DESCONOCIDO
El humo del tabaco se colaba por todo mi cuerpo, calmando mi sed de venganza, relajándome. Aquellas chicas habían cavado su tumba, pues nadie vacilaba a sus hombres. Me quede mirando la televisión, cada sitio que habían ido, cada hombre que había caído, aun el titular de las noticias resonaba en mi cabeza: "Dos chicas de origen Español, causa revuelo en el avión que se dirigía hacía Alemania"
<<Putas>>pensé para mis adentros.
Cogí el vaso que estaba lleno de Whisky y me lo bebí de un trago, esto no calmaba mi ansiedad, solo la calmaría, ver a esas dos chicas muertas, y a esos estúpidos policías que les acompaña. Pero tenía que ir con cautela, despacio, ellas eran listas, sabían como defenderse, necesitaba a mis hombres de confianza solo ellos podían acabar con ellas. Pulse el botón que lucia mi escritorio, ellos vendrían enseguida lo sabía.
Al poco rato, la puerta se abrió, y hay pude ver a mis hombres de confianza, olían a mujeres y a tabaco, pero su destreza para la lucha me servía en esta ocasión, pues solo ellos podrían con ellas, si ellos no podía, pues estaba perdido, perdido por dos mujeres, dos niños y dos hombres. Ellos me miraron, me observaron, sabía que tenía que hacer algo, pues nunca les llamaba si no era necesario.
-¿Qué desea Jefe?-dijeron con sumisión, esboce una sonrisa, adoraba que se sometieran a mi.
-Solo os quiero pedir una cosa, sencilla, no es nada difícil...-gire la pantalla del ordenador y pare el video que se veían la cara de las chicas.
-Quiero que le matéis, matarlas antes de que vayan a más, de que acaben con los hombres...-le di un golpe en la mesa haciendo así que sobresaltara-¡Dos mujeres, que carecen de alguna habilidad en lucha, a podido con veinte hombres, veinte hombres armados hasta los dientes! Quiero que las matéis, que sufran y que supliquen como las perras que son, antes no se lo tenían en cuenta, no sabía lo que estaba pasando, pero me han desafiado, han desafiado a esta mafia y eso no lo permito, no permitiré que nadie se ría jamás de esta mafia-dije enfadado, alterado, cogí la botella de Whisky y me la bebí a palo seco, el ardor que sentía en la garganta calmaba mi sed.
-Son fuertes jefes...pero no serán tan fuertes con nosotros, juro que las mataremos, que lloraran y que sufrirán cueste lo que cueste-dijeron los dos al unísono, esboce una sonrisa de oreja a oreja.
-Eso espero, no me decepciones, sois mis hombres de confianza, por eso os dejo que os acostéis con mi hija y mi sobrina, espero que la matáis-dije rompiendo un vaso de cristal estampándolo contra la pared.
-¿A los hombres también?-el deseo en su voz me hizo caer una cosa, amenazante, me acerque a el y le cogí de la barbilla.
-Quiero a todos muertos, hasta los niños-dije con firmeza, aquellos diablos habían conseguido drogar a uno de mis hombres más fuertes...entonces se me vino una cosa a la cabeza.
-No...a los niños no...ese Will puede servirnos de ayuda en lo de las armas, y la pequeña Alice, esa frágil niña, es demasiado hábil, la podemos utilizar para algunas misiones...o mejor aun...para satisfacer a mis queridos hombres, la niña tiene cinco años, pero va a ser realmente hermosa, quizás saque bastante dinero con ella...quiero que me tragáis a los niños vivos, de los hombres ya me encargo yo, van a desear no haber nacido-dicho lo cual me senté en la silla, estos se miraron con duda, con precaución, estaban dudando, no quería traer a los niños, pero de repente en sus rostros se forjaron una sonrisas de lo más maliciosas y dijeron las palabras que tanto deseaba oír.
-Lo haremos, mataremos a las chicas, le traeremos a los hombres y a los niños...hasta hora jefe, y gracias por confiar en nosotros-dicho lo cual, desaparecieron de mi vista, con una sonrisa, me encendí un porro y me empecé a reír, mi plan iba a ser un existo lo sabía.
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EL DESEO DE TENERTE/ LIBRO 3 DE LA TRILOGÍA ¿AMOR U ODIO?
RomanceDos chicas prometidas. Dos prometidos "enamorados". Un asesino. Un estudiante. Una chispa que surge entre los cuatro. Un acusado y una abogada. Un estudiante y una profesora. Un secreto. Un misterio que resolver. Una tentación que evadir. ¿Lo lograr...