Cap 5

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-Hola hijo, ¿Qué tal estuvo partido?- pregunto una mujer con un delantal blanco y una radiante sonrisa en su rostro cansado, mientras se sostenia su enorme panza de embarazada.

- ¡Hola má! ¡Ganamos!-

Lestrade respondio tomando una pieza de pan y llevándosela directamente a la boca con ferocidad, tenía un hambre de los mil demonios y la devoro con rapidez.

- ¡Tranquila Salamandra, deja algo para los demás! Parece que nunca te damos de comer. - Exclamo su hermana mayor quien lo habia traido a la casa y entraba casi al mismo tiempo que él, llevándose las manos a la cintura.

- Lo lamento pero tengo hambre Roxana, no comi nada en todo el día, además te ayudo a no engordar.-

- ¡Te voy a...

Una chica rubia se acerco a Roxana tomándola de la mano con cariño y sonriéndole cálidamente. Los ojos verdes que poseía esa chica rubia eran realmente indesifrables y por asi decirlo poeticos. Con solo el tacto de su mano pudo impedir que Roxana la hermana mayor de Lestrade por cinco años, comenzara a discutir.

-Dejalo. El duendecillo tiene razón, además es un hombre, come más que las mujeres, debe estar muriéndose de hambre. Mi Johny es igual.-

-Gracias "Harriet"- murmuro Lestrade cruzándose de brazos - siempre eres muy amable, no como otras "brujas" que bajan a las tres de la mañana a comerse la comida, y se quejan de que me coma un simple pan.-

-¡Gregory Lestrade! Ahora si te rompo los dientes – exclamo enojada Roxana alzando un puño al aire, pero antes de que hiciera algo mas su madre embarazada se interpuso entre ellos y fulmino con su mirada "angelical" a su hijo.

- Compórtate y deja de ridiculizar a tu hermana delante de su novia, ya estas grande jovencito.- lo regaño sus madre – además vete a dar un baño antes de cenar, estas todo sucio y yo no te voy alimentar oliendo a tierra.- sugiro mas tranquila al ver los ojitos de perro regañado que su único hijo baron le hacia.

- Es el precio de la victoria ¿verdad campeón?-

-¡Papa!-

Exclamaron todos los presentes entusiasmados. El señor Lestrade se quitó la gabardina gris que traía y se aflojo la corbata evidentemente cansado.

- hola mi amor.- su madre se abrió paso con su enorme panza de seis meses y se acerco para darle un beso en la mejilla a su esposo con mucho cariño – llegas temprano.-

Greg no conocía a una pareja que se quisera tanto como sus padres y deseaba con todo el fervor con el que un niño de 13 años puede desear algo, tener un matrimonio asi de solido y hermoso como el de sus padres.

- Me escape un momento, tengo mucho trabajo; pero hoy se me antojo la comida casera que haces y como no he venido en buenos tres días a verlos, aquí estoy... ¿Cómo esta mi nena? ¿Se ha movido mucho?-

- Como si no hubiera un mañana.-

El padre de Greg abrazo a su esposa con mucho afecto, y acaricio la barriga de esta con el mismo cariño y cuidado que se le da a un objeto sumamente caro y valioso.

– Es bueno estar en casa, con la familia.-

El hombre le dedico una sonrisa a sus hijos y a su esposa para tomar asiento en la mesa, suspirando fatigado, tomo un pan del sesto y antes de metérselo a la boca miro a una de sus hijas de la mano con su novia, sonrio internamente, pues nunca había visto a una de sus princesas tan felices en el amor - Por cierto Roxi ¿Para cuado la boda? No me la perdería por nada. ¿Sabes querida? pediré mis vacaciones cuando suceda. Estoy seguro que Harriet se vera divina de novia con ese largo vestido y su velo blanco... Lo siento hija a ti no te van los vestidos, lo supe desde que tenias cinco años. Corriendo de aquí para alla, trepando los muebles de la casa y los arboles de los vecinos con tu hermano jugando a Tarzan, mas que Jane parecias un mono con disfraz cuando usabas los bestido y siempre llorabas cuando no te vestia del capitán america, ¿recuerdas esa comida en el trabajo el como lloro hast...

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