Parte 2.15

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_ No puedo creer todo lo que me estás contando_ Sus ojos abiertos como platos me miraban sin dar explicación a todo lo que acababa de oír.

_ Esta es la prueba de que todo lo que te estoy contando es cierto_ dije sacando de un cajón el plano de la ciudad y las fotos de mi madre.

_ ¿Entonces? Tus brazos...

Con cuidado remangué mis mangas y le enseñé las cicatrices.

_ Seguro pensarás que estoy loca...

_ En parte, no voy a mentirte, pero creo que has sido muy valiente enfrentándote a todo lo que te has enfrentado... Sé que encontrarás a tu madre y no tendrás que volver con tu padre.

_Tengo cinco días... cinco días para hacer lo que no he podido en semanas.

_ Sola.

_ ¿Cómo dices?

_ Que antes estabas sola, ahora me tienes a mí, llevo toda mi vida en esta ciudad. Tal vez la he visto alguna vez, o puedo ayudarte con las calles o no sé... seguro que en algo puedo ayudarte_ dijo cogiendo algunas fotos de lo alto de la mesa.

_ No sé... ¿Te suena?

_ La verdad es que creo que no la he visto nunca, lo siento, pero seguro podemos encontrar más formas de encontrarla.

_ No sé como... ya lo he intentado todo_ dije soltando las fotos sobre la mesa.

_ ¿Has probado con pegar carteles?

_ Debo mantener mi búsqueda en secreto, si mi padre se llega a enterar que estoy aquí... no quiero imaginar lo que me pasaría.

_ Me imagino... Pero sería difícil que se enterara ¿no?

_ Díficil, pero no imposible. No sé ni tan siquiera si me está buscando. Prefiero no arriesgarme.

Mara se acercó a la mesa y agarró las fotos de nuevo.

_ Puede que algo se te haya pasado... ¿has analizado bien las fotos?

_ He recorrido cada palmo de esta ciudad y visitado todas y cada una de las calles que aparecen en las fotos una y otra vez, y nunca está ella. Tal vez haya cambiado de ciudad o estuviera de visita y nunca haya vivido aquí... es una posibilidad entre tantas. Ya hace casi un año desde la última foto que tengo de ella.

_ ¿Y a ella? ¿Has mirado a ella?

_ No entiendo.

_ ¿A qué se dedica tu madre?

_ Pues... que yo recuerde solo era ama de casa ¿Por qué lo dices?

_ ¿Has visto esta foto? Parece que tiene una bata blanca en el brazo.

Agarré la foto y la miré con detenimiento. Tenía razón, tan evidente y no me había dado cuenta. Supongo que el recuerdo y la imagen de mi madre me había envuelto de tal manera que todo lo que estuviera a su alrededor en aquel instante fotografiado había pasado desapercibido ante mis ojos. Todo era invisible menos ella.

_ ¿Esto amplía nuestras posibilidades no?

_ Mucho_ dije abrazándola efusivamente_ Me había quedado estancada y no sabía cómo continuar.

_ Tranquila_ dijo acariciando mi espalda dulcemente_ a ver, pensemos en trabajos que utilicen bata blanca.

_ Enfermera, peluquera, carnicera, ...

_ Hay muchísimas... cualquier centro puede tener bata blanca.

_ Pero al menos hemos reducido posibilidades. ¿Sabes si hay algún centro médico, hospital, carnicería... etc cerca de los lugares donde se la ha visto?

_ Pues sé que hay un hospital cerca de la plaza de la fuente, justo por detrás del restaurante.

_ ¿Crees que pueda trabajar allí?

_ Solo hay un modo de descubrirlo_ dijo levantándose y ofreciéndome su mano para levantar.

Me sentía positiva y nerviosa, sentía que podía encontrarla...

Una tumba vacíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora