban unos asombrados y otros con miedo, no sabia que es estaba pasando pero lo mas raro fue al pasar por el asiento de Mía un escalofrío recorrió todo mi cuerpo y sabía que algo andaba mal.
Las demás clases fueron aburridas, como siempre y los demás chicos haciéndole bromas al profesor a cada giro que el daba. Como siempre lo, normal.
Note que a clases no llego ni Mía, ni Jacob su hermano, lo cual me preocupo mucho ya que nunca, nunca, habían faltado los dos al mismo tiempo.
La clase de matemática fue muy aburrida y me puse a escribir en una de las hojas de mi cuaderno un poema con el título ''MIA''. Y eso solo tenia un solo destino, a una sala persona, a la que mas amaba, a Mía.
Llegó la hora de salida y me dirigí nuevamente a mi auto para regresar a casa. Por una milésima de segundos sentí unos escalofríos horribles y eso me asustaba, pero eso no me asustó tanto como ver a Mía del otro lado del estacionamiento con un vestido blanco y su cabello suelto y después desaparecer detrás de un auto.
Eso me confundió mucho y me puse a pensar.
¿y si le paso algo a Mía?.
Fui a recoger a Emily de la escuela, me dirigí a casa luego de comprarle un helado de fresa a Emily y uno de chocolate para mi.
Al llegar a casa mamá no estaba, había una nota en el congelador que decía que andaba de compras en el supermercado, por lo que los únicos en la casa éramos Emily y yo.
Subí a mi cuarto a toda prisa y tire mi mochila lo más lejos posible ahora lo que menos quería era saber de la escuela y de la mucha tarea con la que nos torturan los profesores.
El timbre sonó y escuché los pasos rápidos de Emily yendo a abrir la puerta supuse que era mamá pero no, bajé las escaleras y para mi sorpresa no era ni mamá sino la persona menos esperada.
¡¡¿que hace Jacob aquí?!!.
- ¿Jacob?- note que tenia bolsas en los ojos como si no hubiera dormido en toda la noche.
- ¡¡Chester!!- fue lo único que escuche de su parte y luego se hecho a llorar, lloro y no se contuvo más.
- Emily, sube a tu cuarto a ver televisión.- dije sin quitar mi vista de Jacob y el de la mía.
- pero...- quiso quejarse pero yo la interrumpi.
- ¡¡Ahora!!- Emily se fue asiendo pucheros y Jacob seguía llorando, esto realmente era raro por que el y yo casi nunca hablábamos, antes se decía que mi papa y el suyo eran muy buenos amigos, pero nunca supe si era verdad, por que mi papa murió cuando yo tenía 8 años.
- Jacob, ¿que pasa?- pregunté preocupado.
-Mía- susurro.
Lo tome del hombro e hice que entrará, me dirigí a la cocina a por un basó de agua y se lo entregue, el lo acepto y bebió pero nunca dejó de caer lágrimas por sus mejillas.
- ahora Jacob, ¿que pasa con Mía?- pregunté.
- Mía... Mía.-tartamudeo tratando de tranquilizarse.
- ¿Mía...?- ¡¡joder!! ¿pero que diablos esta pasando?.
Tomó aire.
-Mía murió Chester, Mía nos dejó- no pudo más y se hecho a llorar otra vez.
¡¡¿¿QUE??!!.
*********************.
ESTÁS LEYENDO
MIA.
FantasyChester, un chico de 18 años Está enamorado de Mía chica de 17 desde hace 4 años atras esta perdido por ella. Ella nunca lo supo, desde un día que cambio la vida de los dos para siempre. La supuesta muerte de Mía, Chester hará la posible por ayudar...