CAPÍTULO 13

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NEREA

Entré en mi habitación, con la mandíbula apretada y con ganas de matar mi dichoso prometido, ¿me abandona? ¿a mi, a su hijo? ¿con el vecino en acecho? No me lo podía creer, no me podía creer que esto me estuviera pasando a mi. Desde lejos, pude oír la conversación tan enérgica de Marcos y Laura, cosa, que pensé, de un momento a otro que acabaríamos todos matándonos.

-¿Y eso qué te vas?-pregunté sentándome en la cama y mirando como se movía de un lado a otro guardando sus cosas en su maleta.

-Pues, me voy de viaje de estudios, con los del colegio-me dedico una sonrisa, asentí lentamente la cabeza, haciendo que Wren me mirara extrañado.

-¿Qué pasa?-preguntó mirándome a los ojos, le sonreí haciendo que se pusiera más nervioso.

-Nada, solo que me sorprende que os vayáis los dos el mismo día-dije como si nada, este bufo y me miro echando chispas de los ojos.

-¿Piensas que te estoy ocultando algo?-preguntó molesto, negué con la cabeza.

-No, es solo que me sorprende nada más, ¿es que no puedo hablar en mi propia casa?-pregunte levantándome de la cama y cruzándome de brazos con expresión molesta.

-Ya...lo siento por acusarte-dijo un poco avergonzado negué con la cabeza.

-No pasa nada, todos cometemos errores.

 Salí de la habitación con la cabeza alta, y con la dignidad por los aires, al bajar las escaleras, vi a una Laura de lo más destrozada, parecía como que le iban a quitar una parte esencial de su cuerpo, quizás si, a mi también me duele su marcha, y creo que a Will también. Mire a mi hijo y vi que tenía la vista perdida mirando un punto muerto. Curiosa, me acerque a él con una sonrisa de lo más forzada que creo que lo noto.

-¿Qué te pasa peque?-le pregunté poniéndome a su misma altura, este me miro a los ojos y pude ver que estaba conteniendo las ganas de llorar.

-No va abandonar, otra vez, ¿nos va a abandonar, de nuevo?-preguntó mi hijo con un hilo de voz, aparte la mirada de él, no le podía decir algo que no sabía.

Me arme de valor y le sonreí, una sonrisa verdadera, nada forzada, haciendo así que mi hijo se relajara, aliviada, me senté a su lado y le revolví el pelo juguetonamente, sabía que Wren no nos abandonaría, el nos quería y no se atrevería hacernos daño, hacer daño a las personas que más le quiere. A pesar de mi desliz con mi alumno, yo amaba Wren, pude que en ese momento sentí falta de cariño y por esa misma razón me lance a sus brazos o eso quería creer.

-No, que va, él solo se va una semana con el colegio, nada más, tranquilo que esta vez papá no se escapa, lo tengo bien atado-dije con una sonrisa. Laura que estaba a mi lado me sonrió divertida.

-Eso no lo dudes, Will, es difícil salir del agarre de tu madre, es como una garrapata, te chupa la sangre te molesta, pero después con el tiempo aprender a quererla y la necesitas para todo-dijo Wren que estaba detrás de mi, le saque el dedo divertida, esta conversación estaba siendo demasiado empalagosa para mi.

-Chsss...mira esto, que se piensa que es el rey del mundo.

-De tu mundo, si-dijo con una sonrisa, abrí la boca fingiendo estar indignada.

-Quien sabe a lo mejor te estoy usando para mi disfrute personal-dije con una sonrisa, este fingió una mueca pensativa-No, lo dudo, me amas demasiado-me dio un beso rápido y otro a Will en la cabeza.

-Adiós, familia, cuando estemos en el hotel, os llamamos-dijo Marcos, pero al ver la cara de Laura, rápido, se acerco a ella y le dio un beso que le quito el sentido.

-Venga, mi amor, ya veras que una semana se pasa volando, no es nada, es solo que tengo un caso de lo más importante y no me puedes acompañar, temo que te hagan daño.

-Ya...tienes razón, no me tenia que haber puesto así, te quiero-le dio un casto beso, y salimos a fuera con ellos.

Tras otra ronda de besos, de llantos y de despedida, nos quedamos paradas, con nuestros hijos mirando como el taxi, poco a poco se iba desvaneciendo, mire a Laura y la vi como atolondrada, como si no pudiera asimilar que se habían ido. Yo me quede quita, con mi hijo en brazos el cual no paraba de llorar. Y para rematar nuestra mala suerte, vi como Dylan venia de comprar, cuando nos vio, alzo la ceja y se acerco a nosotras.

-¿Qué ha pasado?-preguntó preocupado, le mire a los ojos y luego a la carretera.

-Se han ido-dije con un poco de dificultad.

-¿Quienes?

-Nuestros prometidos-dijo Laura aun con lagrimas en los ojos, vi como Dylan intentaba esbozar una sonrisa que me hubiera dado ganas de rompérsela a golpes.

-¿Y os da miedo estar solas? Porque si es eso, puedo dormir con usted profesora-esboce una sonrisa cínica.

-Antes la muerte-dicho eso me adentré en la casa, aun con mi mente pensando en mil cosas.

Los niños se fueron a jugar al jardín, ya que Will decía que no iba estar de luto, mientras su padre se lo pasaba en grande en la excursión, pero Laura y yo, ya estábamos cansadas de que siempre se fueran de nuestro lado, era como si el supuesto destino no quisiera que estuviéramos juntos.

-¿Crees, que no nos van a engañar?-preguntó Laura, me tensé-Bueno, si Wren me engañara se lo tendría que perdonar, yo le he engañado con mi alumno, así que no puedo decir nada más-dije como si nada, esta asintió como dándome la razón.

-Ya, pero yo no le he engañado, ¿y si lo hace? ¿y si me engaña?-preguntó insegura, sonreí con chulería.

-Pues se los ponemos de corbata, eso no hay problema, total, Alice no va a tener más hermanos-dije muerta de risa, esta me saco la lengua.

-¿Pedimos una pizza?-pregunté curiosa, esta asintió.

Llamamos a la pizzeria, y pedimos dos familiares, a pesar de que era mucho, yo tenia demasiada hambre, y mi hijo también. Cogimos nuestras películas o más bien de Alice y de Will y nos pusimos a ver el Gato con botas. Laura, hizo las palomitas, por si queríamos picar, y cuando llamaron a la puerta, rápida, la abrí. Pero desee no haberlo echo, ya que un enorme cuerpo herido, callo al suelo haciendo que gritara, al ver la sangre que le salía de la costillas.

-Ese..es...¿Izan?-preguntó Laura horrorizada, no dije nada me quede callada y eso basto para responder a Laura.

-¿Necesitamos ayuda?-preguntó curiosa.

-Necesitamos ayuda-dicho eso, arrastre al maltrecho cuerpo dentró de la casa, me asome por la puerta y mire a todos lado y me sentí aliviada cuando no vi nada.





EL DESEO DE TENERTE/ LIBRO 3 DE LA TRILOGÍA ¿AMOR U ODIO?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora