El embarazo siempre resonó en la cabeza de yuuri como la mejor experiencia que algún omega podría experimentar, el siempre supo que solo serviría para eso, pero Viktor no lo hizo sentir así, Viktor le enseñó a vivir su vida de una manera diferente y ahora estaba viendo aquel resultado crecer dentro de él pero no de la forma en la que esperaba.
El embarazo comenzó muy pesado levantándolo todas las mañanas a vomitar y dándole un severo asco al color amarillo pero un gran antojo al katsudon aunque el doctor había dicho que no era muy recomendable comerlo siempre o ceder a los antojos.
-Viktor, creo que ya es mucho, solo son dos bebes no seis- decía yuuri sentándose en la mecedora del cuarto de sus pequeños sobando su gran estómago de seis meses con dos gemelos dentro
Habían descubierto que tendrían dos bebes y Viktor había empezado a comprar cosas como loco, nada hacía más feliz a yuuri que ver a su alfa tan feliz pero no quería desfalcar dinero en puro juguete de bebé aunque queria que sus bebés fueran los príncipes o princesas de la casa; habían negado el saber sus sexos, yuuri quería una sorpresa.
-yuuri, yo quiero que mis pequeños tengan lo mejor- mencionó Viktor en forma de berrinche mientras se arrodillaba enfrente de yuuri y colocaba su cabeza sobre la gran barriga de este- ustedes también quieres muchos muchos juguetes verdad mis bebes?- susurro Viktor mientras veía como sus bebes pataleaban y se removían con tan solo escuchar su voz
-Viktor, me costó mucho calmarlos- replicó yuuri sobando su estómago
Conforme pasaban los meses la pareja seguía siendo feliz, aunque al principio le hubiesen comentado a yuuri que podría experimentar algunas dificultades por algunos medicamentos que él tomaba antes del embarazo solo rogaba que sus bebes salieran ilesos de todo aquello.
Y el gran día llegó, la pareja se dirigió al hospital, las contracciones eran cada vez más seguidas y dolorosas, Viktor estaba nervioso, yuuri se veía peor de lo esperado, se encontraba pálido y simplemente cansado, al llegar a las puertas del hospital yuuri era casi incapaz de mantenerse de pie solo y con una camilla fue llevado a la sala de partos, al ser una situación de urgencia le negaron el paso a Viktor, no querían más dificultades; Viktor salió a la sala de espera y sentándose se escuchó como por la puerta principal entraba otro camillero con una joven mujer la cual no parecía consiente, desangrándose, su hermoso pelo rubio manchado de carmesí pero su mano sobre un gran bulto en su estómago, eso hizo que a Viktor se le hiciera un nudo en la garganta, vio cómo entraba por las mismas puertas que su omega y desaparecía, en ese momento Viktor supo la diferencia entre horror y terror y que podía experimentar ambas al mismo tiempo.
Después de largas horas y de la trágica noticia de la muerte de sus bebes y el estado de su esposo entró a la habitación donde lo tenían, lentamente abrió la puerta y lo vio, observando por su ventana el cielo, distraído en sus pensamientos, como si su alma estuviera alejada de su cuerpo.
-yuuri- llamo Viktor al omega nervioso aunque esté no lo volteo a ver
-nunca decidí un nombre para ellos- dijo yuuri sin voltear a ver a Viktor,con una voz fría, diferente- porque quería ver sus rostros, quería saber cómo llamarlo- fue la gota que derramó el vaso
Viktor corrió a la camilla de su amado y lo abrazó escondió el rostro del omega en su pecho haciéndolo respirar sus fermonas, quería llorar, gritarlo, pero tenía que ser fuerte, por su yuuri; pero él omega estaba inconsolable, le dolía tanto, era algo que no le desearía ni a su peor enemigo.
Y así fue, primero pasaron días, luego meses y pronto se hubiese convertido en un año, en el cual todo parecía haberse derrumbado para la joven pareja que seguían luchando por mantenerse unidos; yuuri había caído en una gran depresión, no había asistido al funeral de sus pequeños y solo lloraba mientras se odiaba, Viktor lo acompañaba en su dolor, no quería ver a su pareja así pero no sabía que podía hacer, su futuro era nublado.
Yuuri había intentado en algunas ocasiones quitarse la vida y en todas había sido salvado por Viktor, no quería seguir en aquel lugar, aquellas cuatro paredes blancas lo volvían loco y solo podía escuchar el llanto de bebes recorrer su cabeza, había pasado un año y nada parecía mejorar.
-Viktor, quiero salir- mencionó yuuri desde la cama sorprendiendo al alfa, en todo aquel tiempo internado no parecía tener ganas de otra cosa que de llorar
-dej-déjame ver, iré a preguntarle a una enfermera- mencionó Viktor nervioso, tal vez al fin sería su oportunidad de volver todo a la normalidad
-no Viktor, solo será un momento- yuuri sonrió de lado y se levantó de la cama
En ese momento su lazo lo decía todo, su desesperación y emoción juntos; y así lo hicieron, salieron a escondidas, como dos jóvenes huyendo de la casa de sus padre.
Era una tarde hermosa, a los ojos de yuuri era diferente, era fría y cálida, era su querida Rusia, suspiró y tomando la mano de su alfa corrió, corrió sin dirección, solo quería alejarse de sus problemas; mientras Viktor simplemente lo veía, parecía otra persona, se sentía contento, estaba regresando el yuuri que tanto amaba y extrañaba.
-yuuri espera, tienes que parar- grito Viktor frenando el paso de su omega, este le volteo a ver y le expresó una sonrisa, se sentía diferente
-lo siento, hacía tiempo quería hacerlo, sé que te he causado muchos problemas y entiendo si quieres ir con alguien más, yo me siento mucho mejor y ya no tienes por que preocuparte por mi- mencionó yuuri aún sonriendo, con voz tranquila, tanto para nada, viktor con el corazón en la mano atrajo fuertemente a yuuri entre sus brazos y lo envolvió liberando sus fermonas a él
-yo nunca haría tal cosa, te amo, siempre serás para mi- susurro Viktor en el oído de su amado y separándose de él se puso sobre una rodilla- se que no es el mejor momento, pero he estado posponiendo esto mucho, te amo, se que las experiencias que llevamos no son las mejores pero quiero formar mejores experiencias contigo, yuuri katsuki, quiero formalizar aún más nuestra relación, te casarías conmigo?- recito Viktor sacando una pequeña caja de madera de su bolsillo y entregándole un anillo a su omega el cual no paraba de llorar mientras asentía
-claro que si Viktor, seré tu esposo- grito yuuri lanzándose sobre su amado
Ambos hubiesen movido cielo, mar y tierra por el otro, podrían superar cualquier cosa en sus vidas si se tenían juntos, se habían encontrado, tal vez la pérdida de sus pequeños fue el destino o simplemente algo que no podía pasar, siempre los recordarían y amarían, y así sería hasta sus últimos días, con todos sus hijos.
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comida de lobo [Terminada]
Fanfictionel patinaje artístico siempre fue su pasión, nunca busco el amor, pero como todo huérfano lo necesitaba. ~lindo y pequeño omega quieres ir con nosotros~ •historia omegaverse •viktuury •otayurio •yaoi,gay,boy×boy #9 en tristeza #17 en otaku