Mientras ella dormía, mis ojos se deslizaron inevitablemente por su bello rostro. Aquel que ahora lucía increíblemente pálido. Sus labios, sin embargo, lucían mucho más rosados de lo normal. Y no tenía del todo claro si los veía así porque realmente necesitaba besarla, o si era porque realmente tenían esa apariencia.
Su cabello rizado, ahora estaba mucho más rizado, debido a que se lo había dejado tan corto. Aún no lo había visto realmente bien, porque seguía usando mi gorra, pero podía imaginarme que le quedaba perfectamente bien. Todo parecía quedarle bien.
O quizás yo simplemente veía a Sophie perfecta. Incluso cuando me había roto el corazón. Incluso cuando seguía haciéndolo, tanto consciente como inconscientemente.
Suspiré. Y sus ojos se abrieron, probablemente porque la había despertado de su sueño. Tragué saliva cuando sus ojos se posaron en los míos. Sabía que ella sabía que la había estado mirando fijamente. Sabía de sobra que ahora ella iba a estar completamente al tanto de todos aquellos detalles.
Pero, de todas formas, ya sabía lo que sentía, así que no tenía caso intentar ocultarlo, cuando ya no había nada que ella no supiera.
Sophie me mostró una pequeña sonrisa, sus ojos volviéndose a cerrar, mientras deslizaba su nariz suavemente por mi cuello. ¿Y por qué estaba haciendo aquello?
Tragué saliva con dificultad, sintiendo que el aire dejaba de llegar correctamente a mis pulmones. Y Sophie se detuvo, abruptamente, apartándose de mí como si, de pronto, mi cuerpo entero hubiera estado en llamas.
Y, de alguna manera, era así, porque era completamente consciente del cuerpo de Sophie, junto al mío. Porque, podía casi imaginarme lo bien que se sentiría estar entre sus piernas. Y lo bien que se sentiría tener su cuerpo completamente en contacto con el mío. Y lo bien que se sentiría simplemente tener mis labios sobre los de ella. Aunque sea brevemente.
Mis ojos volvieron a encontrarse con los de ella y Sophie apartó la mirada, poniéndose de pie y comenzando a alejarse, hacia cualquier lugar, claramente, que estuviera completamente apartado de mí.
Salté sobre mis pies tan rápido, que por un momento me sentí mareado. Pero aquello no me detuvo. Rápidamente caminé los pasos que ella había tomado y, cuando estuve lo suficientemente cerca, dejé que mis dedos se curvaran alrededor de su antebrazo, girándola suavemente, hacia mí.
Su rostro me mostró lo increíblemente nerviosa que lucía. Y, con el corazón latiéndome a mil por hora, también descubrí que quería alejarse de mí. Podía verlo, en sus ojos. ¿Cómo? No tenía idea. Simplemente era así.
-Detente –le pedí, mi voz suplicante. Sus ojos encontraron los míos y sus labios se abrieron, pero nada salió de entre ellos-. Deja de huir de mi, Sophie –murmuré, dejándola ir. Porque parecía estar doliéndole, el hecho de que la estuviera tocando.
¿Por qué? ¿Por qué le dolía? Es decir, era claro que no le dolía físicamente, pero parecía romperla, de alguna extraña manera, el hecho de que estuviera tocándola.
-Dalton –susurró.
Y mis ojos se deslizaron inevitablemente hacia sus labios. Diablos. Realmente quería besarla. El deseo se estaba volviendo increíblemente difícil de ignorar. De evitar.
Pude darme cuenta de cómo sus mejillas se sonrojaban, cuando se dio cuenta de en donde se encontraba mi atención. Pero no pensé demasiado en ello y me centré en ella.
No quería que todo se arruinara de nuevo, pero tenía tantas preguntas en mi mente.
¿Por qué parecía no poder mantenerse alejada de mí?
ESTÁS LEYENDO
Enamorado De Sophie
RomanceElla estaba escondiendo algo. Dalton Hayes ha estado enamorado de su mejor amiga, Sophie James, desde que cumplió los doce años. Ellos han sido inseparables desde el momento en que se conocieron. Pero ahora, algo amenaza con separarlos, ya no son so...