MIA.

Capítulo 22

''MAX''

POV MIA.

Siete días después...

No se cuanto tiempo ha pasado desde que estoy aquí, las únicas veces que salgo, o bien que entran porque nunca salgo de esta habitación. Son las veces que me tren de comer,  aunque no me sorprendería que no lo hicieran.

Resulta que la mamá te Chester esta bien, cuando yo vine sólo estaba desmayada (o al menos eso me hacen creer). Solo le hicieron un hechizo para dormir y cuando se quiso levantar era por que estaba inconsciente. He intentado mil veces revertir el hechizo al punto de quedar agotada.

Ya no se que hacer. Se me acabaron las únicas oportunidades y esperanzas, una semana tratando de escapar, una semana que no salgo de este asqueroso cuarto..., una semana mas sin ver a Chester.

No se que ha de ser de el, lo estrato y me arrepiento profundamente por haberme ido así, fue duro para mi, para el. Pero ambos sabíamos que yo ya no tenía oportunidad de volver a la normalidad.

Recuerdo que un día encontré un libro en uno de los estantes de Hafren, su titulo no lo recuerdo pero era sobre hechizos y como revertirlos. Encontré el que me había hecho Amelia y descubrí que no tenia como revertirlo,  Hafren me explico la magnitud de ese hechizo y supe que ya no tenía oportunidad alguna.

La mamá de Chester esta recostada en una cama, sin moverse.

Ya no puedo seguir tan sola, cada día que paso aquí sólo despierto para no ver a nadie conmigo, solo esta la mama de Chester. Quisiera que despertará,  no me importa tener que contarle.

Casi Cómo por arte de magia escucho unos quejidos provenientes de la madre de Chester. Me giro instintivamente hacia ella.

- ¿Donde estoy?.- su tono era como un quejido.

- En el infierno.- susurre para mi misma.

- ¿Mía?, ¿que haces aquí?.- pregunto mientras se frotaba su cabeza.

- ¿Me conoce?.- le pregunte sorprendida, que yo recuerde nunca fui a casa de Chester (excepto por las veces que he ido siendo... Ya saben.).

- Si, mi hijo habla mucho sobre ti, incluso tiene una foto tuya.

Oír decir que Chester hablaba de mi en cierta forma me sentía bien, pero que tenga una foto mía. ¿Desde cuando?.

- ¡¿Espere?!, ¡¿puede verme?!.- Ella me miró como si fuese la persona mas loca del mundo, me parecía raro que ella pudiera verme.

- Claro que si.- escuche una voz detrás de mí. Ugh.

- ¿Y tu quien eres?.- pregunto la mama de chester.

- pronto lo sabrás, Katherine.- le dijo Leonel a ella.

- ¿Cómo sabes mi nombre?.- cierto. ¿como rayos sabía su nombre?.

- ¿como es que puede verme?.- pregunté.

- simple. Deshice el hechizo temporalmente.

- ¿como que temporalmente?.- volví.

- ¿De que rayos hablan?.- grito Katherine.- ah. Ya se, es un truco, buen chiste.

La miré fijamente, ella pareció notar la indirecta y se quedó callada.

- Bien, las dejo para que hablen un poco.- el miro por última vez a Katherine y no pude evitar notar tristeza en su rostro.

- ¿quién es el?.- preguntó.

- Nadie que en verdad quieras conocer.

- ¿De que estaban hablando?, ¿que hechizo?. Creo que me estoy volviendo loca.

- No lo estás,  yo también creería lo mismo pero todo esto es cierto.

- ¿El que?.

- No se si debas saberlo, no sería correcto decírtelo...

Luego caí a la cuenta que ella mejor que nadie debería saber lo que está pasando, ¿como era posible que no lo supiera si ella...?.

- ¿Cómo es que no sabes nada?.- pregunté.

- Lo siento pero... tu eres Mía, a él nunca lo he visto y por si fuera poco, ¿Donde rayos estamos?.

Era increíble. ¿le habían borrado la memoria o que?, entonces si ella no sabe nada es mejor que no lo sepa... ¿O se hace la que no sabe?.

Escuchamos pasos de afuera, Amelia aparece en la habitación con una charola, supongo que es comida. No se como la propia familia puede ser tan cruel, o si ya se. Si se puede.

No dice ni una palabra, solo pone la charola en la mesa y se larga, así sin mas. ¡Sin decir nada!, más fría no puede ser. Volteo instintivamente y veo en una de las mesas de la esquina una figura familiar, un carrusel como el de Chester esta frente a mi. Recuerdos bien en a mi mente, todo a pasado tan rápido y por mi culpa Chester y su familia están en peligro. Todo por mi culpa.

- ¿Qué está sucediendo?, Mía por favor dime la verdad.- dice ella con desespero.

No. No puedo decirle nada y si ella no lo sabe, es mejor así. No le diré nada o le diré que no se y así ella tal vez no me seguirá preguntando nada.

- Ni yo misma sé.- contestó nerviosa.

- ¿Pero...?.

Salvada por la puerta, entra a la habitación un chico que desconozco totalmente, es alto, cabello negro y podría decir que tiene los mismos ojos de Che ser,  de hecho se parece mucho a chester.

El sin decir nada entra y nos lleva a ambas a un salón muy espacioso donde logró divisar los cuerpos de Amelia y de Leonel. Sin tan solo pudiera hacer magia escaparía,  pero me la quitaron, aunque sea temporalmente.

Ellos parecen no percatarse de nuestras presencias por lo que busco alguna distracción para ganar tiempo y sacarnos de aquí. La curiosidad despierta en mi cuando miro un marco de foto con una mujer demasiado bella. Una voz profunda de el chico me asusta.

- Ella es mi madre, murió cuando yo tenía quince.- explica.

- ¿Cómo te llamas?.

- Max.- responde.

-¿Quien es tu padre?.- pregunto intrigada.

La voz de Leonel nos interrumpe casi colándose en la conversación.

- oh, parece que ya llegaron las invitadas.- dice con tal sarcasmo que me da asco.

- Idiota.- susurro.

- ¿Perdón?.- pregunta ofendido.

- Qué es un placer serlo.- respondo fría.

- Max, ¿me puedes pasar aquel libro?.- pregunta Leonel.

- Si papá.

¿Papa?, Osea que el es...

- oh si, Mía te presento a mi hijo Max.- dice con tono burlón y scinico.

- Eres un scinico.- digo con repulsión.

- Gracias.- responde.

- OK, ya esta. ¿Listas para la acción?.- dice Amelia y como todas las veces anteriores, todo se vuelve oscuro.