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Tecno parecía bastante contento con la  decisión. Era más que evidente en su cara. Tenía dibujada una gran sonrisa en su rostro. Ahora era mi maestro y yo su primer aprendiz, "una buena experiencia para ambos" pensé.

Bueno, como el asunto ya está resuelto, creo que es hora de pasar a otro tema – señalo Ramón quien había vuelto al centro del lugar.

Es hora de irnos – dijo Tecno, me hace un gesto con la cabeza indicando hacia la salida. Mire la hora en mi teléfono, eran casi las once de la noche. Asentí con la cabeza.

Ambos nos levantamos al mismo tiempo, Ramón había comenzado a hablar pero era mucho el ruido para poder escuchar con claridad lo que estaba diciendo. Mientras caminábamos hacia la salida, entre tropezones y algunas disculpas Tecno se despedía de algunos segadores, algunos me detuvieron a mí para saludarme y presentarse, tan solo podía darles respuestas rápidas  y dedicar unos cuantos apretones de manos al pasar. Tecno avanzaba rápido por el lugar. Cuando por fin lo alcance ya estaba en la puerta hablando con Andrés.

Te deseo suerte chico – dijo Andrés interrumpiendo su charla con Tecno por un instante al verme llegar – no creo que Tecno sea bueno en eso se transmitir conocimientos.

Como no voy a serlo, soy profesor de primaria – explico Tecno, dio un golpe en antebrazo de Andrés, ambos rieron.

Estaba bastante frio cuando salimos del  bella vitta. El viento corría lo que provocaba que se sintiera un poco más frio el ambiente. Tecno indico que nos diéramos prisa, alegando que había dejado su auto bastante cerca.

Dos cuadras habíamos recorrido cuando por fin pude ver el auto, desde donde estábamos Tecno retiro los seguros haciendo que las luces se encendieran. De pronto una figura se recorto contra el costado del auto. Se había aparecido por completo de la nada. Me detuve un momento.

¿Tecno... alguien te esperaba? 

No, porque lo preguntas.

Hay alguien junto a tu auto – mencione y señalo a la figura de largos cabellos recargada contra el costado del auto negro. Tecno la miro, pero no se detuvo.

No pasa nada vamos.

Era una chica un poco más grande que yo tanto de edad como de tamaño, cabello castaño, delgada, ojos color café. Sonrió apenas nos vio.

¿Por que tardaron tanto? – dice la chica con gesto divertido. Me le quede viendo por un instante.

¿Qué quieres? – pregunta Tecno a la chica.

Hola – dice ella, ignorando por completo la pregunta de Tecno y se para delante de mí con un pequeño salto - ¿tú eres Águila, cierto?

Así es – vacilo por un momento con la repuesta – es un gusto y ¿tu?

Soy tiburón – dice ella sonríe y se aleja un poco – y quiero pelear contigo ahora.



Me quede helado. ¿Una broma acaso?, ¿Por qué querría una chica pelear conmigo si no me conoce? Me le quedé viendo, mire a Tecno, parecía divertido con la escena, la chica buscando pleito y yo paralizado y boquiabierto.

Quiero pelear ahora – volvió a repetir la muchacha. Acomodo su largo cabello en su hombro.

Déjate de eso Tiburón – exclama Tecno, la chica lo mira con cara de pocos amigos. Tecno hace un gesto y sube a su auto – es tarde, debemos irnos.

¡Pido adelante! – gritó la chica. Un muy repentino cambio de actitud a mí parecer. Como si fuera un rayo ya está abriendo la puerta delantera del auto y subiendo, sin más remedio me senté atrás.

CegadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora