WILL
Corríamos, corríamos como si no hubiera un mañana, mi tía y mi madre llamaban la atención con su escasez de ropa que dejaba poco a la imaginación. Los hombres, desesperados, "piropeaban" A mi tía y a mi madre diciéndole cosas de lo más obscenas a una persona, era como si en esos mismos momentos ellas fueran juguetes y ellos niños deseosos de poder tocarlos.
Alice no me soltaba la mano en ningún momento, pero me gustaba, sentía que le debía proteger, no porque fuera una mujer, ya que ella es más fuerte más hábil y más rápida que yo, pero un instinto de protección surgía cada vez que la tenía a su lado o le cogía de la mano como era en este caso.
Mi madre se paro en seco y casi se abalanza sobre un hombre que le estaba diciendo que cuanto cobraba. Me quede pensativo cuando vi que Dylan se paro en seco, miro al hombre y se acerco a él con una sonrisa de lo más falsa.
-¿Qué has dicho?-preguntó mirando al hombre a los ojos, parecía que en cualquier momento se lo iba a comer.
-¿Eres su chulo cuanto cobra? Bueno mejor dicho, ¿Cuánto cobran?-preguntó el hombre mirando a mi tía y a mi mami con demasiado interés.
Antes de que Dylan e Izan se abalanzaran sobre el hombre, cogí una piedra del suelo y se lo tire a la cabeza haciendo que el hombre se hiciera una brecha en la cabeza. Dylan, Izan, mi mami y mi tía, me miraron horrorizados, mientras que le sonreía le dije:
-Estoy en la época de desafiar a las figuras adultas-dije asintiendo con una cabeza, todos me miraron sin entender nada-Bueno, vale, eso es en la adolescencia, pero me apetecía tirarle algo en la cabeza-dije encogiéndome de hombros, sin decir nada más, retomamos nuestra carrera, hasta una tienda que había ropa de chica.
Las chicas se metieron en la tienda, incluso Alice, en ese momento sentí la mano vacía, sentí un frío que no era normal, al ver mi cara de perplejidad, ambos adultos me miraron con una sonrisa de oreja a oreja.
-¿Qué ocurre?-pregunté curioso, ambos de nuevo se miraron haciendo que me irritara aun más.
Enfadado, cruce mis brazos y mire a la tienda que estaba delante de mi, los hombres se empezaron a reír al ver que estaba haciendo pucheros, quería que mi mami le partiera la boca a los dos, se lo merecían, los animales de bellota.
-No es malo sentir cosas a tú edad, a pesar de que eres un niño pequeño-me dijo al fin Dylan, le mire curioso y alce la cabeza.
-¿Estáis diciendo que siento amor hacía Alice? Que sepáis, animales de bellota, que no siento nada, no se lo que es el amor, solo tengo cinco años, con una alta capacidad superior a las de las personas, mi mente produce ideas en tan solo un nanosegundo, no sabes lo que mi mente es capaz de proyectar y de lo que puedo llegar hacer si me das los materiales químicos necesarios-dije mirándole a los ojos.
Dylan y Izan me miraron con cara de perplejidad, pues mi discurso que había dicho había tocado la media neurona de cada uno, que entre los dos solo hacían una neurona.
-¿Y tú tienes cinco años?-preguntó curioso Dylan, esboce una sonrisa que muchos decían que había heredado de mi mami, una sonrisa picarona que indicaba problemas.
-Si, y tú cuanto tienes ¿uno o dos? Digo de mentalidad-dije con una sonrisa. Dylan rodo los ojos.
-No puede negar que es su hijo, tiene su misma arrogancia, conozco poco a Nerea pero supongo que es un clon de ella pero en chico-dijo Dylan con una sonrisa que no logre descifrar-No, muchos dicen que me parezco a mi padre-dije sentándome en el suelo, ignorando todas las bacterias e insectos que estaba en el asfalto.
-Madre mía, cuanto tardan-exclamo Izan en un suspiro, le imite-Mi mami suele tardar, una pregunta...¿a quién le has dado la tarjeta de crédito?-pregunté curioso, se quedo pensativo-A tu madre-dijo Dylan, rodé los ojos-Como le has tocado los cojones, de seguro que comprara toda la tienda-dije riéndome a carcajadas ante la cara de horror de Dylan.
-Nos vamos a tomar algo, en el bar que esta al lado-propuse, ambos hombres asintieron con la cabeza.
Los tres nos dirigimos al bar que estaba al lado de la tienda de ropa donde estaba mi mama, mi tía y Alice, la echaba de menos, quería que mi compañera de juegos estuviera a mi lado, pero estar al lado de dos hombres con complexión atlética hacía que me sintiera guay.
-¿Qué quieres Toma..?-al ver de quién era esa me abalance sobre mi tío Den, el cual estaba esbozando una sonrisa alegre, que hizo que me riera de su cara de necio.
