MIA.

Capítulo 15

''SECUESTRO''

Un mes, un largo y aburrido es en el que mi abuela me a estado enseñando a controlar mis poderes, hoy cumple un mes Mía de ha ese ido y no se que hacer. Las clases nunca terminan, pereza que cada día más se alargan y los profesores se vuelvan más fastidiosos, como hoy.

- ¡Chester!- grita la profesora, mientras yo me dirijo a la salida.

- ¿si?- me volteo y la encaro.

- recuerda lo que te dije, piénsalo. Por favor.- y otra vez dando lata.

- profe, ya lo pensé y no tengo paciencia para aguantar a los de primero y mucho menos si se trata de tutorias.- dije ya hastiado de tanta insistencia.

- vale,  pero tu eres el mejor en química.- pienso y pienso y miró caminando por casualidad a Kyle.

- ¡oye, Kyle ven!.- le grito y el extrañado camina hacia nosotros.

- ¿si?- dice Kyle.

- maestra, el también es uno de sus mejores estudiantes en química, le aseguro que le encantaría dar tutorias.- digo.

- espera, ¿que?.- dice asustado y lo que me queda hacer es reírme por dentro...,¡lo que te espera!.

Me alejo de ellos, retomando mi camino pero siento a alguien jalarme, pero me asustó cuando siento el frío metal de los casilleros en mi espalda.

- esta me las pagarás Lawrence.- dijo Kyle entre dientes.

- ¿es una amenaza?.- digo burlón de pronto sintiendo algo de confianza, que si me preguntan, no se de donde salió.

- tómalo como quieras, te lo advierto.- dijo soltandome y caminando hacia un grupo de chicos que supongo eran sus amigos.

Sigo caminando y veo a Samantha,  la mejor amiga de Mía caminando hacia la salida, corro hacia ella y la tomó del brazo para que se detenga.

- Hola.- le saludo.

- Hola Chester, ¿como estas?.- dice algo nostálgica.

- Bien, tu no pareces estarlo.

- no mucho.- contesta cabizbaja.

- Sam, de verdad necesito un favor.- le digo rogando.

- si, por que no, ¿que es?- dice algo un poco mas interesada.

- necesito que me des la dirección de la casa de Jacob.

- ¿que?, no se si sea buena idea.

- ¿por que no?.- pregunto.

- no puedo decirlo.

La jalo sin pensarlo hacia la primer habitación vacía de la escuela y cierro mirando por la ventana que no venga nadie.

- ¿es por la magia?.- pregunto, ella habré los ojos como platos y tartamuda responde.

- ¿quien te lo dijo?.

No digo nada, extiendo la mano con la palma hacia arriba y tal como mi abuela me enseñó, imaginé un calor emanando de mi mano y una llama de fuego apareció en ella, luego de unos segundos la descompuse y Sam estaba boquiabierta.

- tu...tu...¿tienes magia?.- dijo casi en un hilo de voz. Asiento.

- si, yo tampoco sabía pero ya vez. Sam- la agarro del brazo suplicante y ella se tensa por completo- necesito saber que paso con Mía,  cada día que pasa me carcome más. Por favor.

No dice nada, solo saca un cuaderno de su mochila y rasgando lo escribe la dirección de Jacob, me lo entrega y comenta.

- no metas en problemas, por favor.