—No podría pedirte eso.
—No me lo estás pidiendo, sino que yo mismo te lo propongo.
Los labios del más bajo se tensaron, adelgazándose y mostrando la inconformidad que le provocaba dicha proposición.
—No lo creo justo.
—Ay, pero si así todos son felices. —Con solo eso no hubiese convencido a Nathaniel, tuvo que dar más énfasis en sus puntos—. Tus chicos pasean por la ciudad, me encargo de que la señora Tournon esté bien cuidado y tú acabas de trabajar justo a tiempo.
— ¿Y qué ganarías tú a cambio de ese humilde servicio?
<<Si es que de verdad es humilde>> Nathaniel evitó chasquear la lengua que iría en conjunto a sus pensamientos de esos instantes.
— ¿Yo? Yo no tendría que ganar algo.
La mirada esmeralda que intentaba brillar por la inocencia no hizo que Nathaniel cambiara de expresión.
—Jaja, y yo nací justo ayer. Conozco a las personas, sé que quieres algo más. ¿Qué obtendrás de todo esto?
Nathaniel no agregó el amenazante 'Te conozco', porque sabía que Adrien podría refutarlo con simple 'No tanto como antes', pero eso llenaría de tensión el ambiente. Y habían estado bastante bien en esos últimos días como para empezar con peleas tensas y estúpidas.
Adrien, al siguiente día, le había alejado del trabajo un momento para intentar convencerlo de llevar de paseo a "sus niños", como los denominaba de vez en cuando (la mayoría internamente). Intentó decirle que conseguiría a alguien que no le quitara el ojo a la señora Tournon, para que estuviese tranquilo, y que ayudara a Mireille en su propio trabajo (que parecía que cada día se hacía más pesado). En la propuesta también estaba la condición de que terminase lo necesario, y no se quedase horas extra para terminarlo todo de una sola sacudida, y los alcanzara en la parte del recorrido que estuviesen. Pero todo sonaba sospechoso cuando se tenía enfrente a alguien que tendía a querer sacarlo del trabajo sólo para perder el tiempo paseando por la ciudad.
—Tiempo contigo. Eso es todo. Sólo quiero pasar algo más de tiempo sin que sea en el trabajo.
La verdad era sencilla y digerible, pero a Nathaniel le costó un poco más en entenderla por completo, en un sentido más bien inocente inocente, sin esas segundas intensiones que algunos hombres con los que trabajaba le tendían a dar (aunque ya dudaba que fueran parte en el hábito de Adrien). Y no tenia que agregar lo obvio, para que volvieran a conocerse. Cosa que iba bastante lenta por lo que parecía.
—Yo...
— ¡NATHANIEL, REGRESA EN ESTE INSTANTE!
Y mientras Adrien se mostraba más amable con él, Marinette se hacía más insoportable. Los nervios de la fecha límite la volvían un ogro.
—Me tengo que ir. Te digo mi respuesta en la salida, ¿de acuerdo?
Nathaniel no esperó que Adrien le diera un simple y sencillo asentimiento con su cabeza y se fue de allí. Tendría que pensarlo, y si tuviera tiempo hasta haría una lista detallada de pros y contras (método que había aprendido que le servía para poner las cosas en perspectiva y no perder la cabeza evadiendo sus problemas). Pero no tenía tiempo para una lista, el trabajo y la insistencia de Marinette lo absorbían en sus horas laborales y al llegar a casa tenía que atender las necesidades de cada uno de sus pequeñas sanguijuelas coladas, y siempre verificaba que se mantuviera la señora Tournon lo más estable considerando... su estado. Sus días iban balanceándose mientras que los horarios que había creado para el par de hermanos y su propio hijo eran ignorados cada vez más. Y sí, así se sentía ser un adulto cuando no se encontraba un balance adecuando en el momento preciso.
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Diseños pasados
FanfikceParís es la capital de la alta moda. Donde hay excéntricos millonarios y artistas reconocidos. Adrien Agreste es uno de los modelos más famosos de Europa, siendo parte de la marca francesa más prestigiosa. Nathaniel es un artista desempleado y des...