Los años pasaron, para ser mas exactos solo tres años, cada día era una sorpresa para la familia nikiforov-katsuki, la joven pareja apoyaba en todo a su pequeño, reía y lloraban con el, sólo les dolía ver el pasar de los días y que su pequeño se juntara con aquellos dos alfas, ambos sabían que en cualquier momento cualquiera de esos tres terminaría con sus pequeños corazones rotos, pero mas temían que ese fuera su hijo.
Por mas que lo hubiesen protegido durante esos últimos años, no fue suficiente, después de descubrir que yuuri jamas podría ser madre cayo en una terrible depresión que con el paso de los días se iba aliviando pero empeoro aun mas después de ver a su pequeño.
Yuuri y viktor pasaron a la escuela, puntuales como siempre, el aire frío golpeando la cara de yuuri lo aliviaba, era tan fríamente cálido, habían pasado algunas cuantas semanas desde la gran noticia de que no podría ser madre, pero al fin se decidió el salir de su habitación, solo por su pequeño, pero tal vez por mas que viktor o su cachorro lo ayudaran ese vacío siempre viviría en el, el vacío de no poder sentir algo moviéndose en su pequeño estomago.
la hora dio, ambos esperaban con gran entusiasmo a que su pequeño saliera con su típica energía y se les aventara a los brazos solo por un abrazo, pero tal vez la tristeza inundo a su familia, el pequeño omega rubio salió de la escuela a pasos lentos, su cabecilla con vista al suelo y sus cabellos rubios sobre el rostro.
-mama!- fue lo único que pudo gritar el pequeño para salir corriendo a su madre y abrasarlo rompiendo en llanto- se van, ya se fueron- solo mencionaba y repetía eso una y otra vez
de cierta forma ambos supieron a lo que se refería su pequeño, sabían que esto pasaría, pero no creían que este fuese ese paso final en el que alguno se le rompería su pequeño corazón, yuuri no soporto, su omega interno se volvió más pequeño y se quebró al sentir a su pequeño sufrir, lo abrazo dejando salir solo dos lágrimas, no quería que su hijo lo volviese a ver así, tenia que ser mas fuerte que los últimos días para el, viktor por su parte solo quedo en shock, solo sentía furia y tristeza, no podía comprender como aquellos dos alfas podían haberle roto el corazón a su pequeño, solo se acerco e inclino a la altura de su cachorro y lo abrazo.
empezaron a caminar, el pequeño no podía dejar de suspirar, ambos traían el corazón echo pedazos sobra sus manos, los ojos verdes de su pequeño omega tornaron de un color rojo al rededor al igual que sus mejillas y su nariz, no podían dejarlo así, viktor no soporto mas, con una pequeña sonrisa en el rostro jalo a sus ambos omegas, ellos solo lo seguían, no porque quisieran si no porque su fuerza era mayor.
después de unos minutos caminando con viktor adelante todo se paro, estaban adelante de las puertas donde yurio iba a entrenar patinaje.
-papa, hoy no tengo que entrenar- menciono yurio algo confundido
-lose, estamos aquí para que todo esto se soluciones, ambos están tristes, un momento en el hielo nos mejorara a todos, recuerden que nosotros somos las leyendas del patinaje- decía viktor en modo de motivación haciendo que ambos omegas se voltearan a ver algo confundidos y divertidos
-viktor, la única leyenda del patinaje aquí, nombrado oficialmente eres tu- dijo yuuri serio para luego estallar en risas
entraron, pidieron aquellos patines que eran típico de ellos y sin perder un solo segundo entraron al hielo, les parecía divertido jugar y das vueltas, pero lo que mas disfrutaba viktor era ver como yuuri y su cachorro imitaban aquella coreografía que le había creado para el primer Grand Prix que fue entrenador de yuuri, en donde conoció el significado de pareja destinada.
faltaban unos minutos para que aquel lugar cerrara, salieron del hielo, no podían negar que viktor les había mejorado el día, pero que podrían esperar del siguiente día.
se encontraban quitándose los patines, pero desde el exterior se podía oír un poco de música, el pequeño no sabia que era y al parecer yuuri tampoco, solo viktor era el único que reía, yurio volteo a ver a su padre con sus ojos llenos de esperanza a lo cual viktor se acercó hacia el y con una sonrisa de aprobación le tapó los ojos dirigiéndolo hasta la entrada principal, la música cada vez se podía oír mas cerca, esa musica hacia que el omega interno de yurio se emocionara cada segundo que la escuchaba mas cerca, sus mejillas se tornaron rojisas al sentir besos en cada una de ellas y esos olores los cuales le resultaba mas que familiar, viktor destapo los ojos del pequeño haciéndolo encontrar con aquellos dos alfas que justo se estarían marchando enfrente de el con lo que parecía ser sus familias rodeándolo y ellos arrodillados con dos grandes ramos de flores.
-sorpresa- mencionaron unísonos ambos- Creíste que nos iríamos sin despedirnos- menciono aquel primer alfa que solía tomar la mano de yurio.
En aquel momento para yurio solo existían ellos tres, solo un niño de 7 años, un alfa kazajo de 10 años y un alfa canadiense de 11 años, sin darse cuenta el pequeño empezó a liberar aquellas fermonas que solo eran dirigidas a ambos alfas, que las aceptaban sin problema alguno y dejando derramar unas pocas lágrimas se abrazaron, mientras ambos alfas le juraban a aquel pequeño omega que volverían y que cuando pasase eso tendría que decidirse por uno de los dos.
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comida de lobo [Terminada]
Fanfictionel patinaje artístico siempre fue su pasión, nunca busco el amor, pero como todo huérfano lo necesitaba. ~lindo y pequeño omega quieres ir con nosotros~ •historia omegaverse •viktuury •otayurio •yaoi,gay,boy×boy #9 en tristeza #17 en otaku