Las relaciones son de dos...

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— ¿Estás bien? —Adrien se acercó de inmediato a Nathaniel, quien se había cubierto por instinto su nariz lastimada.

El pelirrojo no respondió a la pregunta. Y Alya reaccionó hasta que Chloé le quitase el vaso de café de las manos. La morena se acercó al hombre de cabello largo, preguntó lo mismo. Nathaniel siguió sin responder. Adrien miró preocupado a Alya, la morocha con un gesto le dijo que se alejara.

—Lo llevaré a la enfermería —anunció.

Se puso en camino, rodeando a Nathaniel con sus brazos y sin que éste pusiera mayor resistencia.

Adrien se quedó quieto en su lugar. Hasta que un carraspeo lo hiciera voltear a donde su jefa de sección.

— ¡Vaya golpe! —dijo la mujer que quedaba en la habitación sin mayor entusiasmo o ganas de molestar—. Diría que Chloé le rompió la nariz.

Esa perspectiva no le fue muy agradable a Adrien. Vale, sabía que Chloé le había advertido que sí alguna vez veía a Nathaniel lo golpearía tan fuerte para romperle la cara, pero... no creyó que fuera cierto hasta ese día. En serio deseaba que la chica no fuera tan fuerte como para romperle la nariz a Nath.

—Espero que no.

—Déjale, aún tenemos trabajo qué hacer.

Adrien vio como Marinette regresaba la vista al escritorio donde tenía el boceto de uno de sus diseños. La mujer agarró la cinta métrica y un cojín pequeño en donde había clavado varías agujas y alfileres. El rubio suspiró y la siguió, él sabía cómo funcionaba el asunto. El tema de Chloé sería el tema de la semana favorito de la compañía, seguramente.

*^*^*^*

— ¡Vaya!, sabía que Chloé tenía fuerza aún cuando es un palo. —Adrien rodó los ojos al escuchar la voz de Angie, su prima.

La mujer rubia le había alcanzado cuando por fin había podido separarse de Marinette y su empeño por seguir trabajando aún cuando ya no tenía a su compañero con ella.

—Espero que su fuerza no haya sido la suficiente para romperle la cara como había prometido. —La contestación del hombre hizo reír a su pariente.

—Ay, ¿cómo crees que podría romperle la cara con un solo puñetazo? Yo creo que debería haber utilizado algo más duro, como una silla, por ejemplo.

Adrien no supo si hablaba en serio o era una broma. Eso no evitó que la mirara mal. Angie chasqueó la lengua. Ambos estaban dirigiéndose a la oficina de Alya, donde era más probable que encontraran a Nathaniel, si no era que de verdad Chloé le había roto la nariz. Angie venía con un par de papeles en las manos y una sonrisa socarrona en el rostro. Sus tacones apenas hacían que llegara a la mitad del húmero de Adrien, y resonaban insistentes a cada paso.

—No es bueno desearle el mal a nadie —le respondió Adrien al apretar el botón del elevador.

—Yo no le deseo mal a nadie, sólo hago observaciones para un mejor resultado.

Adrien volvió a bufar. ¿En serio? ¿Ella siquiera sabía que Chloé había golpeado a Nathaniel?

El timbre del elevador llegando y abriéndose sonó.

—Yo sólo espero que Chloé en serio no le haya hecho mucho daño.

Adrien se metió en el elevador, estuvo a punto de cerrarle las puertas a su prima, no obstante ella le siguió dentro sin dudarlo. Adrien presionó el botón del quinto piso. Las puertas se cerraron.

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