-¿Qué haces aquí? ¿y quién son estos?-dijo curioso dejándome en el suelo, esboce una de mis mejores sonrisas-Son amigos de mamá y de la tita-no le di más explicaciones ya que no hacía falta entrar en detalles.
-¿Cuando sentaran la cabeza esas dos loquillas?-dijo riéndose, me encogí de hombros divertido-Cuando alguien las sepa llevar, mi papá y el tito aun no las sabe llevar, siempre discuten-dije sentándome de nuevo en la silla, este asintió con la cabeza.
-Sabes que las dos son muy libres, aun me parece extraño que se vayan a casar, sabes como eran ellas antes, solo una noche y adiós, bueno es que Seattle sacaba lo peor de ellas-dijo muerto de risa.
-Seattle, ¿habéis vivido en Seattle?-preguntaron los dos hombres curioso, asentí.
-Si, nací allí-dicho eso mire de nuevo a mi tío-Te tenemos que pedir un favor-este asintió eso si extrañado por mi tono de voz.
................................................................
NEREA
-Van a ser todo 50 dólares-con una sonrisa, pase la tarjeta y puse el pin que me había dado Dylan, la cajera con una sonrisa de lo más falsa nos tendió la ropa y al fin salimos de aquella tienda que me estaba dando dolor de cabeza.
Laura y yo buscamos con la mirada a los dos hombres y a mi hijo que supuestamente tendrían que estar allí. Pero allí solo estaba Lacasitos tumbado en el suelo junto a Kit-Kat y nutella, los cuales estaban durmiendo en la cera, obstruyendo el paso a las personas de la calle.
Mientras que Oreo estaba volando de árbol en árbol y al vernos se poso en el hombro de Laura, la cual le compenso con una sonrisa. Nerviosas empezamos a buscar a los tres individuos que pedían a gritos que lo matáramos, hasta que por milagro divisamos a Will que estaba siendo cogido por...¡Den! Al verlo, Laura y yo salimos a su encuentro.
Los chicos al ver que nos abalanzábamos sobre el pobre Den, nos miraron extrañados, parecían que nos estaba quemando con la mirada, divertidas, miramos a Den a los ojos y le dijimos:
-¿Cómo esta Natalia y Yaiza?
-Muy embarazadas-al oír eso. Dylan e Izan se pusieron rojos y prestaron de nuevo su atención al plato que tenía delante.
-¡Madre mía, lo que saldrá de allí!-exclame fingiendo un desmayo.
-Cabrona-dijo muerto de risa-Ya me ha contando Will lo de los animales, a hora voy a mi finca, si queréis aun que estemos muy apretujados pues os llevo hasta allí a todos y así veis a vuestras primas y a unas malas podéis pasar la noche allí, no me molesta en absoluto-dijo con una sonrisa. Laura exclamo un grito y le lleno de besos.
-Eres el mejor primo que he tenido-dijo ella con una sonrisa amplia-Pelota-dijo el un poco sonrojado.
Nos tomamos algo, aun apenada por ver a los pobres animales en la calle mirándonos con caritas de cachorros que estuve apunto de llorar, pero menos mal que se paso enseguida y en esos momentos estábamos de camino al campo de mis primas.
Al parecer habían optado por una vida fuera de la ciudad, al aire libre y lejos del embrollo de la urbanización. Cuando llegamos salimos del coche, donde por desgracia, había acabado con un dolor insoportable en la espalda, por ir encogida en el asiento.
-Odio esto-exclame estirándome.
-Yo odio el campo-se quejo Laura-Hay bichos-se quejo ella, le di un golpe en el hombro logrando que hiciera una mueca.
-Vamos seguirme-dijo Den con una sonrisa, todos le seguimos hasta una casa de madera, súper bonita que daba un aire caluroso al lugar, este llamo unas cuantas veces a la puerta y vi como salió mi prima Yaiza disparada a besar a Den, el cual parecía que no se habían visto en meses.
-¡Prima!-al fin se dio cuenta de mi presencia y se abalanzo sobre mi-¿Qué hacéis aquí?-preguntó curiosa, suspire-Necesitamos vuestra ayuda-dicho eso todos entramos en la casa rustica de nuestras primas.
![](https://img.wattpad.com/cover/107908863-288-k647053.jpg)
ESTÁS LEYENDO
EL DESEO DE TENERTE/ LIBRO 3 DE LA TRILOGÍA ¿AMOR U ODIO?
RomanceDos chicas prometidas. Dos prometidos "enamorados". Un asesino. Un estudiante. Una chispa que surge entre los cuatro. Un acusado y una abogada. Un estudiante y una profesora. Un secreto. Un misterio que resolver. Una tentación que evadir. ¿Lo lograr...