Parte 2.5

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 No me acostumbro a vivir sola. En momentos así hasta este pequeño apartamento me parece enorme. No tengo con quien hablar pero sí a mucha gente a la que extrañar.

No me gusta estar incomunicada, no saber cómo va todo con mi padre, cómo estará Emma.

_ ¿Qué estarás haciendo ahora?... Tengo muchas ganas de volver a verte.

Me levanto del sofá, miro los cuadernos desordenados sobre la mesa, con la tarea ya acabada y dirijo finalmente mi mirada hacía la pared, hacía el mapa de mi tesoro. Intento hacer memoria para tachar el camino de la ciudad que ya hice. Aún no fui a ninguna de las calles por las que pasó mi madre, aún me quedan unas cuantas por encontrar.

_ ¿Dónde estarás mamá?

Agarro el móvil, las llaves y me dispongo a salir, es hora de empezar la búsqueda. Agarro las fotos de los lugares que aún no encontrado y un bolígrafo y justo cuando estoy a punto de salir de nuevo mi teléfono suena. Tan inoportuna como siempre.

_ ¿Es usted detective?

_ Sí Celeste, buenos días, ¿cómo te encuentras hoy?

_ Pues podría estar mejor.

_ ¿Qué tal tu primer día de clase? ¿Duro? ¿Hiciste amigos?

_ Conocí a unos chicos muy amables, la verdad es que se me hizo ameno saber que no estaba totalmente sola_ Se hizo un breve silencio entre las dos y continué_ ¿Y qué tal van las cosas por allá?

_ Pues por el momento tu padre no ha conseguido nada, tengo miedo de que le puedan dar la custodia.

_ ¿No puedes alegar que no es mi padre?

_ Me temo que si no estás aquí no puedo utilizarlo en su contra. Necesitaríamos unas muestras de sangre de ambos.

_ ¿Y si voy? ¿O me viene a recoger? Solo por unas horas, y de camino me lleva a ver a Emma_ tras decir esto me senté en el sofá de nuevo esperando una afirmación por su parte con los dedos cruzados.

_ No puedo hacer eso, nadie puede saber que sé donde estas, para el resto del mundo y de la comisaría, estás fugada.

_ ¿Y con un pelo bastaría? ¿Y si recoge un pelo y dice que es mío?

_ Esto no es una película Celeste, esto es mucho más serio de lo que imaginas. No puedo hacer nada para traerte, solo busca a tu madre, y encuéntrala.

_ ¿Y si ella no quiere que me quede con ella?_ Mi voz se apagó de tan solo pronunciar en esa idea.

_ No hagamos conclusiones precipitadas. Eres su hija.

_ Lo seguía siendo cuando me abandonó a mi suerte.

La detective no dijo nada respecto a mi última frase, supongo que no hay gran cosa que decir a eso...

_ Debo irme Celeste, tengo que trabajar ahora.

_ No se preocupe detective, estaré bien, sé cuidarme sola, llevo toda la vida haciéndolo.

_ No estás sola.

_ Eso quiero creer_ dije sonriendo con resignación.

_ Mucho ánimo y suerte.

_ Gracia detective.

Sin decir nada más colgó.

Me quedé apagada sentada en aquel sofá... tenía miedo. No podía ni quería negarlo, pero la pequeña esperanza me empujaba a salir a la calle a buscar a mi madre y averiguar la verdad.

Me levanté de nuevo y dirigiéndome al plano di un último vistazo a la ciudad antes de salir a perderme por sus calles.

Una tumba vacíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora