Piercing vs Tattoos {Y.M} {PvsT History}

Nombre

-Namjoon... no estás ayudando -gruñó desde el asiento de la tienda, con el brazo extendido.

-Lo siento, Yoongi. Pero es que creo que lo estás haciendo todo al revés -frunció el ceño, observando al chico dos meses mayor que esperaba paciente a que Jongin volviese.

-¿Y? Lo que cuenta son mis sentimientos, deja de fastidiar -Namjoon bufó, rodó los ojos y se cruzó de brazos cuando el mayor llegó.

-¿Puede creerlo, hyung? Yoongi y ese chico ni siquiera son novios, pero se va a tatuar su nombre -Jongin rió, mientras preparaba la máquina, la tinta, y le dejaba a Yoongi una hoja con los tipos de letra que podía hacer.

-Dejemoslo, si no es aquí, irá a tatuarse a otro lado de todas formas -Namjoon suspiró y se dejó caer sobre una silla del lugar, de brazos cruzados, sin quitar la vista de lo que el mayor hacía, masajeando la delicada zona en la que todo se haría.

Siente que comenzará a dudar en cualquier momento mientras deja su muñeca a merced del hombre al cual le ha entregado su cuerpo -claramente hablando de tatuajes-; traga saliva cuando comienza a sentir los piquetes de la aguja sobre su piel y prefiere desviar la vista hacia un lado, tal vez se arrepentiría luego, pero una promesa era una promesa y jamás se defraudaría a sí mismo, después de todo él había robado su corazón y el recuerdo debía quedar en su piel, como muchas otras ocasiones.

-Me indigna que lo ames tanto en tan poco tiempo ¿Por qué tienes un tatuaje de su nombre y no uno del mío? -volvió a preguntar Namjoon después de largos treinta minutos en silencio, Yoongi rodó los ojos sintiendo algo de ardor en su muñena, mientras Jongin humectaba su piel y colocaba un trozo de papel aluza, para poder envolver su brazo en gaza.

-La verdad, sí tengo un tatuaje que me recuerda a ti -admitió cuando Jongin pronunció un "Ya está", su amigo lo miró impactado.

-¿De verdad?

-Sí, ¿has notado que la mayoría de mis tatuajes son negros? -Namjoon bufó y se levantó de la silla en la que se encontraba dispuesto a salir de ahí y dejar a Yoongi solo.

-¿No vas ha decirle que realmente existe? -consultó Jongin con una sonrisa ladina, Yoongi observó su abdomen, recordando aquel grafitti con el que recordaba todas sus batallas de rap con su amigo, negó levemente con la cabeza y se levantó.

-Gracias por esto, hyung -sonrió-. Nos vemos -hicieron ambos un gesto de despedida con las manos y Yoongi salió, encontrando a Namjoon apoyado contra la pared del edificio de al lado, sus manos en los bolsillos y una expresión de fastidio. Sonrió enormemente y se acercó a él.

-Sólo me quedé porque recordé que mamá no estará en casa -se excusó, el mayor por meses lo entendió feliz y caminaron juntos.

Observa con detención el lugar que acaba de ser tatuado, que está envuelto en gaza, debe esperar una semana para saber qué tal ha quedado. Namjoon le echa también un vistazo sin dejar de caminar, sonriendo al sentirse feliz de que Yoongi por fin encontrase a alguien más en quien apoyarse aparte de él y Jongin.