Enamorado De Sophie

Capítulo Trece

Oks, esta novela es demasiada tortura y las canciones que escucho mientras la escribo simplemente hacen que todo sea más doloroso, pero no puedo evitarlo. Las tres canciones que he oído una y otra vez mientras escribía este capítulo son de Ed Sheeran :3

Dive

How would you feel?

Shape of You

So yes, si pueden, oiganlas mientras leen.

Duele. Todo el álbum de Ed duele, lo juro.

Y si, lloré de nuevo mientras escribía. No me culpen :c ya me entenderán algún día.

.-.-.-.-.

Abrí mis ojos y lo primero que vi fue el cabello de Sophie, desplegado completamente sobre la almohada. Bajé la vista y mi nariz rozó su frente. Cerré mis ojos de nuevo, porque simplemente perdía la razón cuando estaba tan cerca de ella.

Mi brazo estaba atravesando su abdomen y tenía mi pierna sobre la de ella. Intenté respirar con normalidad, pero no era sencillo cuando estaba tan cerca de la mujer que amaba.

Mis ojos volvieron a abrirse y finalmente encontré la fuerza en mi para apartarme de ella. Lentamente, saqué mi pierna de encima y mi brazo también. Mi mano rápidamente se dirigió a su frente, cuando vi que esta estaba ligeramente mojada por el sudor.

Estaba caliente. Probablemente tenía fiebre.

Resoplé. La noche anterior ya había sido difícil. Y hoy no parecía que sería mejor.

Me puse de pie y cogí mi celular. Eran las diez de la mañana. Me pasé una mano por la cara y regresé mi vista hacia Sophie, pero tuve que apartar los ojos rápidamente. Las sábanas seguían manchadas de sangre seca. Y sabía que ir al baño no era una opción, porque el lugar estaría incluso peor.

Tragué saliva.

Una parte de mi quería pensar que todo había sido un sueño, pero sabía de sobra que no era así.

Salí de la habitación y me encontré que la casa estaba en completo silencio. Me encaminé a la cocina y rápidamente localicé una nota sobre el repostero.

Dalton, supusimos que Sophie y tu seguían durmiendo. No quisimos levantarlos. Estaremos en la playa.

Caleb.

Arrugué la notita y la lancé a la basura. De acuerdo. Sophie y yo teníamos la casa sola hasta la hora del almuerzo. ¿Querría ir a la playa? ¿O se sentiría mal en cuanto despertara? Tenía fiebre, de eso estaba seguro, por la temperatura de su frente.

Me mordí el labio, nerviosamente y apoyé mis manos sobre el repostero, agachando la cabeza. Sentí las sensaciones de la noche anterior regresando a mí. Miedo. Terror por lo que había sucedido con Sophie. Quería atar mis brazos alrededor de su cintura y no soltarla nunca. Que nada le sucediera. Que estuviera bien para siempre, pero luego de la noche anterior, no podía dejar de pensar en que estaba más enferma de lo que me dejaba ver.

Coagulación. ¿Sería solo eso? ¿La fiebre estaba relacionada a aquel problema?

Suspiré y finalmente me separé del repostero, dispuesto a ir en busca de Sophie, pero me detuve cuando vi a Caleb entrando por la puerta de la casa.

-Me sorprende que hayas salido de tu habitación, viéndose que Sophie está dentro de ella –murmuró, sonriendo y encaminándose hacia mi.

Me pasé la mano por el cabello y resoplé.