CAPÍTULO 25

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NEREA

Angustiada, recorrí con la mirada, los pasillo que tanto había pisado ultima mente, los enfermeros con sus ropas blancas y sus sonrisa de anuncio, provocaban nauseas en mi. No soportaba el olor del hospital, era como un paso en el tiempo, como si de repente volviera a tener dieciocho años, cuando Laura sufrió el ataque de alergia, por culpa de la crema de cacahuete.

-Dios mío, que asco de hospitales-masculle con voz entrecortada por las lagrimas no derramadas.

Mi hijo estaba quieto, como una estatua, no se movía observaba todo con atención, como analizándolo, una mirada que no era propia de un niño de 5 años, curiosa, me acerque a el y pase mi brazo por sus hombros y le pegue más a mi.

-Mami...-me llamo mi hijo, le mire curiosa-¿Por qué tenemos tan mala suerte?-preguntó mirándome con demasiada intensidad.

-Pues...no lo se...puede que sean pruebas que nos pone la vida para ver si las superamos...-pedazo gilipollez había dicho, mi hijo, que no era tonto, hizo una mueca de desagrado.

-Mami, no me lo creo...pero si te sirve de consuelo...a la tita la ha dado un bajón de tensión-dijo como si nada, le mire incrédula-¿Cómo lo sabes si no has visto al medico?-dije con una risa nerviosa, este esbozo una sonrisa-Pues, vi a la tita, y pues lo supe con solo mirarle la cara-dijo como si nada, le quite importancia, pues era cosa de niños.

De repente el medico apareció con una de esas típicas carpetas con los nombres de los pacientes, y cuando oímos el nombre de Laura, todos los presentes nos levantamos de golpe, haciendo así que el doctor posara una sonrisa en sus labios y me miro con demasiado interés.

-¿La familia de la señorita Steel?-preguntó aun con su mirada puesta en mi, hice una mueca de desagrado-Nosotros-dijo la madre de Laura nerviosa, pero el seguía sin apartar la mirada de mi.

-Su hija, a sufrido un bajón de tensión-dijo el doctor, mire a mi hijo horrorizada-¿Como mierda...?-me corto-Solo con el color del rostro se ve, mi pobre madre ingenua-dijo con una sonrisa de diablillo, en esos momentos se parecía demasiado a mi.

El doctor, miro a mi hijo y luego en mi, se puso de cuclillas y le dio un chupa-chups, a mi hijo, como niño pequeño que es, se acerco rápidamente al doctor, el cual le dijo algo en el oído a mi hijo, y en esos momentos, sentí el inmenso impulso de ir por el doctor y matarlo por acercarse tanto a mi hijo.

Mi hijo con una sonrisa, señalo a Dylan, el cual, estaba perdido en su mundo, el doctor en un suspiro y con duda en su rostro, se fue de nuestras vista, haciendo así que sintiera un alivio inmediato. Mi hijo, aun con el chupa-chups en la boca se acerco a mi con una sonrisa que ya me estaba dando mala espina.

-¿Qué te ha dicho el doctor?-pregunté nerviosa, este fingió quedarse pensativo, hasta que al fin hablo.

-Me a preguntado quien es mi padre, como supe que quería una cita contigo, pues dije que era Dylan, es que me cae bien, y no se porque cuando te veo con el sonríes más que cuando estas con papá-eso ultimo lo dijo en un susurro, que solo yo oí-Yo quiero mucho a tu padre y el me hace muy feliz-dije con una sonrisa.

-Ya...pero no me creo lo del viaje sinceramente, pero halla vosotras, son vuestros prometidos-dijo mi hijo, boquiabierta le mire a los ojos-¡No hables así de tú padre! ¿Creía que lo querías?-dije en modo reproche, este se encogió de hombros-No puedo querer ha alguien inexistente en mi vida-dijo como si nada.

-En Seattle lo querías mucho-dije curiosa, este me sonrió-No mamá, fingía que lo quería porque era lo que tu querías, el no ha sido mi padre, te hizo mucho daño, este año es cuando esta empezando a ser algo existente, pero muy poco, y a hora se va de viaje...y da la casualidad que el tito y el papá, hay algo que no me cuadra en todo esto-dicho eso, cogió la mano de Alice y se fueron a una sala llena de juguetes.

Me quede parada, pensativa, tenia razón, era extraño que los dos, se fueran el mismo día, y a hora que lo pienso, hace tiempo que no llama a Will. Las dudas empezaron a golpear mi mente con tanta saña que me produjo dolor de Sien, cansada de toda historia, tome la iniciativa y llame a Wren, el cual, al tercer pitido lo cogió.

-¡¿Quién coño me esta llamando?!-bramo Wren cabreado, incrédula, mire mi móvil como si el me diera las respuestas a todo.

-¡Tu maldita prometida!-grite más que él, entonces es cuando oí que maldecía-Lo siento mi amor, es que estaba durmiendo, y sabes como me pongo cuando me despierta-dijo con un tono de voz de lo más meloso.

-¡Hijo de puta, si me oyes, quiero que sepas que te mueras!-bramo Dylan, haciendo así que todos los presentes se quedaran callados de repente, hasta yo me calle de golpe. 

Le iba a decir algo pero este se había ido con Izan a tomar algo, aun con Wren en línea, suspire.

-¿Quién era ese?-preguntó con voz molesta, le iba a decir la verdad pero al final opte por decir una mentira-Es una persona de la calle, que esta loco de remate...solo quería decirte que Laura esta en el hospital luego se lo diré a Marcos -dije cansada, oí como alguien gritaba.

-¡¿Cómo es que Laura esta en el hospital?!-preguntó una voz que reconocí de inmediato-¿Marcos? ¿Qué haces con Wren?-pregunté curiosa-Eso no importa, ¿Dónde estáis?-preguntó nervioso-En Jerez-dije como si nada.

-No os mováis de allí, mañana estaremos allí, seguro que Laura estará toda la noche en revisión, mañana me dices en que hospital donde esta-dicho eso cargo, me quede muda, y al parecer, para mi más mala suerte, Dylan e Izan estaban detrás de mi, maldiciendo.

-¿Van a venir?-preguntó Izan muy cabreado-Creo...que...si-dije nerviosa, ¿Cómo la había liado tanto?

-¿Quién va a venir?-preguntó Laura saliendo de la habitación con la ropa del hospital, todos al verla nos abalanzamos sobre ella al ver que estaba bien.

-¡Menos mal!-dije apunto de llorar, esta se rio-Tranquila, solo era un bajón de tensión, pero los médicos insiste en hacerme una pruebas, así que me quedare toda la noche y mañana en este asqueroso, pero con buenas vistas, hospital...¿Quién va a venir?-preguntó de nuevo curiosa.

-Marcos y Wren, les he dicho que estabas en el hospital-dije mordiéndome las uñas, esta esbozo una sonrisa de oreja a oreja, al fin voy a ver a mi prometido-dijo esta como una niña pequeña.

Pero sabía que no quería que fuera, sabía que no quería verlos, sabía que estaba haciendo eso para mentalizarse de que lo amaba, lo sé porque yo estaba haciendo lo mismo que ella.

-¿Viene el papá?-preguntaron Alice y Will, asentimos, pero ellos no mostraron alegría alguna, y eso me dio a entender que Izan y Dylan habían echo bien su trabajo.





EL DESEO DE TENERTE/ LIBRO 3 DE LA TRILOGÍA ¿AMOR U ODIO?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora