prologo

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De la pista al horfanato y del horfanato a la escuela, era la rutina diaria de yuri, un pobre omega huérfano de Rusia.

Considerado un prodigio por varias personas, apodado el hada omega rusa de la pista, yuri, se esforzaba mucho en sus practicas diarias pero... El resultado siempre era el mismo nunca nadie lo iba a adoptar, siempre regresaba del entrenamiento con la idea de que alguna familia incompleta de omega-alpha,beta-beta, o los que fueran estuviera en las puertas del horfanato listo con sus maletas para decirle "yuri vámonos a casa cariño", pero nunca fue hací.

-yuri te toca entrar en la pista-grito el entrenador beta, el chico asintió con su típica cara inexpresiva entrando a la pista-muy bien chicos observen, el prodigio de Rusia, el omega yuri nos interpretara una rutina del gran patinador viktor nikiforov observen bien-decia el profesor presumiendo a yuri, todos los demás niños siendo betas y alphas quedaban impresionados al ver con que facilidad se podía mover yuri.

Yuri parecía volar sobre el hielo, imitaba cada paso, cada deslizamiento y cada salto sencillo al pie de la rutina de aquel alpha patinador, yuri lo admiraba mucho y deseaba llegar a su nivel y poder competir contra el algún día, cuando fuera mayor tal vez, yuri recordaba aquella vez que la prensa dio la gran nota de que se casaba con el otro gran patinador mundial y alguien a quien yuri admiraba, aun mas que a viktor, yuuri katsuki, un omega patinador mundial, yuri se había emocionado, pues solo podía soñar, soñaba con que ellos fueran a adoptarlo y pudieran ser felices juntos como una familia.

La rutina termino, yuri no parecía estar cansado ni agitado simplemente algo distraído, tan distraído que no llego a escuchar unos aplausos de fondo,tras una señal de su entrenado el pequeño yuri confundido volteo a sus espaldas escontrandose con aquellos de los cuales pensaba, a pasos torpes se acercó mientras su omega interno temblaba de emoción.

-wow que genial- soltó el alpha apenas el chico llegó al barandal-como te llamas?-decía un alpha de pelo blanco detrás de las gradas, y abrasado a su brazo estaba un omega de pelo negro el cual al igual que el peli-blanco sonreía y aplaudía

-y-yuri-tartamudeo yuri tragando saliva en seco y tomando fuertemente el barandal

-eres muy talentoso, que edad tienes?-dijo el peli-negro con una sonrisa y unas mejillas algo rojas al igual que su nariz

-c-cuatro-yuri aun no podía creer que estuviera hablando con sus ídolos, mientras tanto viktor y yuuri no podían creer que este niño fuera tan talentoso a tal edad

-tus padres están por aquí?-pregunto viktor mientras volteaba hacia otros lados de las gradas buscando gente

-soy huerfano-mencionó yuri, ambos adultos soltaron un suspiro de asombro al oír eso, yuri sin darse cuenta ya había empezado a desprender algo de fermonas hacia el pequeño y obvio que el pequeño no las negaría.

Yuuri sonrió de lado al notar como el pequeño cerraba sus ojos y buscaba ese aroma que había desprendido para el.

-nos vamos-dijo viktor sonriendo mientras se paraba de donde estaba recargado rompiendo aquella escena-gaspita

El omega interno de yuri se partió en dos al verlos partir por esas escaleras, pero que haría el, no era nadie.

Yuri paseaba por las calles camino a su horfanato y veía pasar a varios niños muy felices llenos del aroma de sus padre y el lo iba a admitir, sentía envidia, aunque siempre dijera que no buscaba amor y no lo necesitaba el sabia que era todo lo opuesto.

Abrió las puertas del horfanato, como todos los días con alguna esperanza de encontrar a alguien, mas específicamente al peli-negro y el albino que se encontro en su practica, pero al pasar las puertas todo estaba igual, los ojos de yuri se cristalizaron pero su orgullo no dejaría que pasara de eso, suspiro y tomo rumbo a su habitación observando su entorno, una casa vieja con varias habitaciones y un simple televisor a blanco y negro en la sala principal.

-ya llegaste- fue lo primero que lo recibió al cruzar las puertas de su habitación, el olor de un omega y de un alpha se hacían presente y esa voz grave de alpha era parecida a la que había escuchado en su practica.

Sin saber que hacer abrió completamente la puerta y alzó la mirada encontrándose con las mismas personas que se había encontrado en su practica pero esta vez traían una maleta, una diminuta maleta, la misma sonrisa en sus bocas y un aura de felicidad, los ojos de yuri se volvieron a cristalizar pero esta vez con lágrimas ya casi asomándose.

-"yuri, vámonos a casa cariño"-dijo el omega peli-negro con una voz dulce y suave

Yuri no soporto mas, su omega interno saltaba de alegría y todo eso lo demostraba con sus lágrimas, el albino y el peli-negro rieron un poco por la reacción del rubio.

Yuuri no soporto verlo hací y se agachó a la altura del pequeño extendiéndole los brazos, este sin hacerse esperar corrió a ellos saltando y escondiendo su cara en su cuello disfrutando y dejándose envolver por aquellas fermonas que liberaban ambos.

-listo?-pregunto viktor despeinando la cabeza del rubio

Este sin soltarse del abrasó de su ahora madre asintió recibiendo otra despeinada departe del pelo-blanco.

Al fin abría conseguido a su familia feliz...

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QUE LES PARECIO EL PROLOGO, OJALA LES AYA GUSTADO Y SIGAN LEYENDO ESTA HISTORIA QUE HAGO CON MUCHO AMOR PARA USTEDES.

BAY.

comida de lobo [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora