Parte 2.11

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 Hace una semana exacta que estoy aquí, en este pueblo y aún no tengo noticias de mi madre...

La detective me llama cada noche, me pregunta cómo me fue el día y me informa de la situación con mi padre. El juicio será dentro de cinco días y mi prioridad se ha vuelto encontrar a mi madre. Si mi padre gana el juicio y yo aún no la he encontrado corro el riesgo de estar en busca y captura y que me devuelvan a su lado...

Ya no quedé con Mara después del día del cumpleaños. Ella me habla, yo le hablo, me sonríe, me hace sentir cosas y la culpabilidad vuelve... Tengo un lío tremendo en mi cabeza, es una batalla que no para y que me está confundiendo.... ¿Se puede llegar a sentir un mismo amor por dos mujeres diferentes? Nunca pensé que llegaría a preguntarme esto... Pero es que si miro al pasado, si pienso en Emma, una sonrisa tonta y sin sentido se dibuja en mi rostro. Si pienso en las cosas que nos han pasado, solo son buenos recuerdos, a pesar de todo. Pero si pienso en Mara... Estoy realmente confundida. Por suerte o por desgracia, nuestra amistad no cambió... y sé que puedo contar con ella aunque a veces me descubre mirándola y sonríe, hay una gran distancia entre nosotras, más que la que me separa de Emma.

Unos golpes a la puerta me trae de mis cavilaciones. ¿Quién será a estas horas?

_ ¿Sí?

_ ¿Celi? ¿Estás?

_ ¿Mara? ¿Qué haces aquí?_ digo abriéndole la puerta_ Ya iba saliendo para clase.

_ Mi hermano llega hoy e iré a recogerlo ¿puedes entregar el trabajo de historia por mí?_ dijo dándome los folios.

_ Claro.

_ Debo irme, me están esperando en el coche_ dijo sonriendo_ Gracias.

Tras decir esto me dio un par de besos en la comisura de mis labios y se fue.

Fue tan rápido que yo ni tan siquiera pude decir nada, me quedé plantada en la puerta, con los folios en las manos y una sonrisa tonta en la cara.

_ ¿Qué estás haciendo Isabel? Piensa en Emma.

Tras decir esto cogí mi mochila, y salí de mi casa a toda velocidad, tanta que casi vuelco a Margaret. A causa de este despiste sus papeles y los míos volaron, mezclándose entre ellos.

_ Buenos días, perdone que casi la atropello_ Dije cogiendo mis papeles rápido y dándole los suyos.

_ No te preocupes hija_ dijo sonriendo_ ¡Aprisa! Qué se te hace tarde.

Una tumba vacíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora