cap 8

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unos cuantos dias pasaron, la familia, o un poco mas especificamente yurio, se encontraban emocionados, el pequeño no habia olvidado su promesa de aprender ambos idiomas así que cualquier cosa que queria le preguntaba a su mama cual era la pronunciación indicada, aunque les causaba mucha risa su forma lenta y pausada de pronunciar algo tan sensillo y luego sonrojarse, pero al pasar de los días también habian notado un comportarmiento un tanto cambiante de su hijo al estar un tanto cerca de aquel niño alfa, eso hacia dudar a yuuri de si su pareja destinada de hijo era aquel kazajo extraño que le hagarraba la mano a la salida de su escuela o aquel pequeño alfa que acababan de conocer ahi mismo, pero yuuri trataba de darle poca importancia, era un pequeño, su bebe, nunca lo dejaria.

-yurio- llamo yuuri a su pequeño el cual volteo a verlo con esos grandes ojos verdes llenos de esperanza cada vez que alguno de los dos mencionaba su nombre o su apodo.

-mande mama- apezar del poco tiempo que habia estado con ellos, la palabra la pronunciaba normal pero siempre aparecia un sonrojo en sus mejillas.

-quieres ir a patinar con nosotros, por aqui cerca ahi una pista en la cual solía patinar- explicó yuuri emocionado a lo que el pequeño agito varias veces su rostro en forma aprobatoria y sus ojitos brillaron

yuuri soltó una risa, se paro y junto al pequeño el cual de inmediato le agarro la mano se dirigieron a su pequeña habitación a escoger su ropa para tomar un baño.

justo cuando llegaron el pequeño solo se dedicaba a agarrarle las manos a sus padres, adoraba como ambos lo amaban, adoraba tomar sus manos y sentir la calides fria de su padre, como Rusia, o esa caliente mano de su madres, algo como el clima de Japón, entraron al gran local y habia una mujer que aparentaba ser joven, alfa estaba casi dibujado en su frente, algo que le sorprendio al pequeño omega fue como esa mujer corrio a abrasar a sus padres, pero mas a su madre, eso hizo que algo dentro de él ardiera y se puso delante de la chica liberando un par de fermonas para proteger a su madre sacando unas cuantas risas de los presente, yuuri lo levantó del suelo y lo besó tranquilizándolo un poco mientras estos estubieron platicando unos pequeños instante pero no tardo mucho para que la joven cargara al omega, el cual se sintio un poco indefenso al ser cargado por otro alfa que no fuese su padre.

Después de unos pocos minutos la joven les entrego sus patines, yurio dejo que sus padres se adelantaran en lo que el se acomodaba sus patines, pero en verdad el pequeño, a pesar de su corta edad, lo habían obligado a madurar muy rápido, al ser huérfano tenia que aprender muchas cosas casi de inmediato, pero el nunca pensó que lo fueran a adoptar, y mucho menos cruzo por su pequeña mente esa pareja tan peculiar, el mejor patinador del mundo y el primer omega patinador, el pequeño se paro de su asiento y se dirigió hasta la pista pero no entro, solo se quedo hipnotizado al ver a sus padres patinar, nunca fue a alguno de sus eventos y mucho menos se imaginó poder llamar a ambas personas que se encontraban ahí sus padres.

-yurio ven- grito yuuri acercándose al pequeño mientras le agarraba la mano sobre el hielo

viktor se acercó a ambos, simplemente los observaba, solo quería imaginarse como sería su vida conforme creciera yurio, pero no quería adelantar mucho las cosas.

-papas, si cresco y me vuelvo gruñón, enojon o berrinchudo me seguirán queriendo?- menciono el pequeño mientras patinaba al par de sus padres y hacía algunas marionetas

-claro que si, es parte de crecer, nunca dudes de nuestro amor, el amor por los hijos nunca se termina- dijo yuuri mientras patinaba y jalaba a su cachorro

el tiempo ahí se paro para yurio, todo era perfecto, tenia padres que se amaban y que lo amaban a el, patinaban y jugaban entre risas, pero algo hizo parar su marcha repentinamente, era un olor completamente extraño a los que ya conocía, no era como el olor dulce de su madre, el olor tan peculiar de su padre o ese olor hierva de gato de beka, era algo completamente diferente, le pego tan dulcemente pero logro meterse hasta su cabeza, era como oliva, el pequeño volteo a sus espaldas y justo al lado de el se encontraba aquel alfa que se había encontrado todo su viaje, al parecer del pequeño era mucho mas grande junto de el.

-hola, mi nombre es Jean Jacques Leroy, no es por ser entrometido pero tu patinas?- dijo el pequeño alfa de repente, yurio no sabia que contestar, lo único que sabia era que si se sonrojaba mas su cabeza se quemaría

-s-si- respondió a duras penas el pequeño mientras le extendía la mano, el joven alfa sonriente la agarro- m-mi nombre es yu-yurio- dijo el pequeño

yuuri y viktor no sabían que hacer, su pequeño hablando con otro alfa casi de su edad, yuuri se quería morir de risa por el comportamiento de su rubio y viktor, solo quería salir corriendo por su pequeño y llenarlo de sus fermonas para que ningún otro alfa se le pudiera acercar pero lo único que se lo impedía era yuuri, el cual disfrutaba de ver a su hijo jugar con otro cachorro.

las horas pasaron entre risas y celos, los pequeños se hicieron amigos, mientras regresaban a las aguas termales, entre platicas descubrieron de que elpequeño alfa iría a la misma escuela de yurio y también a las mismas clases de patinaje, algo que sorprendía era que el pequeño omega de 4 años estuviera a igual de avanzado al igual que el alfa de 8 años, pero como todo lo bueno tiene que acabar, empezaron a empacar solo para terminar su viaje y volver a su casa, donde un poco mas de problemas les esperan, o tal vez otra gran noticia.

comida de lobo [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora